Senderistas en la Selva de Irati, en Navarra. Desde el embalse de Irabia hay caminos balizados que recorren en interior del bosque, como la ruta de los contrabandistas, de unos 10 kilómetros.Cromon (iStock)En Irati, el helecho (ira) da nombre a la selva y también al río.PhotosTime (iStock)Paisaje otoñal en la Selva de Irati (Navarra), entre cuya fauna hay jabalíes, zorros, caballos, tejones o corzos.Irantzu Arbaizagoitia (iStock)Esplendor otoñal en Irati, en Navarra, el hayedo abetal más extenso de Europa.LUNAMARINA (iStock)Adentrarse en Irati (que significa abundancia de helechos en euskera) es dejarse llevar por la magia que emana de su riqueza natural.José Antonio Martínez (agefotostock)La leyenda de Irati cuenta que, por sus caminos, andaban el Basajaun y la Basandere, dos seres mitológicos que combatían a quienes dañaban el bosque y protegían a quienes lo cuidaban.AlamyIrati es ideal para perderse durante todo el año, especialmente en otoño, cuando las hayas despliegan una gama cromática inigualable. En la imagen, el embalse de Irabia.Alberto Loyo (iStock)
