Probamos varias prendas de ropa calefactable: ¿funcionan?

La mejor prenda calefactable

Nuestra experta ha elegido CONQUECO como la mejor prenda calefactable, una chaqueta que está disponible en cuatro tallas (de la S a la XL) con batería de 10.000 mAh, y es muy sencilla de utilizar: a través de un botón situado en la parte interna de la prenda se pueden controlar los niveles de temperatura. Además, es impermeable y se puede lavar tanto a mano como en la lavadora.

Aunque el cambio climático nos está trayendo temperaturas más altas de lo normal, cuando llega el invierno sigue siendo fundamental abrigarse correctamente si no queremos pasar frío cuando el termómetro baja. Especialmente importante es hacerlo en el caso de aquellas personas que pasan mucho tiempo en la calle, ya sea por trabajo o porque les gusta practicar deportes al aire libre en los que el frío, la nieve o la lluvia son protagonistas.

Para todos estos casos, la ropa calefactable puede resultar una buena opción, ya que está provista de unas resistencias o infrarrojos en su interior que proporcionan calor en la zona en la que nos coloquemos la prenda. Y hay de todo: chaquetas, chalecos, calcetines, plantillas, guantes, gorros, bufandas…

Eso sí, aunque está considerado como un producto seguro, siempre hay que respetar las instrucciones del fabricante en el momento de utilizarlas. En cualquier caso, su uso no está recomendado para mujeres embarazadas, personas con piel sensible, problemas de circulación o enfermedades como la artritis o la diabetes.

Cómo hemos elegido y probado los productos

No soy una persona excesivamente friolera, pero es cierto que en los momentos en los que las temperaturas bajan bastantes grados lo paso mal, sobre todo en la zona de los pies y la cabeza. Me decidí a probar distintas prendas calefactables para comprobar su eficacia y si realmente funcionan en entornos fríos. Principalmente, las he utilizado en rutas en la naturaleza, montando en bicicleta o en una casa de pueblo que llevaba bastante tiempo cerrada. Tras probarlas y analizarlas, he tenido en cuenta las siguientes características:

• Temperatura. Si el nivel de calor era suficiente para no pasar frío o, por el contrario, era demasiado.
• Batería. Duración de la batería y cada cuánto tiempo es necesario recargarla.
• Material. De qué están hechas y si son cómodas para llevarlas puestas a diario.
• Limpieza. Si se pueden lavar en la lavadora o a mano.

Cuatro tallas: CONQUECO

Para quién es: para los que pasan mucho tiempo en el exterior.

Por qué lo recomendamos: esta chaqueta calefactable de mujer es impermeable, su interior está fabricado de terciopelo y dispone de una cremallera en la parte central y en los dos bolsillos laterales. Está disponible en cuatro tallas (S, M, L y XL). Yo elegí la más pequeña (peso menos de 60 kilos y mido 1,63) y me quedaba bien: ni demasiado ajustada ni suelta. En primer lugar, y sin hacer uso de los tres paneles térmicos con los que cuenta, es una chaqueta cálida que se puede utilizar perfectamente, aunque no se use la parte calefactable. No obstante, durante las pruebas me desplacé a un lugar en el que suele hacer más frío que en mi zona de residencia habitual para probar los tres paneles térmicos fabricados con fibra de carbono con los que cuenta. Están situados en el pecho y en la parte media de la espalda, alimentados por una batería portátil de 10.000 mAh y 16 horas de autonomía, que se conecta a un cable USB (incluido) y se guarda en un bolsillo trasero destinado para ello. La batería apenas pesa y se siente como si llevaras una cartera con algunas monedas en su interior.

Para ajustar el calor tan solo hay que presionar un botón de encendido que se encuentra en la parte interna de la chaqueta. Dispone de tres niveles (bajo, medio y alto) llegando a alcanzar los 55 grados máximo en cuestión de segundos. Durante las pruebas, nunca tuve que utilizar el nivel más alto, ya que el bajo (entre 30 y 40 grados) fue suficiente para notar calor y confort. Si no se está acostumbrado a este tipo de prendas, es mejor comenzar por los niveles más bajos. Se puede lavar en la lavadora (sin la batería) en agua fría y sin centrifugar demasiado.

