25 libros de viajes que invitan a emprender el vuelo
"La nostalgia del hogar es un sentimiento del que muchos saben y se quejan; yo, por el contrario, sufro de un dolor menos conocido, y su nombre es nostalgia del afuera. Cuando la nieve se derrite, las cigüeñas llegan y los primeros barcos de vapor zarpan, me asalta la punzante comezón de partir". Hans Christian Andersen.
Paul Theroux. Traducción de Ezequiel Martínez. Alfaguara
"Deja tu casa. Ve solo. Viaja ligero. Lleva un mapa. Ve por tierra. Cruza a pie la frontera. Escribe un diario. Lee una novela sin relación con el lugar en el que estés. Evita usar el móvil. Haz algún amigo". El escritor estadounidense Paul Theroux (1941) celebró sus 50 años como escritor y viajero reuniendo en un solo libro, El tao del viajero, extractos escogidos de sus obras junto a pasajes de aquellos autores trotamundos que él más ha disfrutado como lector: Henry James, Graham Greene, Andersen, Evelyn Waugh, Dickens, D. H. Lawrence, Mark Twain, Nabokov...
02 Salvaje
Cheryl Strayed. Traducción de Isabel Ferrer y Carlos Milla. Roca Editorial
Un descubrimiento reciente al que ya dediqué una entrada en este blog. Salvaje trata de un viaje interior, del recorrido de mil ochocientos kilómetros que la autora realizó sola y a pie por la cordillera del Pacífico de los EEUU para huir de sus propios demonios. Un libro diferente, conmovedor, ameno y a ratos duro, que gustará a los aficionados a las caminatas y a los amantes de la buena literatura.
Jean-Paul Clébert y Patrice Molinard.
Traducción de Javier Albiñana. Seix-Barral
Hay una palabra francesa - flâneur - que define a quienes pasean por una ciudad sin rumbo ni propósito, al vaivén de las mareas de la multitud, demorándose frente a un escaparate o ante "ese brusco y delicioso rebote de un rayo de sol en una vieja piedra", como escribe Cortázar en su cuento ambientado en París Las babas del diablo. Fotógrafos y escritores son especialmente proclives a tener vocación de flâneurs (Baudelaire y Eugène Atget son dos buenos ejemplos), tal vez por eso los dos oficios a menudo aparecen juntos, como ocurre con este París insólito publicado por Seix Barral con textos de Jean-Paul Clébert (París, 1926), escritor y vagabundo por vocación, inédito hasta ahora en español, y fotos de Patrice Molinard (París, 1922), otro urbanita errante que comenzó su carrera como fotógrafo en los mataderos de La Villete. Clébert convierte sus erráticos paseos por los bajos fondos de la capital francesa en viajes épicos y conmovedores: "Para no morirse de hambre en París se requiere cierta conjunción de cualidades, mente abierta, ojo husmeador, oído avizor, nariz alerta, pierna ligera y cierto desprecio a la propiedad personal".
04 Cinco viajes al infierno
Martha Gellhorn. Traducción de Ana Guelbenzu. Altaïr Heterodoxos
Martha Gellhorn no quiso ser “una nota a pie de página en la vida de otro". Por eso se divorció de Hemingway, con quien estuvo casada cinco años. Conocida como reportera de guerra, en Cinco viajes al infierno, publicado por Altaïr dentro de su colección Heterodoxos, se nos revela como una escritora de viajes con agudo sentido del humor. El libro recoge sus cinco mejores viajes con peores experiencias: por una China en guerra en compañía de Ernest Hemingway; una errática singladura por el Caribe en busca de submarinos alemanes; su travesía por África de Oeste a Este; su estancia en la isla de Creta, y una complicada toma de contacto con la Unión Soviética de Stalin.
05 Los trazos de la canción
Bruce Chatwin. Traducción de Eduardo Goligorsky. Península
El paisaje de Australia está recorrido por historias que se entrecruzan. Una roca, una garganta, una montaña, un lago, cualquier accidente geográfico es un punto de una larga línea narrativa. Sobre esta idea, en la que se sustentan los mitos de los aborígenes, escribió Bruce Chatwin Los trazos de la canción, un libro sobre Australia que es al mismo tiempo un apasionado elogio de la vida nómada.
