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¿Demasiados cambios en elpais.com?

EL PAÍS ha apostado fuerte, como saben, por el desarrollo de su edición digital, con la convicción de que el futuro del periodismo está en ella. En apenas un año se han producido notables cambios de diseño y estructura de la misma, el último de los cuales se inauguró hace sólo unos días. Como todos los cambios, ha provocado algún que otro sobresalto e inevitables quejas, que quiero abordar aquí.

El correo que me ha enviado Juan Aguirre es conciso y contundente: No sé si es el lugar adecuado, pero me gustaría comentar que no me gusta nada el nuevo formato de EL PAÍS en su edición online.

En su mensaje, Ángel Pérez Martínez profundiza más en la cuestión. En mi caso no me preocupa el futuro de la edición impresa, sino el presente de la edición digital, a la que sigo asiduamente y leo en cualquier dispositivo que tengo a mano, escribe este lector.

De un tiempo a esta parte, dos meses si mi registro visual no me engaña, el modelo adaptativo ha variado, sobre todo en los titulares, y en algunas secciones que han evolucionado hacia mejores o peores destinos". Y añade: Solo tres comentarios al respecto. En todos los casos noto una presencia publicitaria incontrolada, en forma de banners invasores, que se expanden, suenan y sofocan mi atención. En materia tipográfica y de diseño hay gustos por doquier, pero baste comentar que los titulares han sufrido una compresión que dificulta la lectura en los ordenadores. Y para terminar, no sé si The Independent, The Guardian, The Observer o The New York TImes han tenido tantos vaivenes estéticos comprimidos en tan corto espacio de tiempo, lo digo porque son espejos en los que EL PAÍS se mira.

Noel Torres lamenta, en concreto, la presencia de vídeos publicitarios que se inician sin que el lector lo solicite. Por su parte, Jesús Camacho, señala: Me intrigan los continuos cambios que aparecen en EL PAÍS digital. Pero me distraen y los justifico: limpian la carrocería, hacen de parabrisas. Lo malo es cuando esos cambios se convierten en síntoma de algo indeseable que enseguida notamos los lectores veteranos: Porque lo comparamos con otras épocas. Desde esta perspectiva, Jesús Camacho, añade lo siguiente: Ultimamente, con la 'renovación' se constatan demasiadas páginas dedicadas a viajes, comidas, momentos subjetivos, experiencias insuperables... que aparecen como joyas en primer término. Se informa 'demasiado', es decir, se satura de noticias el diario. Sin ningún fin ni objetivo".

Nosotros, los lectores, necesitamos leer con objetivos, la información enriquecida, el debate de ideas con el editorial, con las páginas de opinión, en las columnas y en los artículos. Nosotros siempre estamos dispuestos a practicar la inteligencia. A rebelarnos contra el abuso y el poder. Lo saben ustedes.

Otro lector, Ignacio Valenzuela Robles, que afirma leer diariamente tres diarios (EL PAÍS y El Norte en la tableta y The Washington Post en papel), me ha enviado al blog de la Defensora un comentario en el que señala: Lamento mucho el cambio de formato o presentación de EL PAÍS. La razón es que, en su opinión, el nuevo diseño es más intrusivo. Es como si dijeran, no te queremos informar, te queremos dirigir. Y todo ello porque, añade: En esa nueva presentación han mutilado el horizonte, que abarcaban con el formato de su muy encomiable…..presentación anterior.

   He comentado estas quejas con Bernardo Marín, subdirector y responsable del área digital, que ha pilotado los cambios, y le he pedido que explique también el porqué de esta renovación.

El diseño adaptativo adapta automáticamente la página web al dispositivo desde el que se consulta, sea un ordenador, una tableta o un teléfono móvil. Muchos de los principales medios internacionales han implementado este modelo, señala Marín en el mensaje que me ha enviado. El objetivo es que el lector tenga la mejor experiencia al visitar nuestras informaciones, independientemente de cómo llegue hasta ellas. Antes, por ejemplo, al consultar la versión web desde el móvil, el lector tenía que agrandar o achicar con los dedos la página; ahora las noticias, portadas o portadillas ocupan toda la pantalla. Este modelo tiene otras ventajas: los internautas que navegan a través de redes sociales y buscadores encontrarán con más facilidad las noticias de EL PAÍS.

