Sumar se desmarca de la política de vivienda del Gobierno y apunta a Isabel Rodríguez
Alegría defiende a la ministra y reivindica toda la política realizada hasta ahora

Hace tiempo que el elevado precio de la vivienda se ha convertido en el principal problema de los españoles. El último barómetro del CIS refleja que lo es ya para el 19,2% de los ciudadanos y un 37,1% lo coloca entre sus tres primeras dificultades. Frente a eso, tanto la comparecencia de la ministra Isabel Rodríguez la semana pasada en el Congreso —en la que anunció la creación de un teléfono gratuito (el 047) para atender dudas sobre normas y ayudas disponibles— como la última campaña publicitaria del departamento han soliviantado a Sumar, que reclama al PSOE intervenir el mercado para abordar el problema. Este martes, el socio minoritario de la coalición ha elevado aún más el tono al sugerir la dimisión de la titular del departamento.
“No se puede venir a proponer como medida estrella teléfonos de la esperanza”, ha señalado en rueda de prensa la portavoz parlamentaria del grupo, Verónica Barbero, que ha tildado la comparecencia de Rodríguez de “decepcionante” y ha ido más allá al afirmar que si “no está dispuesta a asumir” las medidas necesarias para poner freno a la subida de precios del mercado inmobiliario debería “dejar paso” a quien sí lo está, en una petición velada de dimisión.
Ante las críticas, la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha salido en defensa de la actuación de Vivienda y ha asegurado que el Ejecutivo “se toma muy en serio” el problema. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Alegría se ha referido a la aprobación de la ley para el control de precios (de la anterior legislatura) o al hecho de que el Gobierno haya “multiplicado por ocho el presupuesto” en esta materia, según ha dicho. “Acabamos de presentar un plan estatal que recoge una financiación de más de 7.000 millones de euros. El plan de anteriores gobiernos del PP contemplaba 1.700 millones de euros”. La portavoz ha subrayado que “la prioridad” del Ejecutivo es asegurar ese “quinto pilar del Estado del bienestar”.
“A nosotras se nos está acabando la paciencia. No podemos seguir ni un minuto más después de dos años esperando que se adopten medidas que tengan algún efecto sobre los precios de la vivienda. Le pedimos que conteste una a una a las medidas propuestas por Sumar”, ha insistido. Alegría ha defendido así a la ministra —“no compartimos esas críticas”, ha contestado a la portavoz de Sumar— pero sobre todo ha reivindicado la política del Gobierno. Sentado a su lado, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, de Sumar, ha dicho que “es normal que el socio de coalición tenga una posición propia en un asunto tan importante como este” y ha confiado en que se pueda llegar a un acuerdo sobre la propuesta estrella de este partido, esto es congelar las renovaciones de hasta 300.000 contratos de alquiler que vencen en los próximos meses y podrían tener una subida inasumible para los inquilinos por la gran tensión del mercado.
El socio minoritario de la coalición presentó hace una semana en un acto público con cuatro de sus ministros, entre ellos Bustinduy, un real decreto en esta materia. Entre otras iniciativas, la norma plantea la congelación de esos contratos de alquiler que vencen ahora, dando más protección a las personas inquilinas, un nuevo régimen sancionador para los alquileres de temporada, de habitaciones y turísticos; y reformas fiscales para frenar la compra especulativa. Pero su aprobación es una incógnita, porque aún debe negociarse con el PSOE, que es quien tiene las competencias.
📍 El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana lanza la campaña
— Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (@viviendagob) October 17, 2025
¿𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗶𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘁𝘂 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗼?
El objetivo: reivindicar la importancia de la acción pública en favor del derecho a la vivienda. #PorUnFuturoDigno
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“Es lamentable y frívolo que las últimas noticias hayan sido una campaña publicitaria en la que se intenta bromear con la situación habitacional de cientos de miles de personas en todo el Estado”, ha afeado Gerardo Pisarello, secretario primero de la Mesa del Congreso, sobre el anuncio del departamento de Rodríguez para promocionar sus políticas y en el que retrata a tres mayores compartiendo piso desde jóvenes reproduciendo los tópicos de las molestias de la convivencia (“30 años dejándote los calzoncillos en el baño”, se queja uno. “¿Y mis yogures?“ pregunta otro al abrir la nevera). ”Si el ministerio quiere honrar no es haciendo bromas ni campañas frívolas, sino atajando la especulación rampante ampliada por grandes tenedores, bancos y fondos de inversión", ha añadido Pirsarello. “Está bien tener planes a largo plazo, pero hace falta también sentido de la urgencia. Actuar aquí y ahora para bajar los precios de alquiler, acabar con la compra especulativa y desplegar una política impositiva valiente contra los fondos de inversión y grandes fortunas. Esa es la obligación del PSOE. Si la ministra no es capaz de asumir esas medidas urgentes, su tiempo en el ministerio sin duda se va a ir acortando”, ha rematado el diputado de los Comunes.
“La política de vivienda es como el deporte, si no lo practicas, no funciona. Por eso hay que plantear políticas”, ha sostenido la portavoz del PSOE, Montse Mínguez —que este martes ha sustituido a Patxi López en la sala de prensa del Congreso—, antes de desgranar las iniciativas del ministerio y cargar contra las comunidades del PP por oponerse a aplicar la ley de vivienda que permitiría limitar los pecios de los alquileres en sus territorios, una competencia autonómica.
Fuentes socialistas reconocen que este tema les preocupa a “todos” y que cualquier iniciativa que se plantee “es poco”, pero cree que no se puede acusar al departamento de no hacer nada, una impresión contraria a la que hay en Sumar. La discrepancia en la política de vivienda ha marcado la relación entre los socios tanto esta como la pasada legislatura, cuando Podemos formaba parte del Ejecutivo de coalición. Sumar es partidario de una mayor intervención del mercado para poder bajar los precios de forma más rápida, y no fiarlo todo a la construcción de un parque público que tardará años en tener efectos. Creen que por mucho que los datos macroeconómicos en España sean positivos, si la gente no llega a fin de mes porque lo destinado a alquiler o hipoteca se lleva una buena parte del salario, el Gobierno tendrá pocas opciones de revalidar resultados en las próximas elecciones.
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