MFK Fisher. Traducción de Marcelo Cohen Levis Chokler. Anaya & Mario Muchnik
Los placeres de la mesa van a menudo asociados a los viajes, y ambos tienen en la escritora norteamericana MFK (Mary Frances Kennedy) Fisher a una de sus más brillantes cronistas. En Sírvase de inmediato, su primer libro, de 1937, editado en España por Anaya & Mario Muchnik, la autora de Cómo cocinar un lobo y de Dos ciudades de la Provenzahabla de las virtudes y los pecados del restaurante, ese sitio al que vamos a cenar cuando tenemos dinero. Seguro que Alberto Chicote, el chef de Pesadilla en la cocina, se lo ha leído.
07 El pez escorpión
Nicolas Bouvier. Traducción de Glenn Gallardo. Altaïr. Colección Heterodoxos
En junio de 1953, el escritor suizo Nicolas Bouvier (1929-1998) partió de Ginebra en un viaje por carretera a través de los Balcanes, Turquía, Irán y Pakistán hasta llegar a Kabul. Lo cuenta en Los caminos del mundo (Península). En 1955, tras dos años en ruta, pasó siete meses en Ceilán (la actual Sri Lanka) a la espera de unos permisos que le permitieran continuar su periplo. Alojado en un hotel de mala muerte, enfermo, casi sin dinero y con un manual de entomología como único compañero de viaje, su estancia en la isla del Índico se convirtió en una experiencia alucinada y febril que Bouvier tardó décadas en contar por escrito. El resultado es El pez escorpión, un libro de culto que se publicó por primera vez en 1982, editado por Altaïr dentro de su colección Heterodoxos.
08 En la Barrera
Gabi Martínez. Altaïr
Gabi Martínez (Barcelona, 1971) aprovechó su primer InterRaíl para conocer a los escritores Paul Bowles y Mohamed Chukri en Marruecos. Desde entonces no ha parado de viajar y de escribir. Su último libro, En la Barrera, reconstruye un viaje por la costa de Queensland, en el oeste de Australia. Los más de dos mil kilómetros de arrecifes coralinos de la Gran Barrera son la excusa, el hilo con el que el autor de Sudd y Solo para gigantes cose historias, retazos de conversaciones, pinceladas, paisajes, fragmentos de libros: una original forma de contar Australia que bebe de Los trazos de la canción, de Chatwin. Y como sugiere la cita de Haruki Murakami que abre el libro, “poco a poco se va formando una realidad vinculada a los detalles, de la misma manera que la fricción de unas piedras, de unas maderas, produce al final calor y fuego”.
09 Huesos Sagrados
Peter Manseau. Traducción de Ignacio Villaró. Alba Editorial
Un santo para chuparle los dedos. No me busques las costillas. Por un quítame allá esos pelos. Con uñas y dientes. Son algunos de los capítulos de Huesos sagrados (Rag and Bone, piltrafa y hueso, en el título original en inglés). Un recorrido por las reliquias de las religiones del mundo , del escritor y periodista estadounidense Peter Manseau. Un libro de viajes que no trata de obras de arte, paisajes ni monumentos, sino de "dedos desmembrados, de astillas de tibia, de mechones de pelo robados, de restos carbonizados de cajas torácicas y, en fin, de un caótico enjambre de despojos humanos".
V. S. Naipaul. Traducción de Flora Casas. Mondadori
"Yo esperaba que las prácticas mágicas variaran significativamente en la gran extensión de África. Pero no fue así. En todas partes, los adivinos querían tirar los huesos para interpretar el futuro, y la idea de la energía, a la que se accedía mediante el sacrificio ritual de partes del cuerpo, era una constante". De Uganda a Sudáfrica, V. S. Naipaul indaga en las creencias de África para luego aclarar: "En el continente las realidades políticas son tan abrumadoras que no pueden obviarse".
