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Pruebo los vaporizadores faciales más eficaces para cuidar la piel en casa sin gastar una fortuna

Estos dispositivos abren los poros, facilitan la extracción de impurezas del rostro y hacen que la hidratación posterior sea más efectiva

Una chica haciéndose un tratamiento facial.
El mejor
El mejor
Imagen
Vaporizador facial
Vaporizador facial
Vaporizador facial
Vaporizador facial
Marca y modelo
Denfany

Vaporizador facial

Ezbasics

Vaporizador facial

Jocca

Vaporizador facial

Wolady Susana

Vaporizador facial

Valoración
Recomendación9.5Muy bien
Recomendación9Muy bien
Recomendación8.5Muy bien
Recomendación8.25Muy bien
Para quién es
Recomendado para aquellos que van a utilizarlo en sesiones largas
Para quienes buscan un cuidado facial completo y quieren complementar el vapor con herramientas de extracción
Para quienes quieren combinar el cuidado facial con la descongestión nasal
Para aquellos que necesitan sesiones rápidas y efectivas
Por qué lo recomendamos
Sensación de frescura, depósito de 300 ml y opción de aromaterapia
Boquilla ajustable, apagado automático, 5 herramientas de limpieza
Diseño ergonómico, dos niveles de vapor y materiales fáciles de limpiar
Uso muy sencillo, vapor potente y constante, limpieza rápida
Medidas
27,9 x 17,8 cm
23,4 x 18,3 x 13,8 cm
16,5 x 15,5 x 22,5 cm
28 x 17 cm
Potencia
350 W
280 W
150 W
280 W
Precio
46.44
42.99
27.99
30.99
Vaporizador facial sobre fondo blanco.

El mejor vaporizador facial

Denfany es la mejor opción de entre los cuatro modelos analizados: su brazo giratorio permite dirigir el vapor en cualquier posición, su amplio depósito asegura sesiones sin interrupciones y proporciona una limpieza profunda y uniforme que deja la piel suave e hidratada.

El cuidado de la piel, especialmente la del rostro, es una preocupación para muchas personas sin importar la edad que tengan. Los expertos coinciden en que, además de la limpieza diaria, es fundamental complementar la rutina con tratamientos más profundos de manera semanal o quincenal, adaptados al tipo de piel. Para estos cuidados se pueden utilizar los vaporizadores faciales, dispositivos que, a través del uso del vapor, abren los poros del rostro y ayudan a su limpieza profunda.

Cómo hemos elegido y probado los productos

Para seleccionar los modelos me aseguré de que fueran accesibles (no superando los 40 €) y que contaran con funciones básicas de cuidado facial, como vapor constante o aromaterapia. Durante dos meses integré cada vaporizador en mi rutina facial para comprobar cómo reaccionaba mi piel a cada uno, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante sobre duración y frecuencia de las sesiones. Observé especialmente cómo se comportaban en diferentes zonas del rostro; y en especial, en la frente, nariz y barbilla, donde mi piel es más seca o tiene tendencia a desarrollar imperfecciones.

Antes de cada uso, me lavaba la cara con un limpiador suave y, al finalizar, aplicaba mi crema hidratante habitual. Durante este tiempo, comprobé tanto la eficacia del vapor para abrir los poros y eliminar impurezas como la mejora en la absorción de los productos posteriores. A la hora de analizar los modelos, presté atención a los siguientes aspectos:

  • Diseño: la calidad de los materiales, el acabado de la vaporera y la comodidad al manipularla durante la sesión.
  • Resultados: si el producto cumplía lo que prometía, ayudando a limpiar los poros y mejorar la textura e hidratación de la piel.
  • Experiencia de uso: si la cantidad de vapor era adecuada y agradable y cómo era la manipulación del aparato.
  • Otros: si cuentan con funciones adicionales como aromaterapia, apagado automático o accesorios extra que pudieran enriquecer la rutina.

Con brazo giratorio: Denfany

Vaporizador facial sobre fondo blanco.

Para quién es: recomendado para aquellos que van a utilizarlo en sesiones largas.

