14 fotosLas películas que no debes ver en una primera cita (si no quieres que sea la última)Evita los dramas románticos sobre rupturas y a los directores-actores intensitos . Eso te conducirá, directamente, al fracasoTentaciones12 nov 2017 - 11:25CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceTercera parte de la saga de películas sobre el amor (romántico) protagonizada por Julie Delpy y Ethan Hawke, a las órdenes del gran Richard Linklater. Si en las dos primeras entregas la relación se veía desde un punto de vista optimista, aquí todo se vuelve crudo y doloroso. Realista, en definitiva. Así pasan los años y así se va agotando el amor.Cindy (Michelle Williams) y Dean (Ryan Gosling) intentan salvar una relación que está abocada al fracaso. El tiempo ha pasado por ellos y ya no son los mismos, ni siente lo mismo, que cuando eran una joven pareja. Aún así lo intentan con un encuentro romántico en un hotel. La cosa va aun peor. Dirige Derek Cianfrance, un verdero especialista en amores torturados.El director Ned Benson concibió esta historia en dos películas. Una desde el punto de vista de Ella (Jessica Chastain) y otra con la versión de los hechos por parte de Él (Jame McAvoy). Este ambicioso proyecto solo se ha podido ver en festivales y cinetecas. En las salas comerciales nos tuvimos que conformar con una versión que se llamaba 'La desaparición de Eleanor Rigby: Ellos'. Aun así la historia de la ruptura que cuenta es demoledora y sin artificios. Una de las grandes películas sobre amores rotos de las últimas décadas.Una pareja de actores (dentro y fuera de la pantalla) de moda: Michael Fassbender y Alicia Vikander. Un director especializado en los dramas románticos como Derek Cianfrance, que repite en esta lista y lo sentimos. Pero, aun así, la cosa no funciona. Demasiado drama para ver en pareja y demasiada intensidad por parte de sus dos actores protagonistas.Antes de ser nombrado persona 'non grata' por el Festival de Cannes, la que fue su casa durante muchos años, Lars von Trier escandalizó en el certamen francés con 'Anticristo'. En principio es una reflexión sobre la pérdida y una mirada a un matrimonio que se está desmoronando. Pero luego acaba siendo una (genial) locura donde los animales hablan. Con eso están explicados algunos de los motivos, pero no todos, por los que aparece en esta lista.Ryan Gosling vuelve a aparecer por esta lista y no será la última vez que lo haga. En este caso, forma pareja con Rachel McAdams en una de las grandes películas románticas de la pasada década. A pesar de la legión de fans que tiene el film de Nick Cassavetes, hay que reconocer que es más empalagosa que un algodón de azúcar. Y acaba por resultar muy indigesta.Antes de convertirse en una cineasta venerada por la cinefilia más intensa gracias al éxito de 'Toni Erdmann', la alemana Maren Ade había entregado esta desoladora historia sobre una pareja en crisis que inicia algo así como un retiro espiritual. El luminoso paisaje contrasta con la oscuridad que preside la relación. Hablan muy poco, y casi todo se lo dicen con las (duras) miradas. No es un film para todos los paladares.Intento por parte del director John Curran de plantear un drama de época (está ambientada en los años veinte) y de 'qualité' (rodada en espectaculares escenarios naturales). El gran trabajo de recreación no sostiene la historia de amor a tres bandas entre Naomi Watts, Edward Norton y Liev Schreiber. Donde parece que tiene que aflorar el drama, acaban apareciendo grandes cantidades de un indigesto almíbar.Intento, bastante fallido, por recuperar el espíritu del cine clásico 'hollywoodiense' combinando una historia de superación, aventuras, la Gran Depresión y el circo (sic). Un triángulo amoroso, muy poco creíble es, se supone, su gran baza. Ellos son la ganadora del Oscar Reese Witherspoon; Robert Pattinson, recién salido de la saga de vampiros para adolescentes; y Christoph Waltz, el malo infernal de 'Malditos bastardos'. Ni por ellos se salva el film.El reparto es una auténtica locura: Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman y Clive Owen. Dirige el veterano (y muy en forma) Mike Nichols, autor de obras maestras como 'El graduado'. Habla sobre la incomunicación, la imposibilidad de amar en los tiempos de las nuevas tecnologías y sobre el miedo al compromiso. No es nada optimista, aunque sí una gran película."Cine iraní". Cuando se escucha esta expresión entran sudores fríos. A veces hay motivos más que justificados para este ataque de pánico, pero otras veces (como es ésta) no. Asghar Farhadi consiguió el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa con esta dramática crónica de una pareja que quiere separarse, pero a la que la burocracia no deja de poner obstáculos. No hay lugar para el consuelo en este film. Ni para el optimismo. Farhadi se encuetra ahora mismo rodando en España con Penélope Cruz y Javier Bardem.Terrence Malick no es un director accesible. Su cine es intenso, rebuscado y casi espiritual. Aunque aquí aparezcan Brad Pitt y Jessica Chastain no se trata de una película para todos los públicos. Ni mucho menos, porque Malick acaba hablando prácticamente del orígen del universo. Y la historia de amor, contada a retazos, es bastante asfixiante.El cine de Paul Thomas Anderson ('Puro vicio' o 'Pozos de ambición') tiene seguidores que lo veneran como a un dios, y luego grandes detractores que no aguantan ni su estilo ni su profundidad a la hora de reinventar los grandes géneros del cine 'made in Usa'. Con esta película intentó (a su manera) acercarse a la comedia romántica clásica. Por lo visto, lo que en realidad quería era reventar todos los códigos y dejar al espectador narcotizado frente a la extraña pareja que forman Adam Sandler (en plan casi serio) y Emily Watson.El gran mal de una comedia es que no consiga hacer reír. En este caso, la parte del dulzor romántico es el ingrediente más importante de la receta y la supuesta agilidad de los diálogos no se percibe por ninguna parte. Es una reinterpretación de las películas que en los noventa hicieron tan populares a Meg Ryan y Tom Hanks (chica conoce chico, se separan, esperan y ¿se reencuentran?) pero sin ese atractivo 'naif' y clásico. John Cusack y Kate Beckinsale hacen lo que pueden para salvar la función. Pero no es suficiente.