La presidenta de las Cortes niega la violencia machista, el aborto y los derechos LGTBI: “Según el ADN, una mujer trans no es mujer”

La diputada de Vox Llanos Massó será la nueva presidenta de las Cortes Valencianas, y, en línea con los candidatos escogidos por el partido ultra para presidir los parlamentos de Baleares y Aragón, Massó acumula varias declaraciones y propuestas que resaltan su perfil ultracatólico, antibortista, y defensora del veto parental (conocido como pin parental). Massó ha sido proclamada este lunes con los 40 votos del PP y los 13 de Vox, después del pacto al que llegaron la formación que lidera Santiago Abascal y los populares hace dos semanas, que otorgaba la presidencia de la institución al partido ultra. Su perfil como diputada se ha caracterizado por su combatividad con las izquierdas y por defender posturas que niegan la violencia de género y los derechos de las personas LGTBI. Entre otros asuntos, Massó ha afirmado que la “violencia no tiene género” y que una mujer trans no es una mujer “según el ADN”.

La nueva presidenta de las Cortes Valencianas —la tercera mujer que ocupa este cargo— tiene 57 años, y es técnico de audioprótesis y diplomada en Ciencias Religiosas. En su perfil en el Parlamento se define como ama de casa y madre. Antes de formar parte de Vox, partido al que se afilió en 2015, Massó formaba parte de la organización ultracatólica Hazte Oír, conocida por sus campañas en contra del aborto y la comunidad LGTBI. En abril de 2019 encabezó la lista autonómica de Vox por Castellón, donde fue elegida diputada, puesto que repitió en las recientes elecciones del 28-M. Durante estos cuatro años ha sido portavoz adjunta de Vox en las Cortes Valencianas y vocal de Vox en las comisiones de Educación y Hacienda. Su historial en las Cortes Valencianas durante la pasada legislatura refleja un total de 639 iniciativas.

Una de sus intervenciones más sonadas en el Parlamento valenciano fue en febrero de este año, en la que se mostraba en contra de las políticas de educación sexual del Consell. Massó enseñó una fotografía de un libro que supuestamente se mostraba en los colegios valencianos, en la que se podían ver imágenes de penes de adultos de distintos tamaños. “¿Cree usted que estas imágenes de penes de adultos de distintos tamaños y formas benefician a los niños?”, preguntó de forma directa la diputada al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Finalmente, cerró su intervención con un “dejen a los niños en paz”.

En sus intervenciones, Massó se ha mostrado contraria al concepto violencia de género. “La violencia no tiene género”, dijo en un debate de hace tres años con la presidenta de LGTBI Castellón. “Lo que necesitamos es una ley de violencia intrafamiliar” reiteró, un concepto que Vox ha conseguido arrancar al PP en su pacto para gobernar la Comunidad Valenciana. Massó también consideraba que la ley contra la violencia de género es profundamente perniciosa para las mujeres. “El fallo fundamental [de la ley de violencia de género] es que lo que pretende es que las mujeres somos poco menos que discapacitadas, que tienen que cuidar de nosotros, que nos tiene que dirigir la vida el movimiento feminista, que nos tiene que decir qué tenemos que estudiar, que nos tiene que decir cómo tenemos que vivir, y además, criminaliza a nuestros padres, a nuestros maridos, a nuestros hijos y a nuestros hermanos”, apostillaba. En aquel debate, también negó que las mujeres trans sean mujeres, “según el ADN”.

Otros de los temas que ha defendido con ahínco ha sido el veto parental, lo que Vox llama pin parental, la medida que el partido quiere implementar para que los padres puedan prohibir que sus hijos asistan a charlas de contenido LGTBI y feminista en los colegios. En 2020 defendió la medida en las Cortes Valencianas, que, finalmente, fue rechazada por la mayoría de izquierdas de la cámara. “Cuando hablamos de pin parental hablamos de evitar que nuestros jóvenes sean el caldo de cultivo idóneo para el proyecto de ingeniería social de la izquierda. Hay padres que no quieren escuchar en el colegio de sus hijos que el amor romántico, que es lo que les ha derivado a formar una familia, les digan que es dañino. El escándalo mediático del pin parental demuestra lo inquieta que está la izquierda con su supremacismo cultural”, criticaba Massó en su discurso, en el que también lamentaba “la vergüenza de niños que se han visto obligados a simular una felación en un centro escolar”.

Las políticas lingüísticas han sido otra de las constantes en las intervenciones de Massó. En la anterior legislatura, acusó al tripartito de izquierdas liderado por el expresidente de la Generalitat Ximo Puig de querer “erradicar el español” con lo que, a su juicio, eran políticas de promoción de una lengua valenciana demasiada contaminada por el catalán. En sus iniciativas parlamentarias abundan sus peticiones de reforzar la inspección educativa para garantizar “la ausencia de intromisiones ideológicas” o “la aplicación de políticas educativas que respeten y reconozcan las tradiciones, cultura e historia de nuestra Nación”.