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Centrales geotérmicas como la de Ribeira Grande y Pico Vermelho (en las Azores) recogen parte de la energía contenida en las entrañas del planeta para darle salida como suministro eléctrico
Punto de control de la central geotérmica de Ribeira Grande. El tránsito de la energía se monitoriza desde las entrañas de la roca hasta su llegada a la superficie.Daniel MartorellLa mezcla de agua y vapor es conducida mediante tuberías desde los pozos geotérmicos hasta la estación de separación, en la que se reconducen por caminos diferentes.Daniel MartorellLa presión del vapor del agua en el punto más profundo alcanza los 16 bares. Durante el trayecto hacia la superficie se somete a una despresurización para bajar hasta los seis bares.Daniel MartorellEn este centro se producen 13 MW de potencia, que sumados a los 10 de la central de Pico Vermelho, suministran un 45% de la demanda eléctrica de la isla.Daniel MartorellEl 99% del gas sobrante en el proceso es vapor de agua. El restante 1% es dióxido de carbono de origen subterráneo.Daniel MartorellLas primeras perforaciones en San Miguel coinciden con la crisis del petróleo de principios de los años 70 del siglo XX. Científicos de la Universidad de Dalhousie de Canadá perforaron un pozo para realizar estudios petrográficos.Daniel MartorellLas fumarolas de Furnas forman parte del día a día en esta parte de San Miguel. Las grietas en la tierra permiten que el vapor y el agua emanen libremente, dibujando un paisaje clásico azoriano.Daniel MartorellLa actividad geológica en esta parte del planeta es formidable. A poca distancia de Ribeira Grande encontramos Lagoa do Fogo, un lago originado en el interior del volcán de Água de Pau.Daniel Martorell