La Guardia Civil descarta que la mujer hallada muerta en el puerto de Barcelona fuera asesinada
La investigación concluye que la víctima, de 42 años, se arrojó al vacío desde el Puente de Europa
La mujer hallada muerta en el puerto de Barcelona el pasado 27 de marzo no fue asesinada. Un mes y medio después, la Guardia Civil ha completado la investigación del caso y descarta que la víctima, que fue encontrada medio desnuda y tirada debajo de un puente, muriese de forma violenta. La mujer o bien cayó o bien -esta es la principal hipótesis de los investigadores- se suicidó arrojándose al vacío desde el Puente de Europa. De nacionalidad brasileña, tenía 42 años y tiempo antes había estado ingresada en un hospital psiquiátrico de la provincia de Barcelona, según fuentes cercanas al caso.
Una de las dificultades de la investigación, dirigida por la titular del juzgado de instrucción número 25 de Barcelona, Elena Carasol, fue conocer la identidad de la víctima, que no llevaba ninguna documentación cuando el cadáver fue encontrado. El tatuaje de un conejo de Play Boy era uno de los pocos elementos que la Guardia Civil disponía para poner nombre y apellidos a una mujer cuya desaparición nadie reclamó.
Más fácil fue descartar que la mujer hubiese sido víctima de alguna agresión física o sexual, o que hubiese sido asesinada. El análisis de las cámaras de seguridad, el resultado de la autopsia y la reconstrucción de los hechos llevan a concluir, según una nota difundida este jueves por la Guardia Civil, que “el fallecimiento se produjo tras una precipitación”. La mujer cayó a gran altura desde el Puente de Europa, una gran estructura de acero de 20 metros de altura en el muelle de Poniente. La Autoridad Portuaria de Barcelona dio el aviso a la Guardia Civil el domingo 27 de marzo a las 10.45 horas.
Los agentes no pueden descartar completamente que la mujer cayera de forma accidental, puesto que no hay imágenes del momento del siniestro. La principal hipótesis, sin embargo, es que se suicidó. Además de los antecedentes psiquiátricos, la víctima era consumidora habitual de tóxicos, según las mismas fuentes. En las pruebas practicadas durante la autopsia, dio positivo en el consumo de distintas sustancias estupefacientes.
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