Nuevas series, viejos personajes
La resurrección de clásicos televisivos y del cine es una de las tendencias en auge en las series
Cuando aún el mundo no se haya hecho a la idea de que ha empezado 2016, los agentes Fox Mulder y Dana Scully habrán vuelto a nuestras vidas. Expediente X regresa el 24 de enero en EE UU (a España, el día 26 a Fox) con una temporada de seis capítulos que promete ser uno de los eventos catódicos del año. Pero también habrá otros regresos.
En plena era de la explosión seriéfila, cuando se produce más ficción televisiva que nunca, hay una, casi incontrolable, tendencia a mirar al pasado. Este constante rebuscar en el cementerio de las series para repescar viejas glorias tiene varios motivos. La nostalgia es solo uno de ellos. La gran cantidad de títulos disponibles hace que sea más complicado para una serie nueva llamar la atención. ¿Cómo lograrlo de forma rápida? Con una estrella de Hollywood o con un título conocido. Además, si se tienen horas y horas de programación para llenar, es imposible ser siempre original. Los responsables de las cadenas no siempre están dispuestos a arriesgar con nuevas historias y prefieren jugar sobre seguro. Eso explica que cada pocas semanas se conozca la puesta en marcha de una resurrección televisiva. Sin embargo, tener un título conocido y una base de fans ya formada no es seguro de éxito, muchos remakes han fracasado en su intento de hacerse un hueco en una televisión con nuevas normas y un público más exigente y fragmentado.
Una de las que probará suerte en breve es Madres forzosas, título que en España tendrá la secuela de Padres forzosos que Netflix lanzará el 26 de febrero y en la que los protagonistas de la ficción original, John Stamos, Bob Saget y Dave Coulier, participarán como estrellas invitadas. La plataforma online también tiene en marcha la vuelta de Las chicas Gilmore: cuatro capítulos de 90 minutos a modo de continuación de las andanzas de Lorelai y Rory Gilmore, con los que su creadora, Amy Sherman-Palladino, podrá dar a sus personajes un final a su gusto, y no el que tuvo la serie en 2007.
MacGyver, Raíces, El equipo A, El gran héroe americano, Xena, la princesa guerrera… Muchos son los clásicos de la televisión con secuela o remake en marcha y que podrían seguir el camino que ya han recorrido 24 o Héroes. Pendiente del último visto bueno está la vuelta de Prison Break, prevista para 2016 a modo de secuela. Y, además, otra de las más esperadas: el regreso previsto para 2017 de Twin Peaks con una nueva temporada dirigida íntegramente por David Lynch.
Los éxitos cinematográficos también están en el punto de mira de las cadenas. El caso de Fargo es quizá el más logrado. La serie inspirada en la película de los hermanos Coen acaba de cerrar una segunda temporada que, como ocurrió con la primera, ha contado con el favor de crítica y público. El filme sirve como inspiración para el universo en el que se desarrollan las historias independientes de la ficción televisiva. Algo parecido es lo que ha hecho la serie Scream, que solo toma de la saga original el nombre y el formato en el que un grupo de jóvenes estudiantes se ve acechado por un asesino enmascarado. En preparación está la continuación televisiva de La profecía que tendrá por título Damien, que mostrará la vida adulta del niño que protagonizaba el clásico de terror de 1976. Rambo también podría volver a la vida en forma de secuela por capítulos sobre el hijo del personaje que en la gran pantalla interpretó Sylvester Stallone, quien será productor. A ellas se podría sumar en un futuro próximo versiones televisivas de Los mercenarios o Shutter Island, entre otros filmes que están dispuestos a seguir el camino de muchas estrellas de Hollywood que buscan una segunda vida en la pequeña pantalla.
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