La inmolación de Vox en Baleares amenaza con desestabilizar gobiernos en otras instituciones
El presidente del Parlamento expulsado por sus compañeros pedirá informes jurídicos a los letrados de la Cámara para evitar dejar el puesto
La crisis interna e institucional de Vox en Baleares amenaza con afectar a otras instituciones de las islas en donde la ultraderecha gobierna con el PP. Este lunes, cinco diputados expulsaron del grupo parlamentario a la presidenta de la formación, Patricia de las Heras, y al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, que provocó que la dirección nacional de Vox solicitase al comité de garantías del partido la expulsión de esos cinco diputados, que se han quedado con el control del grupo parlamentario. La encrucijada a la que ahora se enfrenta la presidenta del Gobierno regional, la popular Marga Prohens, que gobierna con el apoyo parlamentario de Vox, pasa por dos opciones y ninguna es buena: apoyarse en los cinco díscolos que le dan la mayoría numérica arriesgándose a enfadar a la dirección nacional del partido ultra o decantarse por los dos diputados expulsados del grupo parlamentario por sus compañeros y que no le permiten sumar los apoyos suficientes.
El PP cuenta con 25 diputados autonómicos, los mismos que toda la izquierda —PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos— junta, mientras el resto del arco parlamentario está formado por los cinco diputados a los que Vox quiere echar del partido, los dos expulsados este lunes que pasarán a ser diputados no adscritos, el exdiputado de Vox que abandonó la formación en octubre y el representante de Formentera al que su partido, Sa Unió, una coalición de PP y Compromís en la isla, echó del partido después de denunciar que había chantajeado a la presidenta del Gobierno regional. Solo el acuerdo con los cinco diputados díscolos de Vox permitiría a Prohens seguir aprobando sus propuestas porque, de lo contrario, estaría a merced de acuerdos puntuales con los grupos de izquierda.
Este martes, el vicepresidente de Vox, Ignacio Garriga, ha lanzado una advertencia en una entrevista en RNE en la que ha afirmado que la líder popular afronta una legislatura incierta e irregular “porque está al albur de las decisiones de cinco personas que han demostrado que exclusivamente se mueven por ambiciones personales”. Mientras tanto, Prohens sigue ciñéndose al discurso que viene ofreciendo desde que estallara la crisis, asegurando que no es un problema que afecte al Gobierno regional, sino que se circunscribe al Parlamento. “No hay ninguna novedad que implique al Gobierno y nosotros continuamos pidiendo responsabilidad y continuamos pidiendo que esta situación que afecta al Parlamento balear se resuelva lo antes posible. Es una crisis interna dentro de Vox y ante una crisis interna de un partido político que no es el mío, no tengo absolutamente nada que decir” ha dicho en declaraciones a los medios en Formentera.
A pesar de su negativa, la situación se le complica por momentos. El PP gobierna en el Consell de Mallorca junto a Vox, que entró en el equipo de gobierno de la institución insular y, de hecho, ostenta la vicepresidencia. En Palma, el alcalde Jaime Martínez, del PP, gobierna gracias al apoyo que los concejales de Vox le prestan en los plenos tras alcanzar un acuerdo programático. El tándem entre ambos partidos también se extiende al Consell de Menorca, sumido en una crisis después de que el presidente de la institución, el popular Adolfo Vilafranca, destituyera en noviembre a la única consellera de Vox que le permitía contar con mayoría. En municipios como Calvià y Marratxí gobiernan ambos partidos.
Informe jurídico
El cisma institucional ha abierto este martes un nuevo capítulo con la negativa del presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, de abandonar su puesto sin contar con informes jurídicos favorables de los letrados de la Cámara. Este miércoles está prevista la convocatoria de la Mesa del Parlamento, compuesta por Le Senne, dos diputados del PP y otros dos del PSOE, que tramitarán la petición del grupo parlamentario de Vox de expulsar a Le Senne y su compañera De las Heras. “Estamos mirando en profundidad la situación y vamos a pedir informes jurídicos al respecto porque estamos viendo que la cuestión es complicada” ha dicho Le Senne. Y es que la última reforma del reglamento de la Cámara se hizo en 2016 teniendo en cuenta el caso contrario, que afectaba a la entonces presidenta del Parlamento de Podemos, Xelo Huertas, a quien primero se expulsó del partido y después del grupo parlamentario. “Ahora la situación es la contraria” ha subrayado Le Senne, ya que se ha expulsado del grupo “a los leales” al partido y se han quedado dentro “los rebeldes”. Le Senne ha avanzado que se reunirá con los miembros de la Mesa de la Cámara para tratar de alcanzar un acuerdo que le permita coger algo de aire y mantenerse en el puesto hasta, por lo menos, contar con un informe jurídico.
Mientras tanto, los cinco diputados que controlan el grupo parlamentario han insistido en que siguen formando parte de Vox y han tendido la mano a la dirección nacional para reconducir la situación. El portavoz adjunto del grupo, Sergio Rodríguez, ha subrayado que su intención nunca ha sido la de abandonar el partido y ha lanzado una advertencia a la dirección nacional, señalando que “la política del avestruz jamás ha solventado ningún problema”. El diputado ha explicado que la primera división llegó con la negociación con el PP del plan de segregación lingüística, que llevó a la marcha del diputado por Menorca Xisco Cardona. Según Rodríguez, la cúpula del partido en Madrid intentó poco después que los diputados abrieran un nuevo frente político por el 25% de horas lectivas en castellano. Hace una semana el partido envió a los medios una nota de prensa con unas “declaraciones incendiarias” de la presidenta de Vox en Baleares sobre la lengua “que parecían que querían dinamitar el acuerdo”. “Ha sido la gota que ha colmado el vaso” ha señalado Rodríguez, que además ha acusado a De Las Heras de “falta absoluta de liderazgo”.
La expulsión de Le Senne ha llegado, según Rodríguez, por su condición de miembro del Comité Ejecutivo Provincial y su participación en la iniciativa, además de acusarle de ausentarse de las reuniones del grupo parlamentario, alegando que su puesto como presidente de la Cámara le eximía de participar en el día a día. “Le Senne sabrá qué directrices quiere seguir y hasta qué punto se puede enrocar en esta posición” ha dicho sobre la intención del presidente del Parlamento de seguir en su puesto hasta contar con informes jurídicos sobre la situación. A pesar de la marejada, Rodríguez ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad al PP asegurando que seguirán garantizando la gobernabilidad en Baleares. “Somos fieles a lo que firmó el PP con Vox, nos vamos a mantener en todos los puntos, no hay negociaciones nuevas ni demandas diferentes. La estabilidad y la gobernabilidad en Baleares está absolutamente garantizada, no nos planteamos más escenarios electorales en un futuro próximo que aquellos que ya están convocados“, ha subrayado.
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