Bruce Chatwin. Traducción de Alberto Cardín. Ediciones El Aleph
“¿Qué hago yo aquí?" La frase que escribió Rimbaud a su casa en una carta desde Etiopía es la pregunta recurrente en algún punto de cualquier trayecto. El británico Bruce Chatwin la tomó prestada para el título de su libro póstumo, que dejó terminado poco antes de su muerte, en 1989. ¿Qué hago yo aquí? es su libro más íntimo, una maravillosa selección personal de relatos, semblanzas y crónicas de viaje donde cabe toda la ironía y también todo el desencanto.
Ladislaus E. Almasy. Traducción de José Luis Gil Aristu. Península
El título hace alusión a las bellas pinturas rupestres halladas por el aventurero húngaro conde Almásy (1859-1951) en Uadi Sura, el valle de las Imágenes, un remoto rincón del Sáhara. Basándose en Herodoto, Almásy se lanzó a la búsqueda del oasis de Zarzura, de la legendaria Ciudad de Bronce y del ejército persa del rey Cambises, tragado por una tormenta de arena cuando intentaba conquistar el oasis egipcio de Siwa. A diferencia del personaje interpretado por Ralph Fiennes en El paciente inglés, la película basada en su vida y en la que se comporta como un consumado seducto, a László Almásy sólo se le conocieron tres pasiones: el desierto, los coches y los aviones.
Gustave Flaubert. Traducción de Elisabeth Falomir Archambault. Gadir
"¿No tengo acaso todo lo que hay que envidiar en el mundo? Independencia, la libertad de mi fantasía, mis 200 plumas talladas y el arte de poder usarlas", escribe Gustave Flaubert a su madre al comienzo del viaje de nueve meses por Egipto que emprendió en 1849 en compañía de su amigo el fotógrafo Máxime Du Camp, autor del primer retrato de la Esfinge. En un tono más desenfadado e íntimo que el que emplea en sus novelas -Madame Bovary, La educación sentimental -, Flaubert desgrana minuciosamente los detalles de la travesía. Describe la grandeza de las ruinas, el esplendor solar del desierto, las para él insólitas costumbres locales, mientras lee fragmentos de la Odisea y se deja llevar por la calma y voluptuosidad de Oriente. Esta edición de Gadir recoge esa correspondencia, inédita en español, junto con algunas de las fotografías en blanco y negro que tomó Du Camp.
Patrick Leigh Fermor. Traducción de Agustina Luengo Ferradas. Acantilado
En El tiempo de los regalos y Entre los bosques y el agua, ambos publicados por Península, el escritor británico Patrick Leigh Fermor (1915-2011) nos regalaba algunas de las páginas más hermosas de la literatura nómada, sobre el viaje a pie de un joven de 19 años, en 1933, por una Europa crepuscular y al borde del desastre. Muchos años después de aquel viaje iniciático en el que descubrió el amor y la vida, Patrick Leigh regresó a Grecia, donde había luchado contra los nazis al frente de un grupo de la resistencia, para escribir Mani. Viajes por el sur del Peloponeso, un libro que Robert D. Kaplan considera "la más alta cima de la literatura de viajes en inglés".
Paul Richardson. Traducción de Francisco Rodríguez de Lecea. Edhasa
A finales de los años ochenta, en Londres, la sola idea de un chef en España parecía extraña, si no un oxímoron. En la estela de la nouvelle cuisine, la creatividad en la cocina de restauración seguía siendo un terreno esencialmente francés, mientras que la cocina popular más valorada en aquella época era sin duda la italiana y la vanguardia gastronómica más activa se situaba en California. España, sencillamente, no existía". El inglés Paul Richardson, periodista gastronómico residente en España desde hace dos décadas, justifica así el asombro, durante una feria de alimentación en Madrid, ante lo que entonces se empezaba a conocer como Nueva Cocina Española: "Aquel día de finales de primavera inundado de luz y de sol, había calidez y color en todo lo que vi y en todo lo que probé". Un descubrimiento que habría de transformarse en pasión, y que arranca mucho antes, durante un verano InterRail en su época de estudiante y el descubrimiento de la exótica costumbre española de "cenar a las tantas". "Para mí, acostumbrado al árido aislamiento de mi educación británica, fue toda una revelación. No tenía idea de que fuera posible pasarlo tan bien"
Paul Theroux. Traducción de Miguel Martínez-Lage. Alfaguara.
