Los mejores limpiadores de cristales automáticos para las ventanas del hogar
Analizamos tres dispositivos que funcionan a través de un sistema de succión. Gracias a ellos, el trabajo de limpiar ventanas y cristales es más cómodo y sencillo
Una de las tareas domésticas que más pereza suele dar, junto a la plancha, es tener que limpiar las ventanas. Hay que invertir una gran cantidad de tiempo para que queden perfectamente limpias y, en muchas ocasiones, el resultado no es el esperado. Por suerte, la tecnología ha facilitado el desarrollo de limpiadores de cristales automáticos como los elegidos para esta comparativa: se caracterizan por integrar en su base dos anillos a los que se añaden unas mopas que son las encargadas de eliminar la suciedad.
Disponen, asimismo, de un sistema que garantiza la correcta fijación del robot limpiacristales a la ventana para que no se caiga. No obstante, como complemento incluyen un cable de seguridad de tal forma que si, por ejemplo, la máquina sufre una caída repentina quedaría colgando en el aire. Por último, destacar que funcionan conectados a la corriente eléctrica y que incorporan una batería recargable que resulta útil si la luz se va. Así, nos aseguramos de que la falta de corriente no impide que la tarea se vea interrumpida. Por lo tanto, es recomendable asegurarse de que esté siempre cargada.
¿Qué limpiadores de cristales automáticos hemos elegido?
Habiendo fijado un presupuesto máximo de 200 euros, estos son los modelos participantes: AlfaBot X6 (8,25), Chovery CL.1 (8) y CREATE Wipebot (9).
Al analizarlos se han valorado los siguientes aspectos:
- Calidad: referida a su construcción, sobre todo teniendo en cuenta que cuando se hace un desembolso económico importante lo hacemos con el propósito de que nos dure el mayor tiempo posible.
- Potencia de succión: sobre el papel, cada uno posee una determinada potencia de succión. Pero en la práctica ¿cómo resulta esta potencia?
- Limpieza: el acabado que muestra la ventana tras haber utilizado el robot limpiacristales. ¿Cuál es el resultado final? ¿Llega bien a todas las partes de la ventana incluidos los laterales y las esquinas? ¿Quedan marcas?
- Control: funcionan a través de un mando a distancia que facilita la interacción con la máquina y permite dirigirla a un sitio u otro de la ventana si, por ejemplo, queremos incidir en una zona en concreto. Este control en todos los casos resulta intuitivo.
Comparativa limpiadores de cristales automáticos: así los hemos probado
El escenario donde se han desarrollado las pruebas son las ventanas de una vivienda que no se han limpiado en los dos últimos meses. Para obtener los mejores resultados posibles es recomendable pasar primero el robot en seco y luego cambiar las mopas que hemos usado por otras: en este segundo paso añadiremos algún producto de limpieza. Pero, cuidado, que no conviene empaparlas demasiado.
Como ayuda y mantenimiento a la limpieza de ventanas, cualquiera de los tres modelos es una alternativa a tener en cuenta. Los cristales no quedan perfectos del todo -nos tocará hacer algún que otro pequeño repaso- pero ahorran tiempo en esta tarea. El modelo CREATE Wipebot ha obtenido la puntuación más alta. No solo porque sus resultados han sido los mejores, sino porque está dotado de tres sistemas de seguridad y su calidad de construcción destaca sobre el resto.
Limpiador de cristales automático CREATE Wipebot
El ganador de esta comparativa de robots limpiacristales ha demostrado ser una máquina altamente eficaz y eso se nota no solo en la calidad de los resultados que proporciona gracias al trabajo que realizan sus mopas giratorias. También en la velocidad a la que se desplaza (movimientos en zig zag) a través de los cristales de las ventanas, dando así muestras de su buen rendimiento.
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FICHA TÉCNICA
-Potencia: 90 vatios
-Succión: 2.400 Pa
-Tecnología de navegación: TechMAP
-Superficie de limpieza mínima: 30 x 30 cm
-Superficie de trabajo: 1 m²/4 minutos
-Autonomía de la batería de respaldo: 30 minutos (según el fabricante)
-Dimensiones: 291 x 144 x 82mm
-Peso: 1,1 kg
-Otros: mando a distancia, cable de seguridad de 6 metros, incluye 12 mopas lavables y reutilizables, recorrido en zig zag y sensor de fuga de aire.