Por qué lo recomendamos: lo que más destaca de este modelo es su brazo extensible y el pulverizador giratorio de 360°, que permite orientar el vapor en prácticamente cualquier dirección. De hecho, pude hacer sesiones sentada, acostada o de pie con total comodidad. Al principio cuesta un poco encontrar la posición ideal del brazo —puede alargarse o acortarse con facilidad, aunque el plástico no sea muy fuerte— y ajustar el ángulo correcto para evitar quemaduras. La distancia adecuada es de unos 20 cm, pero tras un par de usos ya resulta intuitivo. Además, su gran depósito de 300 ml me ofrecía unos 30 minutos de vapor continuo sin necesidad de recargarlo, algo que agradecí especialmente en los días en los que quería probar una rutina más completa.

El vapor penetra bien la piel y deja una sensación de frescura inmediata. Los poros se abrían con facilidad y pude eliminar impurezas y puntos negros usando mis herramientas habituales (no vienen incluidas). Después de varias sesiones, la piel estaba más suave y mucho más receptiva a sérums y cremas que al inicio. La función de aromaterapia también es un punto a favor, y su limpieza es sencilla: basta con vaciar el depósito, enjuagarlo y secarlo.

Sus puntos débiles: nada destacable.

Ficha técnica
Potencia: 350 W
Medidas: 27,9 x 17,8 cm
Fuente de alimentación: cable eléctrico
Otros: brazo giratorio 360°, depósito 300 ml, aromaterapia, sesiones largas

Con herramientas de limpieza: Ezbasics

Vaporizador facial sobre fondo blanco.

Para quién es: para quienes buscan un cuidado facial completo y quieren complementar el vapor con herramientas de extracción.

Por qué lo recomendamos: desde el primer uso este modelo me transmitió sencillez y comodidad. La boquilla ajustable permite dirigir el vapor justo donde lo necesitas y rellenar y encajar el depósito es muy fácil. Sus 98 ml fueron suficientes para las sesiones de 15 minutos que solía hacer y gracias al apagado automático, estuve tranquila: en un par de ocasiones el agua se terminó sin darme cuenta y el aparato se apagó por sí mismo sin problemas. Eso sí, a veces noté que la rosca del depósito soltaba un poco de agua al inclinarlo y terminaba dejando ligeras marcas de agua alrededor del aparato.

En cuanto lo encendía tardaba pocos segundos en generar el vapor. La niebla es fina, constante y abre los poros sin dejar humedad pegajosa. Asimismo, las cinco herramientas que incluye son un gran añadido para extraer espinillas e impurezas, incluso en zonas complicadas como los surcos o la barbilla. Tras varias semanas de uso, mi piel se veía más uniforme y suave; no eliminó todos los puntos negros, pero sí mejoró bastante su apariencia. Además, la opción de aromaterapia permite disfrutar de una experiencia más relajante y placentera, y su limpieza sigue siendo sencilla. Solo conviene limpiar bien el compartimento donde se colocan las gotas de aceite con un paño para evitar que queden residuos.

Sus puntos débiles: no se puede regular el flujo de vapor, por lo que la intensidad es siempre la misma y hay que mantener la distancia adecuada al rostro.

Ficha técnica
Potencia: 280 W
Medidas: 23,4 x 18,3 x 13,8 cm
Fuente de alimentación: cable eléctrico
Otros: 5 piezas para limpieza, función de aromaterapia, apagado automático

Con adaptador nasal: Jocca

Vaporizador facial sobre fondo blanco.

Para quién es: perfecto para quienes quieren combinar el cuidado facial con la descongestión nasal.

Por qué lo recomendamos: su diseño ergonómico con mascarilla ajustable se adapta sorprendentemente bien al contorno del rostro. Uno de sus mayores aciertos es el adaptador nasal: en días de congestión pude inhalar el vapor de forma directa y sentir un alivio casi inmediato, algo que no ofrecen otros vaporizadores del análisis. Aunque su depósito de 60 ml solo alcanza para sesiones breves de 8 a 10 minutos, el vapor es caliente y constante.

Este modelo permite regular el flujo entre dos niveles (1 y 2). En el nivel bajo la sensación es suave y muy agradable, pero en el nivel 2 noté que, si me acercaba demasiado, el vapor podía resultar bastante caliente; por eso, en sesiones largas aprendí que era mejor alternar entre el modo facial y el nasal y mantener siempre una distancia prudente para evitar molestias. Tras cada sesión noté sobre todo una clara relajación en la zona del rostro, aunque también aprecié mejoras visibles en la limpieza, especialmente en la ‘zona T’. Y si añadía unas gotas de aceite esencial, el aparato también funcionaba como aromaterapia. Además, es uno de los modelos más fáciles de limpiar gracias a sus materiales antiadherentes.