Sus puntos débiles: un precio algo elevado si se va a utilizar de forma ocasional.

2.500 mAh: Thermrup

Para quién es: para los que necesitan tener los pies calientes.

Por qué lo recomendamos: estas plantillas térmicas están compuestas de nilón y goma eva y funcionan con infrarrojos y dos baterías de litio de 7,4 voltios y 2.500 mAh, que se conectan a través de un cable de 70 centímetros y se colocan en el tobillo o en las rodillas mediante una petaca elástica que también viene incluida. El primer contacto con ellas es positivo, son cómodas y gruesas (6 milímetros), y se comercializan con números de pie que van desde el 35 hasta el 48. Para ajustarlas al zapato hay que recortarlas, como una plantilla normal, aunque hay que tener cuidado para no cortar la parte en la que se encuentran los infrarrojos (los primeros 18 centímetros). Una vez colocadas, tan solo hay que poner en funcionamiento la batería para que empiecen a calentar. Disponen de cuatro niveles de temperatura que calientan rápidamente toda la planta del pie, por lo que no es necesario ponerse calcetines gruesos, aunque estés en un entorno bastante frío. Las probé en la sierra de Madrid, donde siempre hace menos temperatura, y conseguí mantener los pies bastante calientes durante una ruta de hora y media que hicimos a pie en la naturaleza (con unos 10 grados de máxima en el entorno).

En cuanto a la autonomía de las baterías (vienen con cargador), hay que decir que se descargan en unas 4-5 horas (incluso poniéndolas en un nivel bajo de temperatura) y, aunque apenas pesan, es cierto que, al llevarlas en el tobillo o rodillas, estaría mejor si fueran algo más finas. En relación con la limpieza, se pueden lavar a mano o en la lavadora sin problema (obviamente, quitando antes las baterías).

Sus puntos débiles: hay que tener bastante cuidado en el momento de cortarlas y adaptarlas al pie.

Tres zonas calefactables: Unbon

Para quién es: para los fans de los chalecos en invierno.

Por qué lo recomendamos: este chaleco dispone de seis zonas calefactables (en el pecho, en la espalda y en el cuello) y está disponible en cinco tallas (de la S a la XXL). Es un chaleco masculino, por lo que escogí la talla más pequeña para las pruebas. Dispone de una batería de 10.000 mAh con una autonomía de hasta ocho horas que es bastante ligera (228 gramos) y que se guarda en la parte interior del chaleco. Durante las pruebas también lo probé en una salida a la naturaleza cuando las temperaturas empezaron a bajar drásticamente. Me puse debajo un jersey grueso y probé los tres niveles de temperatura que ofrece y que se activan a través de un botón en la parte frontal del chaleco: bajo, medio y alto. El más alto llega a alcanzar los 65 grados. A mí personalmente me pareció que daba mucho calor, pero en entornos muy fríos puede resultar de lo más confortable. Otro aspecto que también me gustó fue que el chaleco cuenta con una zona calefactable en el cuello, ya que yo suelo ir con coleta y en invierno paso mucho frío en esa zona. También es posible lavarlo a máquina.

Sus puntos débiles: hay que elegir bien la talla antes de comprarlo.

Resistentes al agua: Savior Heat

Para quién es: para deportistas.

