Como británicos en la campiña inglesa
Salones de té, la pista de Harry Potter o un 'quiz' y una 'ale' (bien tirada) en el pub. Viaje a los Cotswolds, donde pervive todavía la verdadera esencia de las tradiciones inglesas
Hacer un propósito de optimismo, calzarse unas sandalias y dejar en la maleta el paraguas. Levantarse cada mañana con la firme convicción de que será un lovely day (aunque sin olvidar el forro polar en la mochila). Una vez asumido el truco de no dejarse impresionar por el tiempo, sólo queda dejarse seducir por uno de los rincones más atractivos de Inglaterra, probar la cocina de Jamie Oliver, almorzar en un salón de té, degustar una auténtica ale y mezclarse con los locales en una noche de quiz.
El plan consiste en perderse por los Cotswolds durante una semana. Esta región de colinas entre Bath y Stratford-Upon-Avon es conocida como El corazón de Inglaterra. Además de la piedra característica de la zona, que marca su impronta en casas, palacios y pubs, su encanto reside en la infinidad de aldeas idílicas donde todavía sobrevive la esencia más tradicional de Inglaterra. De hecho, algunos consideran esta zona como la mejor muestra de la llamada campiña inglesa, por haber logrado aislarse de influencias externas. Un lugar al que suelen acudir los locales para caminar, descansar, pasar un fin de semana romántico o revivir la esencia de las tradiciones británicas.
Senderismo en la campiña
La pequeña localidad de Whinchcombe es conocida como la capital de los caminantes. Es uno de los lugares recomendados para hacerse una pequeña ruta en medio de la campiña. Son muy accesibles y además aquí el terreno es llano, con lo que no conviene asustarse ante la perspectiva de algo de ejercicio. Desde el pueblo se puede ir fácilmente andando hasta el castillo de Sudeley (www.sudeleycastle.co.uk), rodeado de unos jardines impresionantes. La visita debe incluir las ruinas de la abadía cisterciense Hailes Winchcombe.
Winchcombe es un buen lugar para comer. El restaurante 5 North Street (www.5northstreetrestaurant.co.uk), con estrella Michelín, sirve comida tradicional británica con aires de gastronomía francesa. Tiene opciones para todos los bolsillos, desde un menú completo por 34 libras. Los almuerzos salen más económicos, desde las 23 libras. Para descansar, a medio camino entre el castillo y el pueblo, un tranquilo complejo de cottages (casas de campo) permite pasar unos días sumergidos en un ambiente auténticamente inglés.
» www.sudeleycastle.co.uk/cottages
Visita de cortesía a Shakespeare
El famoso pueblo donde nació Shakespeare, Stratford-upon-Avon (www.stratford-upon-avon.co.uk) es uno de los destinos turísticos más importantes del Reino Unido. Sorprende la cantidad de turistas que se concentran en verano para visitar la casa del autor y hacer una ruta por los lugares que marcaron parte de su vida.
A pesar de las aglomeraciones, el lugar tiene encanto y es más grande de lo que podría imaginarse para el idílico plan de campiña, así que el viajero que busque un plan más tranquilo agradecerá desviarse también a los pueblos cercanos, más apacibles y bucólicos. Desde Stratford y en dirección a Cheltenham hay lugares como Alcester (www.alcester.co.uk), que conserva casas de estilo Tudor y ruinas romanas.
Uno de las villas con más encanto de esta zona es Chipping Campden (www.chippingcampden.co.uk), con una impresionante High Street presidida por el edificio del mercado que se conserva del XVII. Además, tiene una enorme actividad cultural con lo que se hace atractivo alojarse allí para unas vacaciones.
» www.stratford-upon-avon.co.uk
La senda de Harry Potter
Muchos se plantan en Gloucester tras los pasos del mago imberbe más famoso de la historia, pero no sólo de Harry Potter vive la capital de Gloucestershire: merece la pena perderse durante horas en su catedral (www.gloucestercathedral.org.uk), cuyo claustro esconde una bóveda abanicada fabulosa. Eso sí, como en Oxford, transitan muchos fanáticos de la saga de J.K.Rowling buscando algunas localizaciones utilizadas en varias de las películas. Además, la autora nació muy cerca de aquí, en Yate. Aviso a navegantes: quienes quieran inmortalizar su visita deberán tener en cuenta que hay que pagar 5 libras para hacer fotografías.
El casco viejo que rodea la catedral está repleto de pasadizos y calles estrechas con mucha magia, donde uno puede entrar en auténticos salones de té o tiendas fascinantes como la del Sastre de Gloucester (www.tailor-of-gloucester.org.uk); aquí los amantes de la literatura infantil pueden visitar el museo dedicado a Beatrix Potter, creadora del personaje Peter Rabbit (Perico El Conejo), protagonista del cuento The tailor of Gloucester. El local recrea a la perfección la historia, que tradicionalmente se lee a los niños en vísperas de Navidad.
