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Una de las bombas sexuales más obvias de los noventa se presentó al mundo en 'Las brigadas del espacio' (1997) y amortizó en apenas una hora de divertidísima 'Juegos salvajes' (1998) su paso por el quirófano para dejarse la anatomía más perfecta de Hollywood. Su papel de chica Bond en 'El mundo nunca es suficiente' (1999) pareció que la catapultaría a la primera división de las bellezas de Hollywood. Pero ahí se quedó todo. Una serie de malas decisiones (empezando por casarse con Charlie Sheen) la relegó a parodias como 'Scary Movie 3' y a ser carne del 'Mira quien baila' estadounidense.
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¿Qué os ha pasado, guapos? Diez ‘sex symbols’ a los que Hollywood no dio una segunda oportunidad

Estaban diseñados para enamorar a varias generaciones, pero sus carreras quedaron en una (bonita) postal

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