“Aparte de ser un lugar emblemático, para nosotros el Mercado de San Miguel tiene un vínculo emocional fuerte”, contaba Jordi Roca el pasado jueves, en la fiesta inaugural de los nuevos puestos de San Miguel, entre los que se encuentra Rocambolesc. En 2010, Michelin desveló en este lugar el ranking de sus codiciadas estrellas para ese año: fue la primera vez que el Celler de Can Roca, restaurante de los hermanos Roca en Girona, se hizo con el triple galardón: “Eso supuso la consolidación de nuestro proyecto, por lo que ahora estoy encantado”.ÁLVARO GARCÍALas barras centrales las lleva ahora Grupo Arzábal. Otras novedades son Ahumados Domínguez, con más de 60 años de historia, o Café Negro, que entre sus variedades incluye café nitrogenado.ÁLVARO GARCÍAAlgunos nuevos nombres de San Miguel traen Estrellas Michelin al forjado del mercado. A Roca se suman Rodrigo de la Calle, que acaba de inaugurar nueva sede de El Invernadero en la capital; Roberto Ruiz, de Punto MX, que lleva tacos y sabor mexicano; o Ricardo Sanz, de Kabuki, y que se pondrá al frente de una barra de sushi.ÁLVARO GARCÍAEl mercado es originario de principios del siglo XX. En 1999 se invirtió casi un millón de euros (150 millones de pesetas) en su cuidada renovación, pero los puestos no dejaban de echar el cierre. Estuvo al borde de la desaparición hasta que la sociedad El Gastrónomo de San Miguel se hizo con los 75 puestos vacíos que quedaban con la finalidad de actualizarlo.ÁLVARO GARCÍAAdemás de renovarse, el mercado cumple 10 años —se reinauguró en 2009— convertido en lugar de peregrinación de la capital: el año pasado recibió ocho millones de visitas, según los propietarios; una media de 200.000 personas al día. En julio de 2017, la 'joint venture' Iberian Ventures adquirió 30 de los locales, entre ellos, alguno de los que se renuevan ahora.ÁLVARO GARCÍAEl Mercado de San Miguel se erigió entre 1913 y 1916 según un proyecto del arquitecto Alfonso Dubé y Díez.ÁLVARO GARCÍAA pesar de sus imbatibles números, algunos definen el Mercado de San Miguel como “caro”, “masificado” o “kilómetro cero de la turistificación y de la gentrificación”.ÁLVARO GARCÍALa dirección del espacio se queda con la idea de que “a la gente le encanta”: “Aquí se puede desayunar, tomar el aperitivo, comer, merendar o cenar, y eso es parte de su éxito”.ÁLVARO GARCÍAEste espacio gastronómico fue el primero de su categoría en Madrid, se inspiró en la intervención de la Boquería y fue pionero en la capital en la reconversión de un abastos tradicional.ÁLVARO GARCÍAEn la fiesta de inauguración, además de Estrellas, chefs, comida e invitados (hubo 300 asistentes), hubo performance, música en directo o DJs como Miranda Makaroff.ÁLVARO GARCÍA
