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Días de vino y podcasts

La fiesta del podcast español

La profesionalización de las JPOD y la monetización son los dos retos del podcasting español

Acto de las Jornadas Nacionales de Podcasting.
Acto de las Jornadas Nacionales de Podcasting.JPOD

Los pasados 27, 28 y 29 de octubre se celebró en el Centro Cultural Las Cigarreras de Alicante la duodécima edición de las Jornadas Nacionales de Podcasting, el que está llamado a ser el evento más importante del podcast en España. Allí se congregaron más de 400 asistentes para reflexionar a propósito del podcasting en nuestro país. Por primera vez en los 12 años de tradición de estas jornadas itinerantes (cada año se celebran en una ciudad diferente) se creó un Foro de Trabajo en el que podcasters, oyentes y responsables de distribución debatieron y analizaron el mejor modo de seguir avanzando.

Entre todas las cuestiones abordadas, los temas que más reflexión merecieron fueron la monetización de los shows y la necesidad de profesionalizar el evento. Al frente de la organización del mismo estaba María Santonja, miembro del podcast Fans Fiction: “Las JPod han cambiado mucho, y aunque es cierto que a las personas que hacemos podcasts a veces nos parece que estamos estancados, si echamos la vista atrás podemos ver que eso no es así, que el medio y la comunidad han evolucionado, ha mejorado y ha crecido. Quizá vamos poco a poco, pero siempre con paso firme y hacía adelante”. Así valoraba Santonja cómo han cambiado las cosas en esta docena de años.

Las primeras jornadas eran pequeñas reuniones de gente aficionada y aunque el espíritu comunitario sigue siendo lo más importante una década después, sí existe una tendencia que empuja a algo mucho más consolidado: “La gente que empieza lo hace con una base mucho más sólida, con los medios de ahora, que son más accesibles para todo el mundo, y cada vez hay más personas interesadas en esta forma de comunicación”, explica Santonja.

Asistentes a las jornadas.
Asistentes a las jornadas.

Casi al mismo tiempo que en Alicante se celebraban las JPOD, en Múnich tenía lugar el EBU (European Broadcasting Union) New Radio Day. En el evento se habló fundamentalmente de los smarts players. Entre ellos destaca Alexa, el altavoz inteligente de Amazon que se prefigura como elemento disruptivo en el audio digital: los usuarios podrán pedir a sus asistentes virtuales que les pongan la radio, una emisora concreta, les lean las noticias, les pongan su música favorita y, por supuesto, el último podcast al que se han aficionado. Con respecto al podcasting, los asistentes al EBU New Radio Day —provenientes de Reino Unido, Dinamarca, Francia, Italia o Eslovenia, entre otros— escucharon algunas de las conclusiones a las que se ha llegado en el último año: la audiencia crece entre jóvenes y nichos de contenidos, el contenido original es el que mueve audiencias, el consumo es personal y móvil. El gran desafío estriba en un mayor conocimiento de la audiencia y en mejorar los datos de descargas.

Parece que la dicotomía entre ambos eventos es fiel reflejo del actual ecosistema del podcast en España, donde conviven los podcasts realizados por personas en su tiempo libre y que viven el fenómeno del podcasting con gran entusiasmo. Son los podcasts amateurs. (Y aquí es necesario hacer un inciso lingüístico: cuando utilizo esta palabra, en ningún caso quiero añadirle el matiz peyorativo que puede poseer. La empleo en el más estricto sentido que apunta la Real Academia Española: “Aficionado que practica sin ser profesional un arte, deporte, etcétera.”.) Por otro lado, el podcasting español está viviendo un florecimiento de la profesionalización del podcast con proyectos como Spainmedia Radio, Cuonda o Podium Podcast. Incluso existen también podcasts independientes que son capaces de sostenerse económicamente. Es el caso de ese estupendo spin-off cinéfilo de Todopoderosos llamado Cinemascopazo, que cuenta con el importante apoyo de una marca.

