“Las modelos ahora son vagas y demasiado delgadas”

"Hurañas, vagas y maleducadas". Así son las tops actuales, según la veterana maniquí Daphne Selfe. Durante una charla en el festival literario de Cheltenham, Inglaterra, la modelo de 87 años ha cargado contra la nueva generación de las pasarelas. "Todas tienen cara de pocos amigos. ¿Por qué están tan deprimidas? No es necesario que una modelo sonría constantemente pero ha de resultar agradable", afirmó durante el evento, pero ahí no queda la cosa. Selfe cree que sus colegas no saben caminar y que están demasiado delgadas. "La ropa queda mejor a una persona esbelta, pero no hay por qué ser tan flaca", dijo al diario británico The Daily Mail. "Hay que mantener una buena postura, una buena figura y una actitud positiva. No me gustan esas chicas con un hueco entre los muslos", aseguró refiriéndose al indicio de delgadez extrema —conocido en inglés como thigh gap— que causa polémica en las redes sociales.

La top británica habla desde la inmunidad que le da la experiencia. Según el libro Guinness de los récords, es la modelo en activo más longeva del mundo y presume de haber trabajado intermitentemente durante seis décadas. Ha posado para fotógrafos como Mario Testino, o David Bailey, y protagonizado campañas para Dolce & Gabbana, Gap, Nivea y Olay. Con un book que le da mil vueltas al de muchas jovencitas, es una de las modelos con mayor demanda del Reino Unido. Su popularidad abrió la puerta para que otras modelos maduras fueran contratadas por firmas como Lanvin, Vivienne Westwood o American Apparel.

Selfe atribuye su éxito la educación que se le inculcó de joven. "Nos enseñaban modales, cómo tratar a los demás durante los trabajos y bajarnos de un coche sin enseñar la ropa interior", ha declarado. Para solventar las lagunas de los jóvenes, tiene previsto lanzar una academia online para maniquíes con cursos de seis semanas de duración. Un formato contemporáneo para un plan de estudios tradicional, que incluirá buenas maneras y cómo lograr la postura correcta.

Ella comenzó su trayectoria a principios de la década de los cincuenta, tras ser descubierta en un concurso de belleza local. En tiempos de postguerra y racionamiento, lucía una figura curvilínea y un aspecto de dama elegante que se pasó de moda con el canon longilíneo y juvenil de los sesenta. Selfe estuvo años sin trabajar como modelo, compaginando trabajos de extra en cine y televisión con la crianza de sus tres hijos. Se retiró para cuidar de su marido, que había sufrido varios infartos y no volvió a ponerse frente al objetivo hasta que su esposo falleció, cuando la británica ya contaba con 70 años. Sucedió gracias a los diseñadores de la marca Red or Dead, que la redescubrieron.

La modelo no quiere ni oír de jubilación y espera vivir hasta los 100 años. Su plan es seguir comiendo fresco, practicando yoga, saliendo con sus amigos y cuidando el jardín. Y sobre todo, manteniendo la curiosidad por la vida: "Quiero ver sitios, conocer a gente y viajar. Lo estoy pasando en grande".