Balada en clave de millonada mayor

¿Debutar a los 40?

Kirsty Bertarelli, de 43 años y de Staffordshire (Inglaterra), ha decidido conquistar el que será el cuarto hito de su vida. Tras ser erigida Miss UK en 1988, escribir un single para el grupo adolescente de los noventa All Saints y casarse en 2000 con el sueco Ernesto Bertarelli, heredero de la millonaria farmacéutica Serono, convirtiéndose en una de las mujeres más ricas de Inglaterra, esta socialité quiere darse a la canción. Así, se encuentra promocionando Love is, el disco con el que debuta como cantante y compositora de pop. “No quiero ser Rihanna ni Lady Gaga. Solo soy una cantautora”, ha matizado en el Sunday Times. Es una definición indiscutible: aunque tras su boda se dedicara solo a criar a los tres hijos de la pareja, Bertarelli estuvo siempre tonteando con la música. A partir de 2010 empezó haciendo de telonera de Simply Red y cantando en el festival de jazz de Montreux.

¿Y por qué ahora?

El cumplir los 40 años siempre fue algo que Kirsty se tomó en serio. Esta carrera musical, de hecho, se intensificó según se fue acercando el momento. Este llegó en marzo de 2011, cuando celebró su fiesta en Star Island (Miami). De aquella celebración se recuerdan los 200 invitados que volaron desde Europa solo para estar con Kirsty en el tránsito a la nueva década. También se recuerda la caravana de limusinas que los llevó a la casa y cómo la fiesta duró hasta las 4.30. Hasta el precio del asunto (tres millones de dólares, que tampoco es tanto cuando se tienen 7.400) fue digno de figurar en The New York Times. Lo cual no deja de suponer un cierto progreso: la última vez que Kirsty apareció en esa cabecera fue en 2003, cuando Ernesto acababa de ganar la copa Louis Vuitton (“Con una botella vacía de Jose Cuervo en una mano y con su mujer sobre sus hombros, Ernesto Bertarelli está celebrando su victoria”). Y tanta grandilocuencia siempre acarrea consigo la odiosa pregunta: ¿y ahora qué?

Pue eso, ¿y ahora qué?

Lo más decepcionante de esta nueva carrera no es que se haya recibido con poco entusiasmo. Es que la música apenas se ha recibido. Todas las preguntas que se le han hecho a Kirsty versan sobre su riqueza y su marido. El dinero que gane, ¿será para su marido? “Veremos”. ¿Se siente mejor por ganar dinero por su cuenta? “Sí, es importante para la autoestima de toda mujer”. ¿Va a hacer gira por todo lo alto? “No, volaré en clase turista; no me quiero gastar mucho”. ¿Lo aguantará? “Yo creo que sí”. Y así. Cuando se es rico de profesión, no se puede ser otra cosa.