¿Dónde radica la dificultad de profesionalizar el evento de las JPOD? Probablemente en su organización interna: Cualquier grupo de personas de una ciudad puede encargarse de organizar las jornadas. Lo que debe hacer es presentar su candidatura a la Asociación Podcast, que es la encargada de poner la propuesta en conocimiento de la comunidad de podcasting y de sus socios. En el caso de que haya más de una candidatura, son los socios de Asociación Podcast los que votan qué ciudad hará las jornadas”, explica Santonja. Es en este sentido en el que resulta un verdadero misterio saber cómo van a funcionar cada una de las ediciones. Las de este año, qué duda cabe, contaron con una organización extraordinaria por parte de un grupo de voluntarios que convirtieron esos días es una auténtica fiesta.

Entrada en las Jornadas Nacionales de Podcasting.
Entrada en las Jornadas Nacionales de Podcasting.Calipso Fotografía

Sin embargo, el modelo actual se está discutiendo por una gran parte de la comunidad podcaster: “Algunos pensamos que la implicación de la Asociación Podcast debería ser mayor, y sobre todo que debería velar por el contenido y trabajo realizado en cada JPod, para que este no se perdiera o quedara a la buena voluntad de cada organizador que se marcha y cada uno que regresa. Los que defendemos este otro modelo consideramos que la Asociación debería revisar las cuentas, mantener la web y redes sociales, recopilar el material gráfico y documentación, etcétera, y que esto se entregara de una organización a otra para que el know-how de cada año no cayera en saco roto”, argumenta Santonja.

Una de las variantes más exitosas del podcasting —en Estados Unidos es capaz de movilizar a miles de personas— son los eventos en directo. En España está sucediendo algo similar con el podcast Todopoderosos que agota entradas cada mes que graban en directo su episodio en el Espacio Fundación Telefónica. También en las JPod se apuesta por este formato: “Este año, como ya es tradicional, hemos tenido diversos podcasts en directo. Algunos de ellos elegidos por el público en varias convocatorias y otros escogidos por la organización”, explica la organizadora. Distintas ponencias acerca de Nuevos modelos de monetización para podcast con iVoox: el caso de la Escóbula de la brújula con Juan Ignacio Solera y Francisco Izuzquiza o la ponencia Gestiona controla todos sus podcasts desde un sólo lugar con Spreaker por parte de Emilio Cano ayudaron a abrir todavía más el debate.

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Por último, se programaron talleres de locución, grabación y edición de podcasts y uno de los más solicitados fue el taller de ficción, impartido por Ana Alonso, directora de El gran apagón, la serie sonora de ciencia ficción de Podium Podcast.

Hubo, por último, una entrega de premios con notables ausencias. No tiene mucho sentido que algunos de los podcasts más escuchados y de mayor calidad no estén ni siquiera nominados en las categorías. Politibot —ese podcast de María Ramírez y Eduardo Suárez con forma de bot que analiza la política mundial de un modo diferente— o V., las cloacas del Estado —la serie documental de Álvaro de Cózar que acaba de ser nominado en los Premios Gabriel García Marquez en la FNPI— son solo dos ejemplos de estas ausencias. Esta cierta endogamia puede propiciar que las JPod no se desprendan de ese lastre amateur para encaminarse hacia la profesionalización deseada.

Así pues los retos para el próximo año quedaron bien fijados en cinco pilares: difusión, captación de oyentes, monetización, asociacionismo y eventos. ¿La consecución de tales desafíos asegura un éxito? Nadie lo sabe. Lo que sin duda sí puede afirmarse es que hay un avance sustancial en el ámbito de la palabra hablada. Como decíamos en el primer post, hay hambre de historias sonoras. “Todavía quedan muchos retos por delante pero creo que el podcasting, poco a poco, va siendo vez un medio más popular y tiene una gran ventaja con respecto al resto: quien lo prueba ya no se marcha”, concluye Santonja.

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