Como contraste conviene darse un paseo por la zona portuaria, el Gloucester Quays. Los edificios de ladrillo de los muelles han sido restaurados con gran acierto, para convertirse en galerías comerciales y restaurantes sin perder la identidad; una zona interesante.
Planes para sentirse como un local
Los más golosos cuentan con un plan perfecto: una tarde de tea room. Resulta interesante sucumbir al tradicional cream tea, muy típico de esta región de Inglaterra. Se sirve con unos bollitos (scones) rellenos con una espesa crema y mermelada. Y claro, el té será servido en delicada porcelana china. Curiosamente los salones de té suelen cerrar hacia las cinco de la tarde, aunque algunos alargan el horario hasta las seis. A mediodía, también son una buena opción para almorzar económicamente, a base de Jacked potatoes: patatas rellenas y aderezadas con salsa. Además, sirven ensaladas, sándwiches y todo tipo de repostería.
La segunda opción para lograr el mimetismo local es lanzarse con un quiz en el pub. Esta especie de concurso es muy popular como plan de ocio en Reino Unido. Una batería preguntas sobre temas diversos mientras se pasa la tarde en los pubs. Lo habitual es pagar una libra por participante y formar un grupo. El premio depende del local, aunque lo normal es llevarse el bote. Así que por el precio de la consumición y una libra más, una alternativa barata de entretenimiento para conocer gente. En algunos pubs incluso sacan algo de picar en el descanso. Para redondear el ejercicio integrador, conviene pedir la tradicional cerveza ale, de fermentación alta y sin burbuja, que contrasta con las habituales lager. Eso sí, precaución: las supera en graduación alcohólica.
Un buen punto de partida
Un pueblo balneario, ideal para los amantes de las carreras de caballos. Bajo estas premisas, Cheltenham, una ciudad tranquila pero con todo tipo de comodidades, resulta una buena elección para estacionarse durante esta inmersión en la campiña inglesa. Buenos restaurantes, vida nocturna, tiendas coquetas, hoteles e inmejorable punto de partida para visitar la región. Y si no, el visitante no lamentará pasar al menos un día en Cheltenham. Por ejemplo, para dar un paseo y tomar algo en los bares de Montpellier, una de las zonas más chic de la ciudad y visitar el Pump Room (www.cheltenhamtownhall.org.uk/pumproom), el edificio de las aguas termales que también acoge bailes, conciertos y demás actividades. Además, todavía se puede beber de la fuente termal...sabe a sal.
Otro aliciente: las compras. Desde tiendas de Cath Kidston (www.cathkidston.co.uk) y hasta las populares charity shops, donde conseguir desde ropa a libros de segunda mano. Merece la pena echar un vistazo a algunas de ellas y sumarse al concepto de cheap and cheerful, nuestro bueno, bonito y barato.
Recientemente el popular chef británico Jamie Oliver ha añadido un aliciente más a Cheltenham: el Jamie's Italian. Este restaurante, al más puro estilo Oliver, ha sido elegido con sumo mimo y está alojado en los antiguos juzgados de la ciudad balneario. Hay muy buen ambiente y el personal es amable aunque inexperto y la comida demasiado especiada y resulta floja para lo que pudiera esperarse del cocinero que le da nombre.
» www.jamieoliver.com/italian/cheltenham
Concepto 'boutique' y de campo
La estancia en Cowley Manor (www.cowleymanor.com) resulta atractiva. Un hotel boutique de lujo en cuyos jardines, se dice, Lewis Carroll conoció a la Alicia Liddell que inspiraría su famoso personaje; incluso que escribió Alicia en el país de las maravillas durante su estancia en Cowley. Pasar una noche en la habitación más económica supone entre 175 y 300 libras. Existen alternativas con encanto y precios más ajustados, como el cercano The Green Dragon Inn (www.green-dragon-inn.co.uk), con noches de chimenea y pub tradicional en un edificio del XVII.
Desde cualquiera de estos lugares se accede fácilmente a Gloucester (unos 15 minutos en coche) y villas idílicas de los Cotswolds, como Bibury (www.bibury.com), Broadway o Bourton-on-the-water.
GUÍA
LLEGAR Y MOVERSE
El aeropuerto más adecuado para iniciar la ruta es el de Bristol (www.bristolairport.co.uk), ciudad agradable que conviene no descartar en el plan de viaje. El transporte del aeropuerto a la ciudad es fácil y rápido.
El tren de Bristol a Cheltenham (www.nationalrail.co.uk) y un coche de alquiler (www.enterprise.co.uk) conforman la mejor alternativa para visitar los pueblos de la campiña inglesa.
MÁS INFORMACIÓN
» www.winchcombewelcomeswalkers.com
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