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Hicham Serroukh, de 15 años, entrena habitualmente en el parque de La Manguilla de El Escorial. Su padre Ahmed (derecha) nació en Tetuán (Marruecos) y llegó a España hace más de 25 años. Lleva a su hijo a entrenar cuatro días a la semana y le acompaña durante la sesión. Sueña con verle participar en unos Juegos Olímpicos y emular a Hicham El Guerrouj, el mejor atleta marroquí de todos los tiempos.
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La segunda generación echa a correr

Los españoles hijos de inmigrantes africanos dominan las pruebas de fondo y medio fondo en categorías inferiores masculinas

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