Las inundaciones registradas en Ávila durante las últimas horas han frenado su crecida este sábado, tras varios días de intensas lluvias. Con el descenso de los caudales, el foco de preocupación se ha trasladado ahora a las eventuales consecuencias que provoque el posible deshielo de la nieve caída en las montañas, que podría volver a aumentar el nivel del agua en los próximos días. La situación, que se agravó durante la jornada del viernes, se ha ido estabilizando con el paso de las horas de este sábado al llover finalmente menos de lo previsto. Sin embargo, en los municipios ribereños del río Alberche —Santa Cruz de Retamar, Hormigos, El Casar de Escalona, Escalona, Cardiel de los Montes y Cazalegas, en la provincia de Toledo—, el servicio de Emergencias de Castilla-La Mancha ha enviado esta mañana un nuevo mensaje de alerta Es-Alert ante la posible crecida del caudal por el aumento de los desembalses, así como del Tajo a su paso por Toledo y Talavera. Ante el riesgo, se ha evacuado esta madrugada a varias familias en barrios y urbanizaciones de las localidades de Escalona, Santa Cruz de Retamar y Hormigos. En Madrid, han reabierto varias carreteras, pero se mantiene la alerta por lluvias. La agencia madrileña de emergencias desaconseja ir a la sierra este fin de semana o circular cerca de los ríos ni embalses de la Comunidad.

En Ávila, las predicciones apuntan a que la jornada continúa esta mañana con varias horas sin precipitaciones, claves para intentar drenar las balsas acumuladas en la capital abulense y volver así a la relativa normalidad. El desbordamiento del río Adaja a su paso por la ciudad por segunda vez en dos semanas provocó que el Ayuntamiento decretase este viernes el “estado de emergencia” ante el anegamiento de algunos barrios por el paso de Martinho. La última borrasca de alto impacto se irá debilitando y aún dejará chaparrones generalizados en todo el país, pero nada que ver con las lluvias abundantes del jueves y el viernes.

El temporal mantiene en aviso amarillo a la provincia de Toledo, donde más de cien personas (unas treinta en la jornada de este sábado) del municipio de Escalona han tenido que abandonar sus casas mientras que más de medio centenar de viviendas se encuentran anegadas por la crecida del río Alberche. El alcalde de la localidad, Álvaro Gutiérrez, ha asegurado que durante la jornada de este sábado se están viviendo los peores momentos desde que comenzó el temporal de lluvias y el Alberche se encuentra en niveles máximos “casi históricos” a su paso por el municipio. “Hay que remontarse a muchas décadas atrás para ver una crecida como la de hoy”, afirma. Los vecinos de Escalona, al igual que los de otros cinco municipios ribereños del Alberche, han recibido a primera hora de este sábado en sus móviles la alerta de emergencia por inundaciones, aunque esta localidad es la que más preocupa a los servicios de emergencia, según han señalado fuentes del 112. Debido a esta situación, a las 60 viviendas que estaban ya desalojadas se han sumado otros 30 hogares más, aunque el alcalde apunta a que se ha avisado a otras “decenas de viviendas” y el río “sigue subiendo”.

En Madrid, el ramal de conexión de la M-30 (calzada exterior) a la altura del kilómetro 25, a la M-40, en sentido A-6, es uno de los puntos por los que se puede volver a circular, ha informado la agencia autonómica Emergencias 112. Había permanecido cortado toda la noche por precaución ante la crecida del río Manzanares. Asimismo, han reabierto los tramos que permanecían cortados en M-228 (Tielmes), M-122 (El Vellón) y M-505 (El Escorial). Permanecen cerrados M-611 (Rascafría) y M-215 (Ambite). No obstante, las autoridades permanecen atentas a la evolución. La agencia de emergencias del Ayuntamiento de la capital advierte de que está previsto que aumente el caudal de los ríos y no descartan un corte de la A-6 a su paso por el Manzanares y de la A-2 a su paso por el río Jarama, a la altura del kilómetro 16 (cerca del aeropuerto de Barajas).

“Estado de emergencia”

Tras una jornada complicada en la ciudad, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez (del partido localista Por Ávila), ha ensalzado el compromiso de trabajo de las Administraciones, ha aplaudido la prudencia de la ciudadanía y ha justificado la declaración del “estado de emergencia”. La fórmula legal, empleada para casos excepcionales, permite al Consistorio reduce los trámites para efectuar ciertas adquisiciones o acometer contrataciones de urgencia con más rapidez. Fuentes de la subdelegación del Gobierno confirman que la situación se ha estabilizado, aunque insisten en estar prevenidos por si la nieve caída en las cordilleras se derrite con el aumento de las temperaturas y acaba aumentando de nuevo los cauces fluviales. En cualquier caso, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) mantiene en aviso rojo este sábado el río Adaja.

El alcalde de Ávila ha informado de que durante el viernes, y gracias a la declaración del “estado de emergencia”, se facilitaron trabajos en la ciudad como el derrumbe de un viejo azud de una fábrica de harinas que perjudicaba el fluir del desbordado río Adaja. El desmantelamiento de dicha presa permitió que pudiera fluir mejor el agua. Sánchez ha agradecido que el Cecopi —centro de coordinación de emergencias— y la Confederación Hidrográfica del Duero hayan autorizado medidas para acometer los desbordamientos con contrataciones derivadas del estado de emergencia. El regidor ha incidido asimismo en que las zonas cercanas a la plaza de Toros, a un nivel bajo y cercano al río Adaja, corrían más peligro. Y ha ensalzado la prudencia de la ciudadanía y la labor de los organismos públicos para reaccionar ante los efectos de la borrasca Martinho.

“Los abulenses son ejemplares siempre, lo demostraron en la sequía de 2019, el covid-19, los incendios de la Paramera de 2021. Como alcalde me siento muy orgulloso de las Administraciones que nos están ayudando y muy orgulloso de ser el alcalde de los abulenses”, ha dicho Sánchez. “Estamos en una situación en la que se mantiene el nivel del río, de 2,80 metros, hay que seguir vigilantes porque las cumbres tienen mucha carga de nieve y el deshielo puede causar trastornos en los próximos días, por eso hemos desmantelado el azud con todo nuestro dolor porque es un patrimonio”, ha asegurado el regidor, justificando el “salvoconducto” del estado de emergencia para atender con prontitud las emergencias.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha asistido durante la noche de este viernes a las tareas de limpieza y achique de balsas. “Las previsiones son mucho más optimistas. Agradecemos el excelente trabajo llevado a cabo desde el Cecopi y todos los sectores de la sociedad que trabajan para la ciudadanía”, ha afirmado Sen. Fuentes de la subdelegación del Gobierno en Ávila explican a EL PAÍS que la situación es mejor que lo esperado, con menos lluvias nocturnas en comparación a lo temido, y que apenas ha habido intervenciones más allá de una llamada poco significativa a los bomberos, pues los vecinos fueron previsores gracias a las advertencias. Además, se han movilizado 175 efectivos de la Guardia Civil. Las mismas fuentes valoran el descenso de los caudales este sábado y apuntan a que el eje de preocupación se encuentra en las montañas: si sigue lloviendo y aumentan las temperaturas, hay riesgo de que los ríos vuelvan a rebasar los cauces e inunden terrenos saturados desde hace días.