7 fotosDe la mezcla de estas ocho ciudades saldría la urbe perfectaNo están ni Londres ni Nueva York. Ponemos el foco en metrópolis pujantes y en ámbitos como el transporte, el deporte o la cultura 23 feb 2017 - 10:03CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAustralia es un país tan perfecto que la realidad se distorsiona. Por eso no es extraño hacerse unos largos en una piscina olímpica incrustada en el mar, donde uno de sus lados hace de rompeolas. O salir a trotar por una de las rutas que tiene como faros a la Opera House, los jardines botánicos o el puente de la bahía de Sídney. Y si la capital es la mejor ciudad para practicar deporte, en Melbourne los aficionados se llevan la victoria. Destaca la buena localización de sus grandes recintos, que permite un fácil acceso a sus espectadores. Melbourne reúne cada año un gran premio de F1, uno de Moto GP, el abierto de Australia de tenis y cuenta con el estadio de críquet más grande del mundo (100.000 espectadores), donde también se juega a fútbol australiano y al fútbol normal. A ver quién va así al cine.CordonEn una sección de ese entramado de canales y calles adoquinadas que arropan el centro de la ciudad se sitúa la zona de compras. De 9 Straatjes, cerca de la casa de Ana Frank, lo forman nueve calles perpendiculares colmadas de tiendas multimarca, de diseñadores locales y de ropa de segunda mano. Ámsterdam es un destino para los apasionados del 'vintage'. Pegada al museo Van Gogh está Hoofstraat, sede de las grandes marcas de lujo. ¿Otra opción de ciudad pujante para comprar? Sanya, una isla del sur de China. Allí el Gobierno ha creado un enorme centro comercial 'duty free', una zona libre de impuestos que no es ni un ferry ni la terminal de ningún aeropuerto. La única ley que impera es un límite de gasto de 2.000 euros por cliente.CordonAl archipiélago artificial de Jumeirah no se llega en balsa. Esta concentración de hoteles y viviendas que dibuja una palmera en el mar requiere un transporte a la altura. Un monorraíl conecta las islas con el continente. Como si de un teleférico se tratara, el viaje, por la panorámica, es tan importante como el propio traslado. En el otro extremo están las 'abras', unas barcazas destartaladas que hacen de taxis en la ensenada que cerca Dubái. En este sentido otra mención especial va para Los Ángeles, por el esfuerzo de sus gobernantes en mejorar la red de metro en una ciudad donde hay más de un kilómetro de distancia entre paradas.CordonEn Hong Kong conviven nacionalidades de todo el mundo y eso repercute en su cocina. Proliferan los japoneses, coreanos, cantoneses, taiwaneses; aunque hay sitio para la cocina occidental. Amber, un francés con dos estrellas Michelin, está incluido en la lista 50 Best Restaurants. Y para los que no les guste el caviar, los puestos de 'street food' sorprenden con brochetas de intestino de cerdo ('zaa dai cheung'), tentáculos de calamar ('hau yau yu') o una adaptación callejera del dim sum –ubicuo, como las croquetas en España–: unas bolas rellenas de pescado ('siu mai').CordonAunque todavía siga siendo la casa de millonarios de gusto excéntrico, Miami ha logrado distanciarse de esa imagen de ciudad plástica y superficial. La llegada de la feria internacional de exposiciones Art Basel en 2002 añadió oferta cultural a la ya existente de surf y champán. Esto fue un impulso para que se rehabilitara el barrio Design District (en la imagen) y se llenase de galerías de arte, centros culturales y estudios de arquitectura. Al lado, surge Wynwood, más 'underground', con sus paredes cubiertas de grafitis. Además, si tienes un guía local y crápula, podrás descubrir esos garitos pequeños y humeantes donde tocan los mejores músicos del jazz latino.CordonLos habitantes de esta ciudad del norte de Alemania destacan por dos aspectos contrapuestos: el espíritu de lucha y la autocomplacencia. Piensan que viven en el mejor lugar del mundo y lo defienden. Desde este año tienen un nuevo argumento: la filarmónica del Elba, un viejo almacén reconvertido en auditorio. Esta espectacular obra (en la foto), que costó diez veces más de lo presupuestado, remata un ambicioso entramado arquitectónico llamado Hafen City, el que se ha anunciado como el proyecto de desarrollo urbano más grande de Europa. Recupera el centro en torno al río, con zonas verdes, viviendas y espacios para cultura y ocio. Allí vivirán 12.000 personas y irán todos los días a trabajar 40.000. Otras grandes ciudades de Europa ya están intentando copiar el modelo.CordonVanConnect es la 'app' para contactar con el alcalde de Vancouver. En esta ciudad del oeste de Canadá los habitantes tienen mucho que decir. El Ayuntamiento (el edificio, en la imagen) somete a votación popular sus propuestas –con más participación que la remodelación de la Plaza de España de Madrid– y tiene una fuerte red de voluntariado donde los ciudadanos comparten tiempo y conocimientos. También podemos citar como ciudad de participación política a Bristol. En esta ciudad inglesa todo queda en casa. Han creado su propia moneda, la 'Bristol Pound' (con paridad con la esterlina). Los trabajadores pueden cobrar parte de su salario en la moneda local y gastarlo en comercios del pueblo. Así no acaba en la Isla de Jersey.Getty