Los jardines colgantes de Kensington
Ruta para descubrir lo más exótico, glamuroso y políticamente incorrecto de uno de los barrios más 'british' de Londres, un domingo cualquiera
"¡Forget Vidal Sasoon!". David Tucker, un dicharachero y grandullón hijo de granjeros procedente de Wisconsin, con aspecto de Indiana Jones, nacionalizado británico y desde hace años guía turístico en Londres, anuncia entre divertido y socarrón una de las sorpresas que esconden (todavía) las sinuosas calles del barrio de Kensington: la peluquería de Anne Russell, estilista personal de Elizabeth Taylor durante más de una década. Hay más: masajes exóticos, una catedral con mensajes políticamente incorrectos, pubs verdaderamente históricos y los jardines colgantes de Babilonia, versión británica.
Los domingos al sol
Cruzar The Ring Exhibition Road permite alejarse de las aglomeraciones de Hyde Park (tumbonas incluidas frente a The Serpentine) un fin de semana con sol. Serpentear entre los setos y jardines que rodean el palacio de Kensington ayuda a entender por qué las princesas de Inglaterra gustaban de esta residencia alejada del estricto tufillo de Buckingham. Kensington Gardens no desmerece frente al vecino y omnipresente Hyde Park: el Serpentine Gallery Pavilion (www.serpentinegallery.org), diseñado en 2010 por Jean Nouvel, ofrece arte contemporáneo sobre las verdes parcelas (hasta marzo la muestra Turning the World Upside Down de Anish Kapoor) y también hay soláriums itinerantes frente al acuático perímetro del Round Pond.
Un palacio encantado
¿Puede convertirse una visita convencional a un edificio histórico en una "fashion performance"? Sí, solo hace falta un palacio encantado y en Kensington ahora hay uno. La que fuera residencia de siete princesas de la corona británica (la malograda Diana de Gales entre ellas) propone un nuevo concepto museístico que mezcla una ambientación moderna y atrevida con el clasicismo propio de sus estancias. Glamour y arte clásico (un vestido de gala de Lady Dí entre grandes óleos de corte) entre una decoración sacada, por qué no, de la última edición de ARCO. El conjunto está aderezado con efectos sonoros acordes con el encantamiento del recinto (algunos hasta dan yuyu) y actores con ropajes de época que interactúan con los visitantes.
También hay un juego por medio: adivinar a cuál de las siete damas reales corresponden cada una de las salas del recorrido por el palacio, entretenido, ligero y divertido. Ojo, hay premio al que resuelva los acertijos y hasta la posibilidad de fotografiarse en un trono real alternativo, cuyo diseño bien podría haber firmado Ágata Ruiz de la Prada.
300 años de celebraciones reales avalan el exquisito porte de la adyacente The Orangery (www.hrp.org.uk), una casa de campo de techos altos y amplios ventanales que la princesa Ana ordenó construir a principios del XVIII para poner fin al desastroso aspecto de los jardines de palacio. Actualmente propone uno de los refrigerios más british de la ciudad, que con sol (y en la terraza) resulta inmejorable.
La librería de T.S. Eliot
La casa donde una criada despechada se deshizo de un manuscrito del gran pensador británico, John Stuart Mill; el salón y la librería original de T.S. Eliot, el García Lorca británico por su transcendencia literaria, visible a pie de calle en Kensington Court Place; pequeños jardines privados, como el coqueto cuadrado verde de Kensington Square, que explican por qué esta es la capital más verde del viejo continente o los mejores sándwiches de la ciudad -David Tucker sentencia de nuevo- en Ottoemezzo, Thackeray Street.
Destripar los interiores de Kensington resulta fascinante porque por aquí pasa, en parte, la auténtica historia del crecimiento de Londres. El actual South end de Kensington fue en tiempos el límite sur de la ciudad, y el antiguo orfanato que hoy acoge la escuela de cocina Leiths (www.leiths.com) el más allá. El colindante Builders Arms (www.thebuildersarmskensington.co.uk) resultó imprescindible en la expansión hacia el sur y lo primero en construirse: en este pub bebían los obreros al final de cada jornada.
Intenso ladrillo rojo y casas victorianas rodeadas de vallas de hierro forjado; pórticos tallados en madera originales de 1700 y viviendas que conservan la entrada original para carruajes de caballos. El tranquilo paisaje urbano de Kensington atrapa al paseante y la colección de grabados que Gordon French expone es su pequeña Gallery 19 (www.gallery19.com) conforma un verdadero inventario del mismo: las fachadas más emblemáticas del barrio. Es un asunto serio, pues las propietarias de algunas de ellas son exigentes hasta lo extremo para que se reproduzca fielmente el color original de la puerta principal.
