El registro civil de Barcelona no inscribió ningún fallecimiento en las peores semanas de la pandemia

El registro civil de Barcelona no ha inscrito ningún fallecimiento ocurrido desde la semana del 23 de marzo hasta la semana pasada, la del 13 de abril. Así lo afirma la comisión ejecutiva del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que se encarga del seguimiento de los efectos de la pandemia del coronavirus. Para paliar la situación, se ha ordenado el refuerzo del registro, ubicado en la plaza del Duc de Medinaceli de la ciudad.

“En el registro civil no constan inscripciones de defunción en las semanas 13ª a 16ª de 2020 con los consiguientes perjuicios para los ciudadanos”, señala el TSJC. Y alude a un acuerdo del 16 de abril por el que se incrementan los “efectivos necesarios para practicar las inscripciones pendientes y ponerlas al corriente en la medida en que las circunstancias lo permitan en términos razonables”.

Hasta el 16 de abril, apenas trabajaban ocho funcionarios en el registro civil de Barcelona por servicios mínimos: cinco en horario de mañana y tres de tarde. Desde ese día, la plantilla se ha incrementado hasta el 25% del total, lo que supone una veintena de personas, según las mismas fuentes. Si en los peores momentos de la pandemia los funcionarios solo podían atender a 35 personas por día, ahora, con el refuerzo, ya se están repartiendo números (la cita online no está disponible en Barcelona) a más de 60 personas. Cada día se registran colas a primera hora de la mañana para obtener un número, explican las mismas fuentes.

El registro civil padece una endémica falta de personal que la crisis del coronavirus y la imposición de servicios mínimos no ha hecho más que acentuar. Los funcionarios, de hecho, solamente tramitan nacimientos y defunciones. Y en este último caso, sobre todo licencias de enterramiento (necesarias para poder enterrar al difunto) pero no tanto inscripciones de defunción. De ahí la ausencia de registros que denuncia el TSJC. La inscripción es un trámite burocrático por el que se da fe del fallecimiento de una persona (fecha, hora y lugar) y es necesaria para el pleno reconocimiento de los efectos civiles que produce esa muerte.

Según recoge la nota del TSJC, la situación de Barcelona es distinta a la del resto de registros civiles de Cataluña, donde el número de defunciones inscritas respecto del año anterior han ido evolucionando, de un 40% menos la primera semana tras la declaración del estado de alarma, a un 40% más la segunda, un 98% más la tercera y un 120% la semana pasada del 13 de abril.

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