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Albares dice que las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla funcionan ya “con total normalidad”

El ministro de Exteriores espera que no haya “ninguna vuelta atrás” en el paso de mercancías a Marruecos

Un agente de la Guardia Civil efectúa un control en la aduana de Melilla, el pasado 9 de enero.
Un agente de la Guardia Civil efectúa un control en la aduana de Melilla, el pasado 9 de enero.Jose Manuel Giner Gutierrez (EFE)

Las aduanas de Ceuta y Melilla con Marruecos están funcionando “con total normalidad” y ambos países trabajan para que el tráfico de mercancías por vía terrestre continúe “sin ninguna vuelta atrás”, según ha asegurado este miércoles el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. En declaraciones a la prensa en París, donde participa en una reunión sobre Ucrania, Albares ha subrayado que el pasado martes “se produjo el paso oficial de mercancías desde Melilla hacia Marruecos y también, por primera vez en la historia, un paso de mercancías desde Ceuta hacia Marruecos”.

“Las aduanas, tanto españolas como marroquíes, siguen trabajando hoy conjuntamente con total normalidad para que continúen esos pasos de mercancías y para que sea así en adelante y sin ninguna vuelta atrás”, ha declarado, según informa Efe.

Un camión cargado con artículos de automoción cruzó el martes desde Melilla a Marruecos por el paso de Beni Enzar, mientras que una furgoneta con frigoríficos lo hizo desde Ceuta a través de El Tarajal. Este miércoles se ha producido un nuevo paso de un vehículo con lavadoras desde Melilla, aunque no hay constancia de que se haya repetido por la frontera de Ceuta. En total se han producido ya tres expediciones comerciales desde Melilla, ya que el 15 de enero se produjo la primera desde que Rabat cerró unilateralmente y por sorpresa la aduana comercial en agosto de 2018, por solo una desde Ceuta. Falta todavía el paso de productos (alimentos y áridos) desde Marruecos a las dos plazas españolas.

España y Marruecos acordaron en otoño pasado la reapertura de la aduana de Melilla —cerrada unilateralmente y sin previo aviso por Rabat en agosto de 2018— y la apertura de la de Ceuta —que nunca ha existido—. Los negociadores de ambos países llegaron a concretar fechas confiando en que podría anunciarse la inauguración a comienzos de año, pero los planes fallaron. Primero hubo aplazamientos y, más tarde, cuando los primeros camiones intentaron pasar los puestos fronterizos, el pasado 8 de enero, se encontraron con que las autoridades marroquíes los obligaron a darse la vuelta.

El último intento fue el pasado 15 de enero, cuando un camión cargado de electrodomésticos cruzó la frontera melillense de Beni Enzar. “Es una prueba más de que la hoja de ruta de España con Marruecos se cumple”, celebró aquella noche el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, desde Beirut. “Esto muestra el compromiso de Marruecos con España en lo que es el mejor momento de nuestra relación”, recalcó. También entonces se confiaba en que al día siguiente podría repetirse la operación en Melilla, por segundo día consecutivo, e intentar hacerlo por primera vez en Ceuta, pero el intento se frustró. Fuentes conocedoras de la operación mantienen que, en esta última ocasión, no había excusas del otro de la frontera, sino que existía un problema técnico real, relacionado con el registro que se hace de las exportaciones en el programa informático marroquí.

La apertura definitiva de las aduanas está pendiente desde el 7 de abril de 2022, cuando ambos gobiernos sellaron su reconciliación e incluyeron el intercambio terrestre de mercancías en la hoja de ruta de sus futuras relaciones bilaterales. Fue la principal contrapartida obtenida por el Gobierno de Pedro Sánchez tras abandonar la tradicional neutralidad española y pasar a apoyar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara. La negociación ha estado marcada por la resistencia de Rabat, que llegó a calificar la planificación española de “prematura”, según se lee en una de las cartas que se han intercambiado durante todos estos años.

El acuerdo alcanzado a finales del año pasado entre España y Marruecos, a cuyas líneas maestras tuvo acceso EL PAÍS, contempla que en esta primera fase solo circule un camión diario en cada sentido. Serán vehículos no articulados (sin remolque) y no se aceptarán furgones ni contenedores. Las aduanas abrirán de 10.00 a 16.00 horas y cerrarán cuando sea día festivo en cualquiera de los dos países. El acuerdo también incluye la lista de productos que se intercambiarán a través de las dos aduanas comerciales. España importará de Marruecos productos frescos, como frutas, legumbres y pescados, además de áridos; mientras que exportará productos de higiene y limpieza, electrodomésticos y electrónica.

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