En la casa del diseñador Aldo Cibic, en el corazon de la Vicenza, el trabajo y la vida doméstica no tienen fronteras. Asegura que la ciudad le sirve como jardín
Vicenza ocupa el tercer puesto entre las ciudades industriales del país, pero además es un gran centro arquitectónico y artístico.Mads MogensenRetrato de Aldo Cibic asomado a una ventana de su casa en Vicenza.Mads MogensenCon frecuencia, Cibic utiliza el humor como clave para alegrar sus diseños. Guarda en casa los prototipos de sus trabajos favoritos, como la tabla de planchar verde que ideó para Giulio Ceppi, que utiliza en su comedor como aparador, y el taburete rojo con forma de seta que diseñó para Serralunga.Mads MogensenIan Cibic, de 14 años, toca el piano. La mano blanca sobre el instrumento es un antiguo molde y proviene de una fábrica de guantes de plástico.Mads MogensenCynthia en su cocina con estanterías de madera en lugar de armarios. La mesa es de roble, y la lámpara de techo, otro diseño de Cibic. Las sillas son prototipos del diseñador.Mads MogensenLa cama de los Cibic es casi tan ancha como larga, forrada y cubierta de algodón. Las telas son una de las especialidades de Cynthia Cibic, que emplea cortinas de lino en el vestidor para cerrar los armarios y cortinas de algodón en la cocina para ocultar el menaje.Mads MogensenEn el estudio, sobre una estantería, el centro de mesa de plata en forma de barco de papel es un ejemplo del hacer de Cibic. Combina la tradición burguesa de decorar con centros de mesa de plata con la irreverencia del infantil plegado de papel.Mads Mogensen
