¿Cuánto hay que dar si te invitan a una boda?
El sí quiero cuesta mucho, sobre todo si no es el tuyo y tienes cuatro bodorrios en verano
El día que Elizabeth Taylor se casó con Michael Todd Chavela Vargas estuvo invitada a la ceremonia. Al día siguiente, amaneció con Ava Gardner. Algunos invitados pasan mejor la noche de boda que los novios. Taylor, dicho sea, se casó ocho veces y se divorció siete. Todd fue el único del que no se separó; murió en un accidente de avión un año después de pasar por vicaría.
Con 10 años, los meses de julio, agosto y septiembre son de campamento; con 15, de amores de verano. A los 18, el estío te obliga a escoger la carrera para que seis años después la ejerzas como camarero en Reino Unido. Y ahora, con 30, los 1.000 euros que has ahorrado lo donas en las bodas de tus colegas. Un plan sin fisuras.
Según el INE, en 1978 los varones y mujeres españoles se casaban de media a los 26 y a los 24. En 2017 hay que sumar 10 años más a cada uno. Este año no hay medias y el que viene tampoco: en 2019 se casará hasta Dios. El sí quiero cuesta mucho, sobre todo si no es el tuyo y tienes cuatro bodorrios en verano. O seis si se cuentan los que afectan al ala política de la pareja. O siete si te acabas de enterar esta mañana de otro.
En este afán reformista que tiene el Gobierno de Sánchez… ¿por qué no propone una ley que fije el donativo que hay dar en las nupcias? Que sí, que es cierto que en sobres andan mejor otros, pero ahora estamos en otro ciclo. Por ejemplo, si hablamos de hermanos y hermanas, no hay límite. La herencia une, claro, hasta que se mueren los padres. En cuanto a los primos, sí, algo hay que dar, pero es que en algunas familias los primos quintos solo hacen bodas para robar al resto del linaje. Son como los vecinos del cuarto; buena gente, encantadores, con un perro labrador limpísimo y educado, pero te roban hasta Internet. Respecto a los primos hermanos son eso, hermanos.
En el foro de bodas.net, una de las páginas más consultadas en esta época, se plantean varias dudas: “Si os invitan a una boda, pero no vais (por el motivo que sea), ¿dais dinero?”. Pasta hay que dar siempre porque para eso se hacen. Hasta que viene la propia, que se hace por amor. He aquí algunas de las curiosas respuestas: “Yo cuando no voy, doy dinero, unos 100 euros”, explica Novia habitual. Novia VIP matiza: “Si es alguien allegado sí, pero si alguien que ni fu ni fa, no le doy nada”. ¿A partir de qué grado son fu y fa? No se explica, pese a ser VIP. Beatriz, alias novia adicta, sugiere: “Yo tengo una cosa muy clara, doy mínimo 150 euros y si no me lo puedo permitir, no voy”.
La Vargas, eterna dama del poncho rojo, acudió a más bodas con un discurso claro: “Es imposible atarte a ninguna vida ni a nadie”. Más tarde, deslizó: “El amor no existe, es un invento de las noches de borrachera”. En su documental, disponible en Movistar+, parece matizarlo: “Sí, existe, pero solo un rato”.
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