
Controvertidas, boicoteadas o desastrosas: 12 actuaciones musicales difíciles de olvidar
Hace 25 años Jarvis Cocker se subió al escenario en pleno número de Michael Jackson para denunciar un trato de favor hacia el cantante. Desde entonces, las galas de premios son pasto para la polémica cuando las luces se apagan y alguien sale a cantar (o, al menos, lo intenta)


Basta con echar un ligero vistazo al pasado para entender lo rápido que avanzan las sociedades y el largo camino que todavía queda por recorrer. En 2013, cinco años antes de que movimientos como el #MeToo o Time’s Up regaran de reivindicación la industria del cine y sus principales galas de premios, veíamos normal que una ceremonia con la atención mediática de los Oscar comenzara con un número musical llamado We saw your boobs (Hemos visto tus tetas). El actor y creador de series como Padre de familia, Seth Macfarlane, anfitrión de aquella edición, consideró hilarante repasar los destapes cinematográficos de las mayores actrices de Hollywood –de ellos, nada claro–, desde Jodie Foster y Meryl Streep hasta Penélope Cruz o una Kate Winslet a la que acusaba de desnudarse demasiado. Una actuación denunciada después por compañeras como Geena Davis o Jamie Lee Curtis, que publicó una carta en el Huffington Post calificándola de “ofensiva, cruel y propia de un niño de 14 años”.
Getty Images
Indiscutible candidato a ser considerado como uno de los momentos más importantes de la historia de la música reciente, el beso entre Madonna y Britney Spears en los premios MTV Video Music Awards “hizo que el mundo explotara”, como aseguraría después el manager de esta última. La reina del pop, escoltada por sus sucesoras, quiso homenajear aquella interpretación icónica de Like a virgin en la edición de 1984 de los premios y lo que consiguió fue dejarnos para el recuerdo un instante televisivo del que se sigue escribiendo y teorizando hoy en día. La mayor perjudicada en todo este embrollo fue Christina Aguilera, de la que casi nos perdimos su beso con Madonna porque el realizador televisivo apostó por el morbo de centrarse en el indisimulado mosqueo de Justin Timberlake –que acababa de romper con Spears y estaba siendo el gran triunfador de la noche– en el patio de butacas. “Sinceramente, en ese momento no me pareció nada impactante. Para mí fue como, ‘Dos chicas besándose, pues vale’. No me pareció chocante entonces y no me lo parece ahora”, sostuvo Aguilera en una entrevista ofrecida el pasado año.
Getty Images
Sin lugar a dudas, la actuación más desastrosa, pero a la vez hilarante y recordada de la última década en los premios Goya. Allá por 2012, y con Juan Manuel Montilla ‘El Langui’ –ganador del galardón por El truco de manco– como MC, los espectadores de la ceremonia tuvimos que asistir a una batalla de gallos protagonizada por actores como Javier Gutiérrez, Juan Diego o Tito Valverde, que hicieron gala de sus alarmantes carencias como raperos. No era el caso de un Antonio Resines que ni siquiera se aprendió la letra, pero que demostró talento como freestyler hilando onomatopeyas sin sentido que concluían con “y ese premio lo ha ganado al hacer de Rafael un carnicero castrado”. Nueve años después resulta imposible contener la sonrisa en cada nuevo visionado.
Cordon Press
Ni las camisas hawaianas, ni los rizos dorados, ni las vibras surferas consiguieron que el catalán Manel Navarro encandilara al público de la edición de 2017 de Eurovisión. Apenas cinco puntos del televoto rascó con su tema Do It For Your Lover, obteniendo el peor puesto histórico de España en el festival y dejando para la historia un infame gallo en el clímax musical de la canción. Un error que dio pie a hordas de memes y burlas hacia el cantante, que en diferentes ocasiones se ha referido a lo traumático de la experiencia. “Gente del ámbito televisivo se portó muy mal conmigo. Al principio sí que hubo personas a las que no podía ni ver”, relató en una entrevista radiofónica. A decir verdad, la cosa ya no pintaba bien desde el mismísimo proceso de selección, cuando Navarro dedicó en pleno directo un corte de mangas a los eurofans descontentos con su nombramiento como representante de España en el certamen.
Getty Images
“Un crimen para la cultura pop”. Así de severa fue la crítica que la revista Rolling Stone dedicó al espectáculo perpetrado por Robin Thicke y Miley Cyrus en los premios MTV Video Music Awards de 2013, tan controvertido que incluso se alzó como el evento más comentado en Twitter hasta la fecha. Los más de 300.000 tuits escritos al respecto en apenas unos minutos compartían su asombro por lo sexualizado de una actuación en la que Cyrus, de solo 20 años y vestida con un bikini, hacía twerking frente a Thicke, de 34, al ritmo de su controvertido exitazo Blurred lines. Aunque el cantante –hoy denostado por la industria– quiso echarle la culpa a su compañera, la artista acusó a Thicke de haberle pedido “aparecer lo más desnuda posible”, además de sugerirle movimientos en la coreografía. Un episodio que “cambió la vida” de Miley Cyrus y que señala como el detonante de su activismo político.
Getty Images

