El poder de las imágenes publicitarias en las grandes ciudades
De Moscú a Tokio, pasando por Madrid, Nueva York, París y hasta 17 ciudades, la fotógrafa rusoestadounidense Anastasia Samoylova retrata el paisaje urbano encaminado a la homogeneización
De Anastasia Samoylova (Moscú, 1984) se dice que tiene el espíritu de una flâneur, una paseante nata que camina sin rumbo fijo por la ciudad, cuyo placer está en escudriñar lo que la rodea mientras pasa inadvertida. Como buena observadora, atenta a la transformación del territorio urbano, la fotógrafa da cuenta de cómo la globalización y el capitalismo han ido alterando la relación del sujeto con la urbe, rendida a las lógicas del consumo. De ahí que, en su último trabajo, Image Cities, esta renovadora...
De Anastasia Samoylova (Moscú, 1984) se dice que tiene el espíritu de una flâneur, una paseante nata que camina sin rumbo fijo por la ciudad, cuyo placer está en escudriñar lo que la rodea mientras pasa inadvertida. Como buena observadora, atenta a la transformación del territorio urbano, la fotógrafa da cuenta de cómo la globalización y el capitalismo han ido alterando la relación del sujeto con la urbe, rendida a las lógicas del consumo. De ahí que, en su último trabajo, Image Cities, esta renovadora de la fotografía documental haya puesto el foco en la proliferación de imágenes publicitarias en los espacios públicos. Imágenes de escala monumental que se integran en la arquitectura, creando un efecto extraño, tan ambivalente y contradictorio como los tiempos que atravesamos.
La serie puede verse en el centro de fotografía KBr de la Fundación Mapfre en Barcelona y llegará a Madrid el próximo mes de junio. Muestra que está acompañada por una publicación coeditada con la editorial Hatje Cantz. Son imágenes que se asemejan a un collage donde la realidad se integra con la ficción para condensar un conjunto de ideas visuales que ofrecen al espectador múltiples significados. El retrato de grandes ciudades que cada día se parecen más entre ellas. En las fotografías, la figura humana aparece mermada, indiferente a su entorno, un elemento más dentro de un conjunto de elementos de distinta naturaleza, de formas geométricas y hábiles juegos entre la figura y el fondo. Un collage de lugares y tiempos donde también se alude al uso de la imagen de la mujer en la sociedad contemporánea.