Bill, Ben, Splosh y Pecks
Los jardines colgantes ya no están en Babilonia, sino en el 99 de Kensington High Street. Pasear por The Roof Gardens (www.roofgardens.virgin.com) concede una perspectiva muy diferente de Londres: la de estar, literalmente, fuera de la ciudad. A seis pisos del asfalto de Kensington, se puede recorrer un amplio y floreado jardín andaluz inspirado en la Alhambra de Granada, respirar el coctel aromático (lirios, rosas y lavanda) del Jardín Tudor o saludar a Bill, Ben, Splosh y Pecks, los flamencos residentes en el English Woodland, tercero de los espacios verdes en los que se divide la terraza del Roof Gardens.
El edificio, levantado en 1930, vio florear sus jardines colgantes cinco años después, hasta ocupar un acre y medio de superficie (más de 4.000 metros cuadrados). En 2009 se acometió un completo lavado de cara que propició su reapertura para eventos y visitas gratuitas. Basta con informarse por teléfono (+44 0 207 937 7994).
Una planta más arriba, asomado literalmente a tan insólito espacio urbano, se encuentra el Restaurante Babylon (+44 0 207 368 3993; babylon@roofgardens.virgin.com), cuya dinámica carta ofrece de cuando en cuando nuevas muestras de hacia dónde se dirige la cocina británica contemporánea. Un privilegiado mirador gastronómico para un lunch en las alturas.
¿Humor británico...?
A silent and loudy woman is a gift of the Lord. El guía se mueve rápido entre los bancos de St. Mary Abbot Church (www.stmaryabbotschurch.org), en dirección a uno de los rincones del templo. Allí, las inscripciones políticamente incorrectas de algunas lápidas, como la referida, vuelven a provocar sus sonrisas. El silencio y la tranquilad de este templo resultan gratificantes tras el almuerzo. De finales del XIX y símbolo del más depurado gótico victoriano, fue testigo del auge demográfico que experimentó Londres en el XX: hubo que añadir extensiones a los bancos de los fieles para los días de overbooking. Actualmente aporta interesantes propuestas culturales al barrio, como conciertos gratuitos de clásica todos los viernes a cargo de los alumnos de la Royal Academic of Music (www.ram.ac.uk) de Marylebone Road.
Por la boca cura el pez
Desde la trasera de la parroquia arranca Kensington Church Walk, un callejón comercial que vuelve a destapar el tarro de las sorpresas de este barrio. En apenas unos pasos se puede admirar la exquisita colección de tocados femeninos de Gina Foster (www.ginafoster.co.uk); hacerse con sombreros de copa, bombines, trajes clásico y esmóquines de distinguidas marcas a precio de ganga en Hornet's (www.hornetskensington.co.uk), moda clásica para hombre de segunda mano, incluso uniformes colegiales a lo Angus Jones; o entrar en la antigua caballeriza que hoy acoge el salón de belleza de Annie Russell, de quien se afirma que fue la peluquera personal de Elizabeth Taylor durante muchos años.
El broche se encuentra al final del pasaje, ya en Holland street, donde se encuentra Aqua Sheko (www.aquasheko.co.uk), el primer fish spa de Londres. Durante 45 minutos (y por 45 libras), tratamiento relajante para los pies gracias a la incesante acción de un centenar de peces Garra Rufa, diminutos pedicuros con escamas de aguas cálidas procedentes de Kangal, en el interior de Turquía, que realizan un fino trabajo de exfoliación gracias a su desdentada y terapéutica boquita. Cosquilleo y posteriores andares ligeros garantizados.
GUÍA
Cómo llegar
» British Airways (www.britishairways.com) cuenta con siete vuelos diarios desde Madrid y nueve desde Barcelona Heathrow y London City. También vuela desde Málaga a Heathrow dos veces al día.
Dormir
» Jumeirah Carton Tower (On Cadogan Place, Knightsbridge, Londres). Telf.: +44 0 20 7235 1234. www.jumeirahcarltontower.com
» Jumeirah Lowndes Hotel (21 Lowndes Street, Knightsbridge, Londres). Telf.: +44 (0)20 7823 1234. www.jumeirahlowndeshotel.com
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