“Fue el momento más terrorífico de mi vida. No podía respirar. No podía sentir ni mis manos”. Varios años antes de que un nervioso Bradley Cooper se sentara frente a un piano junto a Lady Gaga para encandilar al mundo, otra estrella sin aparente experiencia musical, Gwyneth Paltrow, fue la protagonista de la gala de los premios Oscar de 2011. La actriz interpretó una balada de la película Country Strong, nominada a la mejor canción, y, a tenor del resultado, Dolly Parton puede estar tranquila con la vigencia de su puesto de trabajo. La propia Paltrow relató en Variety el mal rato que pasó sobre el escenario: “Nunca me había sentido así. No era capaz de andar. Estaba hiperventilando y no conseguía llegar ni hasta mi marca. Mi cuerpo se rindió”.
Getty Images

Si ya resultaba arriesgada la apuesta de Daniel Diges con Algo pequeñito, aquella balada a medio camino entre el vals y lo circense con la que representó a España en el festival de Eurovisión de 2010, la dificultad se dobló cuando un espontáneo boicoteó su actuación en el certamen. El bufón profesional llamado Jimmy Jump irrumpió en el escenario y bailoteó durante varios segundos junto a Diges y el resto de bailarines, que supieron mantener la calma, derrochar profesionalidad y continuar con el show como si tal cosa. “Pensé que era un terrorista y me quedé en blanco, temblando, pero después me crecí", explicó el cantante en su vuelta a la capital, que repitió su actuación y consiguió un meritorio decimoquinto puesto. El fallo de seguridad supuso un escándalo en el país anfitrión, Noruega, cuyos medios calificaron lo sucedido de “bochorno nacional”. A Jimmy Jump la mediática broma le salió barata: pagó solo 1.800 euros como multa.
Getty Images
Además de ser una habitual en las listas de las películas ganadoras del Oscar que, sin embargo, se consideran sobrevaloradas, aquella amalgama de historias cruzadas sobre el racismo llamada Crash tiene el honor de haber perpetrado uno de los peores números musicales de la gran fiesta del cine internacional. Fue en la edición de 2006 cuando la actriz y cantante Kathleen ‘Bird’ York, nominada por el tema In the deep de la banda sonora del filme, se subió al escenario del por entonces Dolby Theatre con una de las puestas en escena más literales y fallidas que se recuerdan: un coche ardiendo tras ella, bailarines de diferentes etnias moviéndose cual zombis… “Todo un desastre”, según medios como Indiewire.
Getty Images
“Y vente al cine/porque no hay nada igual/y vivirás mil vidas /y mucho, mucho más”. Con estribillos como este no es de extrañar que, al menos para Mikel Iturriaga (El comidista), la actuación perpetrada por Manel Fuentes y un grupo de siete intérpretes españoles en los Goya de 2014 fuera merecedora del “primer puesto en la lista de los horribles números musicales de la historia de los premios”. Ni Fuentes, con más rímel que el maestro de ceremonias del Kit Kat Club de Cabaret, ni nombres curtidos en la música como Adrián Lastra o Lucía Jiménez pudieron levantar este momento inenarrable e inaudible, ya que hasta la música de la Orquesta Sinfónica de RTVE brilló por su ausencia en la mezcla emitida por televisión. Por fortuna, la Academia aprendió la lección y ahora deja en manos de estrellas como Rosalía, Amaia o Aitana sus números musicales.
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