Halima Aden, la modelo musulmana que rompe barreras y crea polémica
Comparte representantes con Gisele Bündchen, las hermanas Hadid o Karlie Kloss y es amiga de Gigi Hadid y Paris Jackson. Su posado en 'burkini' en 'Sports Illustrated’ ha generado opiniones encontradas
"No te cambies a ti misma, ¡cambia el juego!". Así comienza el texto que Halima Aden, de 21 años, ha escrito en Instagram sobre su posado en el nuevo número de baño de Sports Illustrated, que saldrá a la venta el 8 de mayo. En las imágenes, realizadas por el fotógrafo Yu Tsai, la modelo musulmana viste distintos hiyabs y burkinis que solo dejan al descubierto el óvalo de su rostro y sus manos y pies. Hace no tanto tiempo, ser retratada con gesto sensual y un escueto biquini en esta edición especial de la revista (que catapultó profesionalmente a tops como Kate Upton o Christie Brinkley) solía estar reservado a un tipo muy concreto de belleza femenina, por lo que la sesión de Aden alcanza nuevas cotas de inclusión y representatividad. Sin embargo, en las redes sociales no todo el mundo lo ha visto así: algunos usuarios opinan que aparecer en una cabecera destinada al consumo masculino y cubrirse con hiyab son conceptos antagónicos, y otros rechazan que el burkini (una prenda muy polémica que en 2016 llegó a prohibirse en ciertas ciudades de Francia) pueda considerarse un símbolo de avance o progreso. "Las jóvenes con hiyab deberían tener mujeres a las que admirar en cualquier industria", ha asegurado ella a la BBC.
Aden es hija de padres somalíes que huyeron de la guerra en su país, y nació en un campo de refugiados en Kenia. La familia recibió asilo en Estados Unidos cuando Halima tenía 7 años, y acabaron recalando en St. Cloud (Minnesota), la ciudad que todavía considera su hogar. Al terminar el instituto (donde fue la primera musulmana con hiyab en ser nombrada 'reina del baile'), en 2016 se presentó al concurso de belleza Miss Minnesota. Hasta entonces, ninguna chica había participado en él con pañuelo y burkini. Aunque no ganó, el certamen le sirvió para que que Carine Roitfeld se fijara en ella y la incluyera en el que fue su primer editorial de moda, con Mario Sorrenti tras el objetivo. "También estaban Gigi [Hadid], Paris Jackson y Candice Swanepoel; nunca lo olvidaré -contó a Elle UK-. Paris me dijo: 'Cuando estés en Los Ángeles mándame un mensaje y salimos'. Me acogió inmediatamente, y Candice igual. Me dijo: 'Nunca sientas que necesitas cambiar'".
No es de extrañar que su lema sea 'no tengas miedo de ser la primera'. La musulmana también rompió moldes al firmar con IMG, la poderosa agencia que representa a Gisele Bündchen, las hermanas Hadid o Karlie Kloss (negoció con ellos condiciones como no vestir nada que revelase piel o tener su propio cubículo para cambiarse de ropa). Y lo mismo se aplica a las pasarelas (su debut en 2017 para Yeezy, la firma de Kanye West, sería el primer desfile de muchos), la publicidad (ha hecho campañas de Nike o Fenty Beauty) y las revistas de moda: Allure, Vogue Arabia, el Vogue y el Elle británicos o Paper ya le han dedicado su portada (en todas, sobra decirlo, posa siempre con hiyab). Además, la modelo acaba de presentar en la Modest Fashion Week de Estambul su primera incursión en el diseño: una colección de hiyabs y turbantes para la plataforma online de moda recatada Modanisa. Muchas firmas occidentales también le están haciendo guiños a un mercado que, según The Business of Fashion, en 2021 valdrá unos 328.000 millones de euros.
Aden también es embajadora de UNICEF y su plan de futuro pasa por combinar moda y activismo (o, en sus palabras, "lo divertido y lo importante"). El pasado verano regresó al campo de refugiados donde nació para impartir una charla TED, y en entrevistas ha incidido en la idea del hiyab como símbolo de libertad de elección y no de opresión. En febrero de 2018 lo explicaba así en S Moda: "Es muy triste que la gente sienta miedo del hiyab. No entiendo que se vea como una imposición a las mujeres, yo escojo llevarlo cada día. Incluso cuando trabajo como modelo, soy la única que puede decir qué lleva y qué no sobre la pasarela, así que tengo mucha elección. En ninguna sociedad se juzga a los hombres por su ropa, pero para las mujeres no hay manera de ganar. Mis amigas que la llevan provocativa se enfrentan al slut-shaming [que les llamen putas] y si te tapas, te critican por taparte". También se ha marcado como meta convertirse para las jóvenes musulmanas en el referente que ella no encontraba en los medios. "Creciendo en Estados Unidos nunca me sentí representada, porque nunca pude hojear una revista y ver en ella a una chica con hiyab", dijo en Sports Illustrated. En la revista Paper animó a la siguiente generación a "soñar a lo grande", y manifestó que quería ver a una mujer con hiyab "en la gala del Met". Cuando esto ocurra, muy probablemente sea la propia Halima quien haya sentado, de nuevo, el precedente.
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