Justin Bieber, escándalo y éxito a partes iguales
El cantante proclama que ha llegado su éxito personal al prometerse con Hailey Baldwin, pero persiste su imagen díscola
Faltaba la confirmación oficial y finalmente llegó vía redes sociales. Justin Bieber se casa con Hailey Baldwin. El cantante ha proclamado su amor a través de sus más de 100 millones de seguidores. Había rumores desde hace semanas pero aún así el anuncio ha sido impactante. Hace solo cuatro meses, coincidiendo con el 24 cumpleaños de Bieber, su novia era Selena Gomez, con la que se había reconciliado a finales de 2017. Sin embargo, la segunda oportunidad que se ha dado con la sobrina de Alec Baldwin, de 21 años y con la que ya estuvo en 2016 ha sido definitiva. En solo seis semanas se han comprometido. Durante su primer noviazgo, ella declaró que estar con alguien como él era “muy duro”. Hoy, Justin Bieber se declara mucho más tranquilo, pero lo cierto es que el revuelo ha vuelto a acompañarle en este anuncio. Algo inevitable en una estrella tan marcada por los escándalos como por el éxito.
Bieber está entusiasmado con su futuro matrimonio. Estos días se ha sabido que él mismo ha diseñado el anillo de compromiso que ya ha sido fotografiado en la mano de Hailey Baldwin. Ambos se han escapado unos días a Nueva York, ciudad donde reside Selena Gomez.
El año pasado el artista canadiense dejó su última gran polémica. Canceló de golpe los últimos 14 conciertos de su gira Purpose. Tras hacerlo publicó una carta en la que confesaba que “la amargura, los celos y el miedo” habían conducido su vida. Anunciaba un parón temporal, para tener “una carrera duradera, y también un corazón y un alma que sean estables porque eso significará que podré ser el hombre que aspiro a ser, el marido que algún día seré y el padre que me gustaría ser”. Con estas palabras confirmaba que la prioridad pasaba a ser su vida personal y que el matrimonio y formar una familia eran sus objetivos.
Antes transcurrieron siete años de una carrera meteórica en los que se forjó una de las mayores estrellas del firmamento pop. Un ídolo de millones de jóvenes, un icono de la moda… y una celebridad tan odiada como adorada. El mundo ha sido testigo de su paso de la adolescencia a la edad adulta, ya que alcanzó el éxito con solo 15 años, y también de cada uno de sus errores. No solo ha ignorado y ha hecho desplantes públicos a sus fans, las beliebers. También ha limpiado el suelo con la bandera de Argentina, ha rezado en el templo equivocado en Japón e incluso ha contado chistes racistas en las redes. El siguiente paso fueron las espantadas y cancelaciones. Se marchó en mitad de una entrevista en España, y en mitad de un concierto en Oslo. Por último llegó la violencia. Incidente en un restaurante, puñetazo a su chófer y a un fan que intentaba hacerle una foto, y una condena por agresión y conducción temeraria. “No espero que me entiendan, pero sí quiero que la gente tenga la oportunidad de conocer de dónde vengo”, decía la carta en la que anunciaba que se tomaba un descanso.
Los escándalos no han influido en su éxito, cada vez mayor, con unas críticas que han aclamado su último disco y su transformación en un artista para todos los públicos que ha dejado atrás al producto musical destinado al fenómeno fan. Sin embargo a Justin Bieber le faltaba triunfar en lo personal. Su relación con Selena Gomez fue muy tumultuosa y llena de idas y venidas. A la segunda, parece que ha encontrado lo que necesita en Hailey Baldwin. Ambos son celosos de su vida privada, pero sí hay algo que les une y que nunca han ocultado. Los dos tienen profundas creencias religiosas y han quedado reflejadas en su compromiso. “Prometo liderar nuestra familia con honor e integridad y dejar que Jesús a través de su Espíritu Santo nos guíe en cada cosa que hagamos y cada decisión que tomemos”, proclamó él en Instagram. Y añadió: “El que encuentre una buena esposa encontrará el bien y obtendrá el favor del Señor”. Su prometida respondió en Twitter. “No estoy segura de lo que hice para merecer tanta felicidad pero estoy profundamente agradecida a Dios por darme una persona tan increíble con la que compartir mi vida”. Para limpiar su imagen rebelde, a Bieber le hará falta algo más que encomendarse al Altísimo.
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