"El pasado al que no se retorna forma siempre un bucle en los sueños que uno tenga. La memoria también es un tren fantasma. Muchos años después uno sigue meditando sobre aquel rostro tan bello que entrevió un instante en un país lejano [...], o bien sobre el ruido de un tren en la noche, con esa nota precisa y musical que dan los silbatos de los trenes, una tercera que mengua en la oscuridad mientras uno va tumbado en el tren, desplazándose por el mundo como lo hacen los viajeros, en el vientre de la ballena". Con Tren fantasma a la Estrella de Oriente, publicado por Alfaguara, el escritor estadounidense Paul Theroux (Medford, Massachusetts, 1941) regresa más de treinta años después a los escenarios de El gran bazar del ferrocarril , el libro con el que inició una trilogía sobre los viajes en tren que continuaría en El viejo Patagonia Exprés (1979) y En el gallo de hierro (1986).
Jon Krakauer. Traducción de Luis Murillo Fort. Ediciones B y Desnivel.
También traté en este blog sobre Into Thin Air, del montañero, escritor y periodista Jon Krakauer, publicado en español como Mal de altura (Ediciones B, 1999; Desnivel, 2008), un libro fascinante cuya lectura me dejó sin resuello, como una ascensión al Everest sin oxígeno. Porque de eso trata: es una crónica novelada de la tragedia que ocurrió el 10 de mayo de 1996 en la montaña más alta del mundo (8.848 metros) cuando los miembros de tres expediciones comerciales –Krakauer formaba parte de una de ellas– fueron sorprendidos por una fuerte tormenta mientras descendían de la cima.
Truman Capote. Traducción de Damià Alou. Anagrama y Quinteto.
Los buenos libros de viajes a veces no son libros de viajes. Entre los cuentos y crónicas de Truman Capote recogidos en libros como Los perros ladran o Música para camaleones (Anagrama) están algunas de las mejores páginas viajeras, como esta descripción del otoño en Sicilia: “Y llegó el otoño, y en él estamos: un viento que suena como una pandereta, un fantasma de humo que se mueve entre los árboles amarillos. Ha sido un buen año para la uva; flota dulce en el aire el aroma de la uva caída en el mantillo de las hojas, vino nuevo. Las estrellas aparecen a las seis; sin embargo, no hace demasiado frío, y podemos tomar un cóctel en la terraza y contemplar, a la viva luz de las estrellas, las ovejas, con su cara de Buster Keaton”.
John Steinbeck. Traducción de María Teresa Gispert. Península
A John Steinbeck siempre le tiró el sur, la frontera. Con un amigo biólogo se embarcó en un sardinero en 1950 y recorrió el litoral del golfo de California. El mar le atrapó y él se entregó a cantar un tipo de vida que ya le fue imprescindible en relatos como Por el mar de Cortés o La perla, un cuento conmovedor sobre los buscadores de madreperlas de la bahía de La Paz, al sur de la península de Baja California, llevado al cine por el mexicano Emilio Fernández.
Norman Lewis. Traducción de Nuria Salinas Villar. Altaïr.
Desde su debú con Nápoles, 1944, el británico Norman Lewis (1908-2003) fue una voz excepcional entre los escritores de su generación por su mirada llena de humanidad, su discreción y su conciencia social. Una buena persona, para entendernos. Altaïr publica la tercera entrega de sus crónicas de viaje, textos cortos que escribió para diversos periódicos y revistas. Incluye artículos como La tribu que crucificó a Jesucristo (1983), donde Lewis se adelanta a uno de sus libros más polémicos - Misioneros (Herder, 1988)- y comienza a denunciar los métodos empleados por Misión Nuevas Tribus y otras sectas evangelistas de Estados Unidos para convertir mediante el miedo a los nativos de América Latina. En este caso, los panares de Venezuela, con tretas como reescribir las escrituras implicando a los indígenas en la crucifixión: "Los panares mataron a Jesucristo / porque eran malvados. Matemos a Jesucristo, / dijeron los panares". Y describiendo la venganza de Dios sobre tal atrocidad: "Dios exterminará a los panares / arrojándolos al fuego. / Es un fuego inmenso. / Voy a arrojar a los panares al fuego, dijo Dios".
