El pasado fin de semana la ciudad de Lugo revivió un año más su Arde Lucus, una fiesta de éxito creciente que desborda la oferta hostelera y se disfruta con intensidad guerrera en la localidad gallega que posee la muralla romana mejor conservada de España, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Romanos y habitantes de los castros se enfrentaron una vez más y tuvieron que aprender a entenderse para seguir conviviendo en esta tierra