Camps apuesta por la continuidad en el segundo escalón
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, apostó ayer por la continuidad en el segundo escalón de su nuevo Consell. Un segundo nivel que incorpora pocas novedades y que supone un recorte más simbólico que eficaz respecto al último organigrama de la legislatura anterior.
En total, la nueva consejera portavoz, Lola Johnson, acompañada de la vicepresidenta Paula Sánchez de León, explicó que la reunión del Consell de ayer se dedicó en exclusiva a nombrar 17 secretarios autonómicos, 53 directores generales, 10 subsecretarios y 18 responsables de organismos públicos. Nombramientos que, junto con los que todavía se producirán la próxima semana, completarán un equipo de 101 altos cargos, 20 menos que en el anterior Consell.
Camps prometió un recorte del 30% en los altos cargos. Para acercarse a este porcentaje, el Consell contabilizó ayer la desaparición de 210 puestos intermedios ?jefes de sección y similares, que son funcionarios y que como mucho perderán los complementos salariales? y alrededor de tres docenas de asesores que estaban en la nómina de las consejerías extintas. En total, el ahorro anual estimado por el Consell con este recorte de altos cargos se elevará a 14 millones de euros.
La consejera portavoz, Lola Johnson, destacó el tiempo record, 48 horas, con el que se ha reorganizado la Administración valenciana. El segundo escalón ha sido decidido íntegramente en Presidencia de la Generalitat.
En el nuevo organigrama, el presidente de la Generalitat encarga la reestructuración del sector público ?diseñada por el exvicepresidente Vicente Rambla? a Bruno Broseta que ocupará la Secretaría Autonómica del Sector Empresarial. Este economista se estrenó como director general de Industria con la llegada de Rambla, desde donde accedió a secretario autonómico del ramo. De número dos de la Consejería que dirige Enrique Verdeguer, Camps ha colocado a Mar Casanova, hasta la semana pasada responsable del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) y que ahora asciende a la Secretaría Autonómica de Economía, Industria y Comercio. Al frente del Instituto Valenciano de Finanzas seguirá Jorge Vela.
En la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, que dirige José Manuel Vela, también se opta por la continuidad. José Miguel Escrig, amigo personal de Camps, asciende a la secretaría autonómica de Hacienda y Presupuestos y Ana Brusola ocupará idéntica responsabilidad en Administración Pública.
En Presidencia se ratifican los cargos existentes, con Pablo Landecho como director del gabinete del presidente de la Generalitat y Nuria Romeral como secretaria autonómica de Comunicación. En la vicepresidencia y Consejería de Presidencia, Paula Sánchez de León también mantiene la estructura, con Isabel Villalonga como número dos del organigrama.
Otra de las grandes carteras donde se premia la fidelidad es la de Educación. Auxiliadora Hernández, hermana de la consejera de Agricultura, Maritina Hernández y hasta la semana pasada directora general, asciende a secretaria autonómica. Un caso idéntico al de Román Ceballos que se queda al frente de la secretaría autonómica de Formación y Empleo. Ambas a las órdenes del consejero del ramo, José Ciscar. En la cartera de Sanidad, que ahora dirige Luis Rosado, la persona que ocupará su antiguo cargo será Manuela García Reboll, hasta ahora directora gerente del hospital Lluís Alcañis de Xàtiva. La estabilidad también es la tónica dominante. En esta cartera, el anterior jefe de gabinete del ex consejero Manuel Cervera, Ignacio Ferrer, es recompensado con la Dirección General de Calidad y Atención al Paciente.
En Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente continúan los principales cargos, como Victoriano Sánchez Barcaiztegui, secretario autonómico; Vicente Dómine, ahora director general de Obras Públicas, o Marisa Gracia al frente de Ferrocarrils de la Generalitat. Aránzazu Muñoz asciende de una dirección general a la Secretaría Autonómica de Territorio y Medio Ambiente.
El líder de Unión Valenciana, director general
El presidente de Unión Valenciana, José Manuel Miralles, vio ayer recompensada su petición de voto para el PP en las pasadas elecciones con una dirección general. Miralles fue nombrado director general de Coordinación, Desarrollo Estatutario y Consultas Electorales.
No es el único acomodo. Dos de los hombres de confianza del exconsejero Rafael Blasco, Josep María Felip y Alexandre Catalá, salpicados por los escándalos en la gestión de los fondos de cooperación, se mantienen en el segundo escalón del Consell. Josep Maria Felip asume la Dirección General de Integración y cooperación, a las órdenes de Gotzone Mora, que conserva su secretaría autonómica en la Consejería de Justicia y Bienestar Social. Alexandre Catalá Bas recibe el puesto de subsecretario de la Consejería de Sanidad.
En la nueva cartera de Turismo, Cultura y Deporte halla acomodo Luis Lobón, que mantiene el rango de secretario autonómico —antes en el Servicio Valenciano de Empleo y ahora al frente de Turismo—. En este departamento también se coloca de número dos, como secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll, que también ostentaba este nivel como responsable las relaciones con la Unión Europea.
Entre las personas que no repetirán en el segundo y tercer escalón del Gobierno de la Generalitat figuran la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, que ha solicitado su reingreso en la Facultad de Pedagogía; y la de Universidades, Amparo Camarero.
La secretaria autonómica de Deporte, Niurka Montalvo, tampoco repetirá como alto cargo del Consell, igual que David Calatayud, secretario autonómico de Bienestar Social, y María Ángeles Ureña, secretaria autonómica en la consejería que dirigió primero José Ramón García Antón y luego Juan Cotino.
Entre los nombramientos realizados ayer también figuran los de las responsables del Instituto Valenciano de Arte Moderno (Ivam), Consuelo Ciscar; Teatres de la Generalitat, Inmaculada Gil Lázaro; Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, Carmen Pérez; Instituto Valenciano del Audiovisual, Nuria Cidoncha; y el Instituto Valenciano de la Música, con Inmaculada Tomás, que seguirán al frente de sus tareas.
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