Lawrence Durrell. Román A. Jiménez y Floreal Mazía. Edhasa.
Buena parte de la obra de Lawrence Durrell (Jullundur, India, 1912-Sommières, Francia, 1990) está ambientada en el Mediterráneo, un espacio geográfico que el autor del Cuarteto de Alejandría, su novela más conocida, reinventa hasta hacerlo suyo. Entre 1937 y 1940, Durrell vive en Corfú. Allí, arropado por la bondad del mar y del paisaje, escribe La celda de Próspero, un evocador diario repleto de imágenes y reflexiones sobre la isla, sus habitantes y los amigos que le acompañan. La obra pertenece a la trilogía que el autor británico dedicó a las islas del Mediterráneo, y que completan Limones amargos, sobre el convulso Chipre de los años cincuenta, y Una venus marina, que trata de Rodas.
Herman Melville. Traducción de Elisabeth Falomir. Ediciones Gadir. Además de marinero y escritor, Herman Melville (1819-1891) fue profesor, granjero, inspector de aduanas y conferenciante. De esta última y poco conocida faceta del autor de Moby Dick, Benito Cereno y Bartleby, el escribiente, nacen los tres deliciosos textos, unidos por el hilo conductor de viajes, que constituyen este libro: Viajar, Los Mares del Sur y Estatuas de Roma. Al comienzo de su primera conferencia, Melville explica los requisitos que debe reunir el trotamundos: "Para ser un buen viajero y obtener del viaje verdadero placer son necesarias varias condiciones. La primera consiste en ser joven y despreocupado, dotado de talento e imaginación: si se carece de estas virtudes, es mejor quedarse en casa".
Russell Shorto. Traducción de Marta Pino Moreno. Duomo.
La ciudad de los rascacielos resurge desde sus raíces, cuando Nueva York se llamaba Nueva Amsterdam y ocupaba el extremo sur de la isla de Manhattan. De aquella época, que solo merece unas líneas en los libros oficiales de historia, quedan algunos topónimos -Brooklyn, Harlem, Yonkers, Staten...- y la novela Historia de Nueva York (1809), de Washington Irving. A partir de los archivos olvidados de la colonia holandesa del siglo XVII, el periodista e historiador Russell Shorto escarba en los desconocidos 40 primeros años de la ciudad, desde su fundación por los holandeses en 1625 hasta la llegada de los ingleses en 1664.
Tim Jeal. Traducción de Teófilo de Lozoya y Juan Rabasseda. Crítica.
La azarosa búsqueda de las fuentes del Nilo, una aventura que, entre 1856 y 1876 ocupó a siete grandes exploradores –Burton, Speke, Grant, Baker, Florence von Sass, Stanley y Livingstone- en arriesgadas expediciones por el interior de África, vuelve a las librerías en un exhaustivo libro del novelista y biógrafo Tim Jeal (uno de los mayores expertos en materia de exploraciones africanas) que acaba de editar Crítica.
Bill Bryson. Traducción de Esther Roig i Formosa. RBA
El libro de viajes más divertido que se ha escrito sobre Australia bien podría titularse 1001 maneras de morir: Bill Bryson no se corta a la hora de enumerar, con su hilarante humor, los peligros que acechan al viajero por las antípodas: desde olas que se llevan a Primeros Ministros en la playa a mortíferas arañas o cocodrilos marinos. No canceléis el billete de avión, también hay cosas buenas: “Los australianos son inmensamente simpáticos (…). La comida es excelente. La cerveza, fría. El sol brilla casi siempre. Hay café en cada esquina. La vida no puede ser mucho mejor que esto".
Y tú, ¿qué libro de viajes recomiendas por el Día del Libro 2013?
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