Por qué lo recomendamos: estos guantes sirven para montar en moto, en bici o para esquiar, y resultan adecuados tanto para mujeres como para hombres, por lo que están disponibles en numerosas tallas (desde la XXS hasta 3XL). La primera vez que me los puse noté bastante confort (y sin haber conectado la parte calefactable). Son bastante gruesos y fáciles de poner y quitar. Las baterías, vienen dos, disponen de 2.200 mAh cada una, se guardan en un pequeño bolsillo interior en cada uno de los guantes y no se notan nada de nada. Para ajustar la temperatura dispone de un botón táctil en la parte frontal del guante con tres niveles: bajo, medio y alto. Durante las pruebas no pasé del medio porque resultó más que suficiente para que todos los dedos de las manos estuvieran calientes. La muñequera de los guantes tiene una hebilla ajustable y un cierre con cordón que evita la entrada de aire frío. En la parte posterior se cuenta con una superficie de agarre de silicona antideslizante que resulta ideal para agarrar cualquier cosa sin miedo a que se caiga al suelo. También se pueden usar para manipular cualquier tipo de pantalla táctil.

Sus puntos débiles: como tienen un precio elevado resultan realmente útiles para las personas que pasan mucho tiempo en entornos fríos o que montan en moto o bicicleta de manera habitual.

Unisex: Wndy’s Dream

Para quién es: para los que buscan confort continuado en los pies.

Por qué lo recomendamos: estos calcetines altos son muy suaves y gruesos, además de que resultan cómodos de llevar porque son muy elásticos. Están disponibles desde la talla 36 hasta la 48. Yo tengo un 37 de pie y la talla de estos calcetines es la misma que utilizo con otros modelos. Tienen dos baterías, que se colocan en la parte de arriba de los calcetines, de 5.000 mAh cada una de ellas, y que son muy ligeras, así que no molestan en ningún momento. Yo los probé en una ruta en bicicleta que hice en una zona con temperaturas bastante bajas y puedo decir que estos calcetines son los más confortables que he utilizado nunca para esta actividad, además de mantener los pies en una temperatura adecuada (ni demasiado fríos ni con mucho calor). Ofrecen cuatro niveles de temperatura (bajo, medio, medio-alto y alto). En ningún momento tuve que utilizar el nivel más alto (54 grados) porque los calcetines de por sí tienen un tejido muy cálido, así que con el nivel medio fue suficiente. La batería aguanta varias horas sin agotarse, aunque se puede recargar a través de cable USB-C con cualquier otra batería portátil. Se pueden lavar a mano o en la lavadora extrayendo la batería y teniendo cuidado con los cables.

Sus puntos débiles: si se usan mucho, la batería hay que cargarla con frecuencia.

Antideslizante: Dr.Warm

Para quién es: para los que quieren tener los pies calentitos en casa.

Por qué lo recomendamos: son unas zapatillas calefactables para estar en casa, estilo pantufla. En este caso disponen de números a partir del 36 y hasta el 44 aunque, según el fabricante, todos los números dan bastante talla por lo que recomienda elegir un número más pequeño al habitual. En mi caso elegí el 36 (el mío es el 37) y me quedaban bien. El interior de estas zapatillas calefactables es muy mullido y cómodo ya que está fabricado en lana. Cuenta con dos baterías que se colocan en un bolsillo exterior. Las resistencias se encuentran en el interior de la suela y las baterías ofrecen una autonomía de 3.400 mAh y pueden llegar a usarse hasta siete horas de manera continuada (en el nivel de temperatura más bajo). De los tres niveles, el más cómodo es precisamente el más bajo, que llega a alcanzar los 45 grados y mantiene los pies calientes sin sobrepasarse ni notar un calor excesivo. Durante las pruebas, las probé en una casa de pueblo que está cerrada buena parte del año y hace más frío que en la mía. Allí, y con el nivel más bajo, estuve muy cómoda. También, a la hora de andar resultan muy confortables ya que tienen una buena suela antideslizante.

Sus puntos débiles: hay que elegir bien el número para que se ajusten bien y no se salga el pie.

Otras prendas calefactables interesantes

Si estás buscando una bufanda calentita: Thermrup. Es calefactable a través de Bluetooth y cuenta con tres ajustes de temperatura.

Si estás buscando un pijama calefactable. DriveNova. Está compuesto de una camisa de manga larga y un pantalón largo con resistencias térmicas en distintas partes de las dos prendas. La temperatura se puede controlar a través de una aplicación móvil.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 19 de noviembre de 2024.

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