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Chen Xiangwei, el chino falangista Chen Xiangwei, de 42 años, regenta el bar Oliva desde hace una década, en el madrileño barrio de Usera. El local pertenece a la ruta 36, un recorrido por los bares de estética ultraderechista, y es una mezcla de tasca y museo al culto del partido de Primo de Rivera. El País visita este local la semana en la que se procederá a la exhumación del dictador. Chen Xiangwei llegó a España en 1999. En aquellos años andaba lejos de ser un 'pata negra' del franquismo. En 2009, se convirtió en propietario del bar Oliva, una taberna abierta en 1926 y situada entre pisos de protección oficial y votantes de Unidas Podemos. IAGO CORTÓN Tras esa barra en la que pasó mucho tiempo sirviendo cañas y carajillos, Chen aprovechó el tiempo para escuchar a mucha gente mayor que le contó cómo era su vida con Franco: “Los clientes me enseñaron a querer a Franco, también Internet”. Los relatos reaccionarios de esa clientela le desataron su fervor por el "Generalísimo". IAGO CORTÓN El monumento favorito de Chen, lógicamente, es el Valle de los Caídos. “Me encanta. Ningún político de los de ahora ha hecho nada parecido y además mucha gente lo quiere cerrar porque da mala imagen. Pues que primero tiren abajo la Alhambra, que la hicieron los moros cuando conquistaron España”, espeta Chen. IAGO CORTÓN En 2013, míster Chen, 'Paquito', como algunos amigos lo llaman ahora, decidió darle un lavado de cara integral a su local y convertirlo en un templo al culto de Franco. IAGO CORTÓN En la actualidad, el local es muy reconocible desde la plaza de Legazpi por el color rojigualda de su fachada. En la taberna, se mezclan las patatas bravas, chopitos y chorizo a la sidra con las fotos del dictador, banderas con el águila de San Juan y demás elementos de estética fascista. IAGO CORTÓN Chen asegura que todos los objetos franquistas que hay en el local son "donaciones de gente que le tiene cariño". Hasta la mismísima Carmen Martínez-Bordiú, la 'nietísima' del dictador, le ha llevado algunas de esas 'reliquias'. IAGO CORTÓN El bar Oliva pertenece a la conocida como ruta 36, un periplo que reúne a los siete bares españoles de corte falangista. Entre otros las paradas más famosas de la ruta destacan Casa Pepe, en Despeñaperros, y Casa Javi, en Guijuelo. IAGO CORTÓN Toda la parafernalia fascista que Chen exhibe en su bar le sirvió para ser condecorado por la Fundación Francisco Franco como caballero de honor. IAGO CORTÓN La distinción de caballeros y damas de honor se otorga a aquellas personas que realizan una "labor destacada en la defensa de la verdad histórica y de la memoria del Caudillo y de su gran obra", según la Fundación Francisco Franco. IAGO CORTÓN Chen Xiangwei, casado con una ciudadana china y padre de 3 hijos españoles, decidió llamar al más pequeño de sus hijos Franco Chen. “Es un homenaje para que la gente recuerde a Franco, para que en España cambie algo. Quiero que mi hijo haga algo importante, como lo que hizo Franco para mejorar España”, afirma Chen. IAGO CORTÓN Chen muestra feliz un boleto de lotería del Movimiento Católico Español mientras recuerda en su rudimentario español lo que para él fueron los grandes logros del dictador: "Franco hizo pantanos, creó la sanidad, la jubilación, dejó el país sin deuda". IAGO CORTÓN Algunos parroquianos le aplauden sus comentarios ultras. Sin embargo, otros solo van a consumir su más que aceptable tortilla de patatas o a comer sus generosos pinchos con los que acompaña las consumiciones. IAGO CORTÓN Chen se muestra reacio a ampliar sus conocimientos sobre la historia de España pero cuando conversa con clientes de ideologías diferentes, les recomienda la lectura de ese tipo de libros. El consejo suele ir acompañado de comentarios xenófobos, sexistas y homófobos. IAGO CORTÓN Chen Xiangwei anhela volver a lograr una España "grande y libre, que sea la envidia del mundo occidental". En la imagen, el falangista mandarín imita el saludo fascista a la entrada del bar Oliva. IAGO CORTÓN