Dos líderes y seis aspirantes
Caruana y Kariakin mandan, pero Anand, Giri, Aronián y Svídler aún tienen alguna posibilidad
Los nervios pueden romper la lógica en las dos últimas rondas del Torneo de Candidatos, que se jugarán el domingo y el lunes en Moscú. La razón indica que campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, defenderá el título en noviembre en Nueva York frente al ruso Serguéi Kariakin o el estadounidense Fabiano Caruana. Pero la tensión puede producir carambolas que beneficien a otros jugadores.
Sólo el colista, Véselin Topálov (Bulgaria), está aritméticamente descartado. El penúltimo, Hikaru Nakamura (EEUU) tiene una probabilidad basada en combinaciones de resultados poco menos que imposibles. Bastante más razonables, aunque escasas, son las del tercer clasificado, el pentacampeón del mundo Viswanathan Anand (India). Y muy remotas las del trío empatado en el 4º lugar: Anish Giri (Holanda), Levón Aronián (Armenia) y Péter Svídler (Rusia). Lo que sigue es un análisis de los seis primeros de la clasificación actual: 1º-2º Caruana y Kariakin 7 puntos; 3º Anand 6,5; 4º-6º Aronián, Giri y Svídler 6; 7º Nakamura 5,5; 8º Topálov 4.
Caruana: Aunque flojeó en la primera vuelta (siete empates) y ha desperdiciado varias posiciones muy ventajosas, se mantiene invicto y es quien ha mostrado un ajedrez más rico y variado, aceptando riesgos con frecuencia. Una baza quizá importante para él es que tiene mejor resultado particular (primer criterio de desempate) con Anand. Pero un inconveniente grave es que ha ganado menos partidas (segundo criterio de desempate) que Kariakin, con quien se enfrenta con las piezas negras en la última ronda (e hizo tablas en la primera vuelta). Es decir, para Caruana tiene una importancia capital ganar mañana con blancas a Svídler, y que Kariakin no lo haga con negras ante Aronián. Se le supone capaz de mantener la cabeza fría, pero es la primera vez que juega el Torneo de Candidatos y no está acostumbrado a momentos de tensión extrema.
Kariakin: Duro como una roca, bastante tranquilo y muy bien preparado, sólo ha perdido una partida de la que Anand se mostró “muy orgulloso”, y que acabó tras más de seis horas de resistencia. Tendrá las blancas en la última ronda ante Caruana, y además ha ganado una partida más que él. Esos dos factores le perfilan como el principal favorito, pero con un matiz importante: mañana se enfrentará con negras a Aronián, quien todavía no está descartado del todo y juega mejor cuando la tensión no es máxima.
Anand: Es un genio capaz de todo, incluso de ganar el Torneo de Candidatos por segunda vez consecutiva, y a los 46 años. Pero su probabilidad de lograrlo sólo será alta si vence ambos días, mañana con blancas a Giri y el lunes con negras a Svídler, lo que parece harto difícil. Y poco menos que imposible si gana una y empata la otra, porque Caruana le aventaja en el resultado particular, aunque es cierto que el indio supera en ese aspecto a Kariakin. Su factor positivo es que ya tiene asumido que muy probablemente no va a triunfar, lo que le ayudará a controlar los nervios.
Giri: Si hubiera un premio especial a la calidad técnica más alta del torneo sería para él porque casi todas sus partidas son magníficas desde ese punto de vista. Pero ha empatado todas, las doce, básicamente porque no se atreve a arriesgar cuando las circunstancias incitan a ello. Si por casualidad ganase mañana con negras a Anand y los demás resultados fueran en su favor, todo sería posible, porque el lunes tendrá las blancas ante Topálov.
Aronián: De su gran categoría no hay duda alguna, pero el agarrotamiento que sufre por el peso de la responsabilidad (el ajedrez es una pasión nacional en Armenia) ha lastrado su actuación en éste y otros Torneos de Candidatos desde 2005. Como en el caso de Anand, es probable que la asunción de un fracaso casi seguro le permita jugar muy bien en las últimas rondas. De hecho, ayer estuvo muy cerca de ganar a Caruana en una lucha de seis horas y media. Si tumbase mañana con blancas a Kariakin, aún tendría probabilidades razonables, porque el lunes jugará, con negras, ante Nakamura.
Svídler: Alguien que ha sido siete veces campeón de Rusia nunca debe ser descartado del todo. Y su veteranía puede ser muy útil en situaciones extremas. Lo que en circunstancias normales sería un gran obstáculo, ahora puede ser una baza si realmente se plantea intentar una hazaña: sus rivales en las dos últimas rondas son nada menos que Caruana (negras) y Anand (blancas), a quienes puede descabalgar, confiando en que Kariakin no pase de dos empates.
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