La reina Letizia inaugura en Valencia un centro de referencia mundial sobre alimentación urbana

El Cemas, liderado por la FAO y el Ayuntamiento, promoverá prácticas sostenibles para abastecer de comida a los habitantes de las ciudades, que en 2050 serán el 68% de la población global

El huerto de rábanos que comparte Chelo Soler con familiares en Font d'Encorts, en Valencia.JOSÉ LUIS INIESTA - EYEPHOTOGRAPHY (CEMAS)
Valencia -
Más información
Valencia presenta ante la ONU el Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible
Valencia, sede del debate sobre la alimentación en las ciudades
“La alimentación es demasiado importante para dejarla en manos de los grandes mercados”

Desde su huerto de rábanos se divisa al fondo la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Puro campo en contraste con edificios singulares conviviendo en apenas unos kilómetros. Chelo Soler lleva 20 años cosechando las tierras que le dejó su suegra, y cada día que el tiempo le permite trabajar, se embarra si hace falta hasta las rodillas para sacar su producción y venderla de tres a siete de la mañana en un espacio habilitado para pequeños agricultores en Mercavalencia. Allí disponen directamente sus hortalizas a tiendas, restaurantes o quien quiera ahorrarse los intermediarios y confiar en su producto. Ella es heredera de una tradición que se remonta al siglo XIII y se llama la Tira de Contar, una estructura que protege a los pequeños agricultores y fomenta la venta de alimentos frescos y de proximidad. Modelos del pasado que se revalorizan ahora y se recomiendan como sistemas alimentarios dado que la presión de las grandes industrias, la volatilidad de los precios o el cambio climático influyen en la seguridad alimentaria.

Este lunes ha dejado su ropa vieja, con la que cuenta que trabaja tan cómoda y contenta en el huerto, y se muestra exultante con su camisa de flores como invitada a la inauguración del Centro Mundial de Alimentación Urbana Sostenible (Cemas) celebrada este lunes en Valencia y presidida por la reina Letizia Ortiz, que es embajadora especial de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para la nutrición. "Me parece fenomenal que se levante aquí esta iniciativa. Desde que ha empezado, no paro de aprender", dice simpática Soler. Tras el evento, la agricultora ha estado hablando un rato con el director general de la FAO, José Graziano da Silva, entidad que lidera el centro, junto al Ayuntamiento de Valencia, y frente al que se izó la bandera de la ONU. Coinciden en enfoques sobre los mejores métodos para su sector.

Graziano mencionó en su discurso la urgente necesidad de promover el consumo de productos frescos, de cercanía, nutritivos y diversos para cambiar los sistemas alimentarios y evitar que aumente la cifra de 830 millones de personas obesas y cerca del doble con sobrepeso en todas las regiones del mundo. "La gente cada vez come peor, y el motivo fundamental es que los sistemas alimentarios actuales fomentan el consumo de alimentos ultra procesados, altos en sal, azúcar, grasas saturadas e ingredientes artificiales", repite hasta la saciedad Graziano en el que será su último acto internacional antes de dejar su cargo la próxima semana.

Se podrán compartir tanto éxitos como fracasos, para que haya un intercambio de ideas y puedan aprender unas localidades de otras"

Enrique Yeves, director de la FAO en España

Para promover estas nuevas estrategias de alimentación sostenible en las ciudades, unificarlas, catalogarlas y difundirlas, se ha inaugurado el Cemas con la mirada puesta en que cerca del 55% de la población mundial vive en zonas urbanas, el 68% lo harán en 2050, y que es en ellas donde se consume alrededor del 80% de los alimentos producidos. "Llevamos muchos años trabajando en el sector de la agricultura y no habíamos reparado en las ciudades, donde vive la mayoría de las personas, consumen y se alimentan", declara Enrique Yeves, recién nombrado director de FAO en España, que también estuvo durante la presentación de esta iniciativa en la ONU el pasado febrero.

"Este centro es el resultado de más de cuatro años de trabajo y servirá para recoger experiencias en distintas partes del mundo. Se podrán compartir tanto éxitos como fracasos, para que haya un intercambio de ideas y puedan aprender unas localidades de otras", apunta Yeves, que ejemplifica que se tratarán temas de etiquetado, de alimentación escolar, de desperdicios, de calidad de los alimentos, de apoyo a la agricultura familiar, o cómo en algún sitio determinado se resolvió alguna cuestión de intoxicación alimentaria. "También servirá para saber qué información requieren más los Ayuntamientos, qué demandas hay y optimizar los esfuerzos", añade.

Queda una tarea ingente por hacer para la que se requerirá personal y financiación. Los planes de sus impulsores contemplan que el máximo número de Ayuntamientos conozca que existe este centro, así como las experiencias que serán volcadas en una base de datos y se traducirán a distintos idiomas para que a un edil de una isla de Indonesia le puedan servir, por ejemplo, las iniciativas que la alcaldesa de Túnez ejecuta para atraer a los turistas a los restaurantes locales frente a los de las grandes cadenas.

Izado de la bandera de la ONU, frente al Cemas, en La Marina de Valencia.Ayto de Valencia

"Es un momento hermoso para constatar la esencia de la civilización. Si hay tecnología para acabar con la humanidad, tiene que haberla para alimentar al mundo", reflexiona Vicente Domingo, director del Cemas, que moderó un debate con la activista ecofeminista india Vandana Shiva y el premio Nobel de la Paz 2007, Edward Rubin. Ambos alertaron de la necesidad de una transformación del modelo actual, basado en combustibles fósiles, deforestación, dominación de las grandes multinacionales y desatención a una alimentación sana. "No podemos dejarlo todo al mercado, solo contemplan los beneficios, no la calidad", señaló Shiva.

En esa línea habló también el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que con crudeza señaló que mientras que pronunciaba las palabras de su discursos, miles de personas morían de hambre. "Una de las muertes más dolorosas y humillantes que cualquier persona puede sufrir", dijo. "Y en estos mismos minutos, unas ocho toneladas de alimentos van a ser tiradas a la basura sin haber sido consumidas. Muchos han recorrido miles de kilómetros, en muchos casos congelados, para después no ser ingeridos por nadie", reseñó en el edificio que acogerá el Cemas, en la Marina de Valencia, desde donde se ven centenares de contenedores que atracan en el puerto de la ciudad, a apenas unos metros.

"Piénsenlo. Nunca antes hemos tenido la posibilidad de ser la primera generación que erradique el hambre", alentó Ribó. Se necesita aliento. Solo el cambio climático, que actúa con más virulencia en latitudes más céntricas, ya lo percibe Soler en su cosecha de rábanos valencianos. "Buf, se nota muchísimo. Ya el género no sale como era hace 20 años. Antes se necesitaban 30 días para recolectar, ahora están en 20 y no salen igual, hay más bichos, casi no hay frío, hace todo el año calor, no es lo mismo", concluye la agricultora que compagina su trabajo en el huerto con el de monitora de comedor porque el primero no le alcanza. Otro de los retos: que la agricultura sea rentable, en el campo y en la ciudad.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aquí a nuestra newsletter.

Sobre la firma

Más información

Archivado En