Marín sabe por experiencia que todo cambio incomoda en alguna medida a los lectores.

Es cierto que cuando hay un rediseño de cualquier tipo siempre nos llegan quejas. Algunas de ellas son consustanciales a todo cambio. Muchos lectores se acostumbran a un determinado modelo, a encontrar las cosas en un lugar fijo, y tardan un tiempo en acostumbrarse a la nueva apariencia y disposición de la página. Otras quejas nos preocupan más porque, aunque todo cambio se hace para mejorar, y no nos cabe duda de que con este hemos mejorado mucho, en la transición se pueden producir algunos desajustes no deseados. Por ejemplo, nada más sacar el nuevo modelo, varios lectores nos alertaron de que los blogs habían desaparecido totalmente del menú de navegación, un error que subsanamos rápidamente.

Y concluye: Por eso, porque los lectores a menudo son los primeros en alertarnos de los fallos, hemos estado muy pendientes de los comentarios que han dejado en la pieza en la que explicábamos los cambios, y de los mensajes que nos han llegado por múltiples vías. Hemos respondido las dudas de muchos de ellos, hemos tomado nota de los errores que han detectado y de sus sugerencias. Muchos nos han agradecido la atención y la transparencia. También tenemos previsto organizar un focus group con lectores habituales de nuestra web para escuchar sus comentarios y quejas. El diseño adaptativo es una apuesta estratégica, pero naturalmente estamos abiertos a recomendaciones para pulir algunos detalles y mejorar la experiencia de quienes nos visitan.

Es cierto que los cambios incomodan y nos obligan a despojarnos de rutinas que nos facilitaban la vida. Personalmente, y aunque entiendo la importancia de los esfuerzos realizados para alinear elpais.com con las webs de los diarios más consultados del mundo, lamento que sea más difícil ahora llegar a la hemeroteca digital, y que ésta sea más limitada. Al menos, de momento.

Comentarios

A la Sra. Defensora de lectores,el nuevo formato me daña la vista,mucho anunció,deportes,colorines y copia clara de otros periódicos,después de 34años leyéndolo diariamente,no tiene comparación con el aspecto serio y agradable de leer en Internet como el clásico.Attm.
Coincido con Estrella Carrió Quebral y otros. El País estaba perfecto tal como estaba. Este nuevo diseño parece copiado de otro medio y desde el vamos no resulta aceptable. Es como si a una construcción renacentista le aplicamos un ala diseñada por la recientemente desaparecida arquitecta Zaha Hadid.
Coincido en buena parte con lo que dice Camacho: “Ultimamente, con la 'renovación' se constatan demasiadas páginas dedicadas a viajes, comidas, momentos subjetivos, experiencias insuperables... que aparecen como joyas en primer término. Se informa 'demasiado', es decir, se satura de noticias el diario. Sin ningún fin ni objetivo". Menos cuando dice que lo que se ha hecho se hace sin fin ni objetivo. Lamentablemente, tengo toda la impresión que con este nuevo diseño, El País continua el proceso de cambiar su objetivo de informar por el objetivo de colocar y vender publicidades. Su nuevoi diseño refleja más su crisis y la crisis económica que deben enfrentar los medios que una línea editorial que haga incapie en la información veraz, oportuna y crítica. Lamentable realmente. Pierden la libertad de pensamiento y de expresión y ganan los intereses corporativos que se están adueñando de manera cada vez más autoritaria de la opinión pública. Como ya he dicho, lamentable.
EMAIL:Con los últimos cambios en el diseño, la app de el país para iPad se ha roto casi por completo. El contenido de la derecha en la portada es el mismo desde hace días, las viñetas en la sección de opinión son de hace semanas, la app tarda a veces minutos en cambiar de sección, un desastre, y justamente en un área "clave" para el futuro del periódico...
EMAIL:por favor, que alguien hable con Alberto Barreiro (https://twitter.com/albertobarreiro) para que arreglen la app de El País para iPad!es sorprendente que un periódico que dice que "online" es lo más importante deje de que una app para ipad se (cor)rompa de tal forma que la hace impracticable.

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