Sus puntos débiles: depósito pequeño sin apagado automático.

Ficha técnica
Potencia: 150 W
Medidas: 16,5 x 15,5 x 22,5 cm
Fuente de alimentación: cable eléctrico
Otros: mascarilla facial y adaptador nasal, depósito 60 ml

Sencillez: Wolady Susana

Vaporizador facial sobre fondo blanco.

Para quién es: para aquellos que necesitan sesiones rápidas y efectivas.

Por qué lo recomendamos: incluye una cubierta protectora en la parte superior que mantiene el dispositivo limpio y protegido cuando no se usa. También viene acompañado de tres herramientas para eliminar puntos negros y otras imperfecciones; que aunque no son especialmente robustas, resultan muy útiles para completar la limpieza y profundizar en las zonas difíciles del rostro.

Para usarlo solo hay que llenar el depósito, cerrar la rosca y pulsar el botón de encendido. El vapor es potente y constante, aunque eché en falta un regulador de intensidad. El motivo es que en ocasiones resultaba demasiado concentrado si acercaba demasiado al rostro, por lo que conviene mantener la distancia adecuada. Su depósito de 70 ml proporciona vapor durante unos 10 minutos a una temperatura estable de alrededor de 40 ºC. Sin embargo, no dispone de apagado automático para mayor seguridad. En cuanto a los resultados en la piel, noté que la frente quedaba más hidratada y menos seca después de varias sesiones, aunque en el resto del rostro no hubo cambios significativos. También ofrece la posibilidad de usarlo con aceites esenciales, y basta enjuagarlo un poco para que quede limpio.

Sus puntos débiles: no dispone de regulador de intensidad, por lo que el vapor puede resultar muy concentrado si se acerca demasiado al rostro.

Ficha técnica
Potencia: 280 W
Medidas: 28 x 17 cm
Fuente de alimentación: cable eléctrico
Otros: 3 herramientas anti-acné, tanque 70 ml, aromaterapia

Otro modelo de vaporizador facial interesante

Si buscas un modelo más portátil el TOMYEER ofrece un diseño compacto recargable por USB con una capacidad ideal para llevarlo en el bolso.

Vaporizador facial sobre fondo blanco.

Preguntas frecuentes sobre vaporizadores faciales

¿Qué es un vaporizador facial y cuál es su función?

Conocidos también con el nombre de spa facial, se caracterizan por incorporar un depósito de agua que, una vez encendido el dispositivo, se calienta y transforma en vapor. En cuanto a sus aplicaciones, el uso de los vaporizadores faciales va más allá de la limpieza de los poros: también proporcionan una mejora del flujo sanguíneo y permiten disfrutar de un efecto relajante mientras dura la sesión.

¿Cómo utilizar un vaporizador facial?

Para usarlos correctamente y obtener los máximos beneficios, lo primero que hay que hacer antes de usar un vaporizador facial es limpiar la piel si, por ejemplo, has usado ese día algún producto de belleza. Con la cara ya lavada, el siguiente paso es buscar un sitio que nos haga sentir cómodos. Por último, hay que colocarse frente al vaporizador: conviene no pegarse demasiado, sino guardar una distancia de seguridad en torno a los 15 o 20 centímetros.

Conviene tener en cuenta, eso sí, que para las personas con rosácea, eczemas o pieles con rojeces un vaporizador facial no es la opción más recomendable. Para cualquier duda, lo mejor es consultar el manual de instrucciones donde se recoge esta información.

¿Cuánto tiempo se usa el vaporizador facial?

Cualquier limpieza facial requiere de constancia para notar los resultados. Por eso, es bueno elaborar un pequeño calendario con los días en los que vas a utilizar el vaporizador facial (algunos fabricantes en sus instrucciones recomiendan qué rutina es la más apropiada). La duración de cada sesión suele ser de unos 10 minutos aproximadamente.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 12 de diciembre de 2025.

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Sobre la firma

Silvia Rodríguez Marqués
Periodista científica especializada en los sectores tecnológico y educativo. Actualmente compagina el análisis de productos y elaboración de comparativas para EL PAÍS Escaparate con su labor como redactora y 'community manager' en EDUCACIÓN 3.0.

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