Para ponerse verde de envidia
Las mejores recomendaciones para disfrutar de la isla, y el encanto irlandés en todo su esplendor, de la mano de los lectores
San Patricio, patrón de Irlanda y festividad conocida mundialmente, está a la vuelta de la esquina, y el verde cobra protagonismo absoluto a lo largo y ancho del globo. Para que disfrutes al máximo del excelente ambiente que despliega esta celebración, EL VIAJERO recopila las mejores recomendaciones de los lectores para planear una escapada a la isla en fechas tan señaladas. Pintas en el pub, increíbles parajes naturales y verde, mucho verde, protagonista de los festejos y paisajes irlandeses.
1. Dublín, un clásico
El destino más visitado por los viajeros es la capital irlandesa. Y es que, tal y como explica David Molina, Dublín "es distinta" y en esta ciudad se percibe una "sensación de acogida" que hace al viajero disfrutar al máximo de su estancia en ella. Este lector recomienda especialmente no perderse el "festival de ostras y Guinness", una cita "imprescindible".
Para aquellos que no sean unos amantes de tan distinguidos molúscos, María Ángeles Toledo sugiere disfrutar de una lujosa cena en Chapter One en Parnell Square, un restaurante que presume de estrella Michelín y en el que, a pesar de los 100 euros que puede costar la cena y la necesidad de reservar con bastante antelación, "merece la pena" por su encantador servicio y sus excelentes platos. Para aquellos que no dispongan de tanto presupuesto, esta viajera recomienda Ciao Bella Roma, en la calle Parliament, donde por 10 euros podréis degustar un buen menú. Asimismo, y para los más nostálgicos, María Ángeles propone probar la paella de Da Pino o unas tapas en Market, situado en la calle George, y en el Morgan de Temple Bar.
En esa misma zona está el Thunder Road Café, un bar de "moteros" en el que, según Francisco Lafuente, puedes pasar de un menú tex-mex a disfrutar de los mejores cócteles ya avanzada la noche.
Para Andrea Irujo, lo mejor de la famosa Fábrica de Guinness está en la quinta planta, donde hay un restaurante, una galería y una pequeña barra donde "te enseñan como tirar correctamente una Guinness". Y en la séptima, el bar Gravity permite disfrutar de una increíble panorámica de Dublín mientras tomas una pinta Guinness, gracias a una cristalera de 360 grados. El resto, asegura Andrea, no merece demasiado la pena, ya que los "14 euros que cuesta la entrada" se convierten en una visita basada "en contar los ingredientes e historia de esta cerveza y resulta casi aburrido".
2. Cork, tierra de leyendas y gnomos
Esta ciudad al suroeste de Irlanda destaca por la catedral de San Finbarr y, sobre todo, por los tres chapiteles que "son una de las señas de identidad más representativas del condado de Cork", explica Ángela Ruíz. Además, esta viajera nos cuenta que la catedral no está exenta de leyendas. Una de ellas cuenta que el ángel de cobre, donado por uno de los arquitectos que la reconstruyó, sólo se caerá cuando llegue el fin de mundo. Y es que en esta tierra de leyendas y gnomos, cada lugar tiene una historia fantástica.
Pero esta ciudad es además un lugar lleno de vida nocturna. Juan García Rivas sugiere varios lugares para divertirse en las noches de Cork, desde discotecas como The Savoy, Fast Eddies, Rafterz, Cubins, Havana Browns y The Qube, hasta bares más tranquilos donde tomar unas copas, como Old Oak y An Bróg en la calle Oliver Plunkett.
3. Islas Arán, acantilados y fortalezas
Óscar Rodríguez Tapia pinta este archipiélago formado por Inis Mór, la mayor de las islas,Inis Oírr e Inis Meáin. Acantilados de hasta 200 metros que convierten esta zona es un escenario magnífico para realizar excursiones, tanto a pie como en bicicleta, así como restos de antiguas fortalezas celtas "con más de dos mil años de antigüedad". Este viajero cuenta que la más importante es la de Dún Aonghasa, que consta de un gran semicírculo de piedras en el extremo de un acantilado.
Para dormir, Sandra Rego recomienda dos buenas alternativas de camino a las islas: Doolin, una granja famosa por su música, el albergue Aille River Hostel, donde por 20 euros la noche podrás descansar en una habitación compartida llena de literas. Eso sí, Sandra avisa: "las habitaciones no son mixtas".
4. Condado de Offaly
Mary Cejudo nos traslada hasta el conjunto monástico de Clonmacnoise, un asentamiento paleocristiano que también cuenta con una abadía. Este "prestigioso lugar de enterramiento rodeado por una ciénaga" se encuentra a orillas del río Shannon. El monasterio, situado en un montículo natural y rodeado de diversas construcciones en ruinas, lápidas y cruces celtas, alberga en su interior un museo donde, según comenta esta lectora, se encuentran las Sagradas Escrituras.
Además, Mary nos introduce en lo peculiar de este lugar a través del encuentro que vivió durante su visita. Mientras caminaba sola por la zona oyó un ruido y al girar vio a un muchacho saltando el muro que rodea el monasterio. "Iba vestido con un pantalón gastado y suéter muy pasado de moda. Miró alrededor y al comprobar que yo era la única persona en el lugar se me acercó y sonriendo me preguntó que de dónde era. De las Islas Canarias, le dije. ¡Ah! -volvió a sonreír- donde siempre hay sol, y continuó una retahíla de nombres de lugares de España, citándome algunas características. Como aquello me sorprendió en labios de alguien con una apariencia tan humilde y que, posiblemente, nunca había abandonado aquel apartado lugar, fui yo la que le preguntó si los conocía. No, me contestó, no he estado en ningún país, ni siquiera en el mío, pero siempre vengo aquí y charlo con los turistas. Me cuentan de donde vienen y como son sus países y eso es lo que sé...".
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