15 fotosInmigraciónMujeres y niños en la ruta canariaLas mujeres y los menores representan un tercio de los llegados a las islas en lo que va de año. Varias de las últimas travesías han acabado en tragediaJavier BauluzMaría Martín28 mar 2021 - 12:10CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLa reanimación de una niña maliense de 24 meses el pasado día 16 de marzo en el puerto de Arguineguín expuso una vez más la peligrosidad de la ruta hacia las islas Canarias. La niña acabó muriendo cinco días después, tras una semana de desembarcos marcada por la presencia de mujeres y niños muy pequeños.Angel Medina G. (efe)“Llevo más de 25 años trabajando aquí y nunca había visto nada parecido”, explicaba esta semana la directora gerente del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, Alejandra Torres. Se refería a la situación de los hospitales de Gran Canaria en los que este viernes aún había una mujer en cuidados intensivos con pronóstico reservado y 11 menores y siete adultos hospitalizados con evolución favorable.Javier BauluzLas mujeres suponen ya un 13% de las más de 3.000 personas que han desembarcado en lo que va de año en el archipiélago canario, mientras que los niños y adolescentes superan el 20%. A principios del año pasado también se vivió un repunte de mujeres y niños, pero las tragedias de los últimos meses han vuelto a poner el foco en los migrantes más vulnerables. En la imagen, un miembro de Salvamento reparte mascarillas entre los migrantes tras un rescate.Javier BauluzEl 23 de enero se vivió uno de los desembarcos más duros de los últimos meses en el muelle grancanario Arguineguín. La embarcación rescatada cargaba 22 mujeres, tres niños y 11 hombres. Una proporción de mujeres poco común en las pateras que llegan a España.Javier BauluzLos ocupantes de la patera del 23 de enero, en la imagen, llegaron en muy mal estado, cubiertos de vómito y con quemaduras y los servicios de emergencia tuvieron que bajarlos en volandas. Del puerto, la mayoría fueron trasladados al campamento policial de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria. En este lugar, un conjunto de carpas sobre tierra, no deberían pasar más de 72 horas, pero el plazo se supera constantemente porque no se les deriva a otros recursos para cumplir con las cuarentenas.Javier BauluzUna de las constataciones que hizo el Defensor del Pueblo en su último informe monográfico sobre la situación en las islas fue la permanencia de niños bajo custodia policial. Por el campamento de Barranco Seco, por ejemplo, del 29 de noviembre al 1 de febrero, habían pasado 5.564 personas, entre las que se encontraron 526 menores de edad. La situación se repitió en otras islas. En la imagen, una sanitaria toma en brazos a uno de los niños desembarcados el pasado 21 de enero.Javier BauluzLa llegada de mujeres y niños, tanto a las islas como al resto del territorio español, suponen un desafío para las organizaciones humanitarias y las autoridades. El sistema de recepción y acogida, como ha denunciado en repetidas ocasiones el Defensor del Pueblo, no está preparado para atender sus necesidades específicas.Javier BauluzOtra de las tragedias de los últimos meses se vivió en el muelle de Arguineguín, el pasado 16 de enero. Salvamento Marítimo rescató una patera en la que había fallecido un niño de nueve años cuyo cadáver tiraron al mar. En la imagen, la madre del pequeño y de su melliza, en estado de shock, tras su rescate.JAVIER BAULUZEspaña no ofrece una alternativa a la detención durante las primeras 72 horas para los migrantes que llegan en patera, aunque desembarquen en muy mal estado de salud. Los que no son derivados al hospital, acaban en dependencias policiales, incluidos mujeres y niños.JAVIER BAULUZLa llegada de mujeres y niños tensa las costuras de un sistema pensado para hombres solos. Un centenar de familias, sobre todo mamás solas, esperaban el pasado mes de febrero en las islas a que la Policía científica enviase los resultados de las pruebas de ADN que demostrasen que eran las verdaderas madres de sus hijos. En la imagen, varias mamás en la puerta del centro de acogida en Gran Canaria en el que llevaban hasta cinco meses aguardando el resultado de la prueba para poder seguir su camino hacia el continente.JAVIER BAULUZEn la imagen, Mabinty, una profesora guineana de 28 años posa con su hija en Gran Canaria. A finales de febrero, cumplió cinco meses esperando una prueba de ADN para la que ni siquiera recordaba que le hubiesen tomado las muestras necesarias. Su ruta comenzó en 2019 junto a su marido. Trabajaron en las conserveras de Dajla, pero el dinero que ganaron solo cubrió el viaje de la mamá y la niña. El marido aún espera para poder embarcar.Javier BauluzEl pastor Ángel Manuel Hernández lleva más de un año acogiendo a migrantes en un centro de su iglesia en Fuerteventura. En la imagen, una niña juega con un balón en el patio en presencia de su madre, el pasado mes de octubre.JAVIER BAULUZLas mujeres y los niños son los perfiles prioritarios para ser derivados a la Península por tratarse de los más vulnerables. Su traslado, sin embargo, ha sido lento y poco transparente. Durante meses, se han acumulado mamás con sus hijos en hoteles y centros de acogida de las islas. En la imagen, un grupo de mujeres migrantes en el recinto que gestiona el pastor Ángel, en Fuerteventura.JAVIER BAULUZTras viajes que pueden prolongarse varios meses e incluso años, las mujeres comienzan otra odisea, la de marcharse de las islas y reunirse con sus familias en la Península o en otros países de la Unión Europea.Javier BauluzLas Puntas, municipio de la Frontera, en la isla del Hierro (Canarias). Paco, el marido de Marisa Febles con Nau (nombre ficicio de un niño de dos años subsahariano llegado en patera) es el primer menor migrante no acompañado que acogen. La familia lleva en el sistema de acogida desde el año 2010, ha acogido a más de 10 menores. 08-01-21Miguel Velasco