En este sentido, el fabricante ha incorporado una tecnología de mapeo llamada TechMAP que ofrece una experiencia de uso positiva, entre otros motivos porque las marcas que suelen aparecer cuando limpiamos cualquier cristal son muy pocas: una vez que ha terminado con su tarea, nos avisa a través de una señal acústica que se oye varias veces.
Viene con un mando a distancia que, a pesar de su pequeño tamaño, se controla muy bien y posee un número reducido de botones, lo que permite familiarizarte rápidamente con él. Su plástico se muestra resistente, aunque lo que menos nos ha gustado es el tacto de dichos botones. El cuerpo del robot limpiacristales es de plástico también y, con respecto a sus competidores, es el que presenta una mejor calidad de construcción, aportando así una alta durabilidad.
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- Lo mejor: calidad de construcción, poder de succión y rendimiento
- Lo peor: es un poco ruidoso y a las esquinas no llega bien, pero con el resto nos ha sucedido lo mismo.
- Conclusiones: un limpiador de cristales automático que presenta una muy buena calidad de construcción y capacidad de succión. No solo es rápido trabajando, sino que los resultados son muy satisfactorios.
Nuestra elección y mejor relación calidad-precio
Limpiador de cristales automático AlfaBot X6
Al abrir su caja encontramos los siguientes elementos: el robot de ventana, un control remoto, un adaptador de corriente alterna, tres tipos de cable (uno de seguridad, otro de extensión y uno más de alimentación), cuatro anillos de limpieza, 14 paños y una pequeña botella de vaporizador para almacenar el producto de limpieza que emplearemos con las mopas.
La primera toma de contacto con el robot limpiacristales es buena. Con un peso en torno al kilogramo y unas dimensiones de 290 x 150 x 120 milímetros, ofrece un acabado bastante cuidado y lo más llamativo es la pequeña hilera de luces LED que incorpora en uno de los extremos. Así, el piloto azul se activa cuando el limpiador está funcionando y todo marcha como tiene que ir, mientras que el rojo informa del proceso de carga de la batería interna.
Por su parte, el LED verde notifica al usuario que está batería (con una autonomía de unos 20 minutos aproximadamente) se ha cargado en su totalidad. Un último apunte: si a la vez que se enciende la luz roja la máquina emite un pitido es que algo va mal: al interpretarlo como un error (nos sucedió al menos un par de veces) hay que revisarla antes de continuar.
Su puesta en marcha es idéntica a la de sus adversarios y el mando a distancia que incluye es muy útil, sobre todo a la hora de seleccionar entre sus diferentes modos de uso automático según queramos dirigir la limpieza de un modo u otro. El sistema de fijación/succión para las ventanas es correcto y, por lo tanto, cumple con su función.
La alternativa
Limpiador de cristales automático Chovery CL.1
Si nunca antes habéis tenido la ocasión de ver en acción un robot de limpieza como los recogidos en este artículo, debéis saber que son ruidosos, pero sin llegar a ser excesivamente molestos (de hecho, este ruido recuerda al de una aspiradora). Esta premisa se cumple también con la propuesta de Chovery, aunque da la impresión de que el número de decibelios es menor.
En cuanto a la calidad de construcción, en este apartado el resto de propuestas nos han parecido mejores; sobre todo si nos fijamos en los acabados de las ruedas donde hay que acoplar las dos mopas que debemos usar. ¿Y los resultados? El robot funciona bien, cuenta con un potente sistema de succión a las superficies y se desplaza de manera inteligente a través de toda la superficie, proporcionando unos resultados más que aceptables, aunque en ocasiones cuando llega a las esquinas a veces se ‘desorienta’ y no sabe cómo continuar. Cuando esto pasa, basta con detenerlo, sacarlo de esa zona y volverlo a poner en marcha para que continúe.
Una propuesta económica
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¿POR QUÉ DEBES CONFIAR EN MÍ?
Llevo en el periodismo tecnológico casi dos décadas. En todo este tiempo, he tenido el privilegio de comprobar cómo avanza la tecnología para hacer que el día a día sea más fácil y contarlo en diferentes medios. Aunque ya he perdido la cuenta de cuántos productos han pasado por mis manos, confieso que las ganas y las sensaciones siguen siendo las mismas. Portátiles, tabletas, teléfonos, cámaras de fotos, pulseras de actividad, relojes inteligentes... No me pongo límites a la hora de elegir un dispositivo y exprimir al máximo sus posibilidades como buena consumidora de tecnología.
*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 7 de febrero de 2022.
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