Detienen a once personas que explotaban a menores a las que obligaban a robar
Si las jóvenes no llegaban a un mínimo de dinero eran agredidas sexualmente y forzadas a prostituirse
Los Mossos d'Esquadra han detenido a once personas que dirigían un grupo criminal que se dedicaba a explotar hasta una cincuentena de chicas menores de edad, originarios todos ellos de Bosnia, a las que obligaban a robar en el metro de Barcelona y en zonas turísticas de la ciudad.
El inspector Jordi Ollé, jefe del Area Central de Crimen Organizado de los Mossos d'Esquadra, ha informado que la mayoría de las menores explotadas eran captadas en Bosnia y tenían lazos familiares con los jefes del grupo criminal, que también actuaban en la ciudad de París.
De hecho, la investigación se ha desarrollado conjuntamente con las policías francesa, italiana y belga, con las que los mossos han trabajado en los últimos meses. Los responsables del grupo desarticulado obligaban a sus víctimas a delinquir, la mayoría de las veces cometiendo hurtos, bajo la amenaza de agresiones físicas y palizas.
De esta manera, si las jóvenes no llegaban a un mínimo de dinero establecido por los jefes de la banda, eran agredidas sexualmente y también las obligaban a prostituirse. El grupo conseguía robando unos beneficios semanales de entre unos 30.000 y 40.000 euros, según una valoración policial realizada por el inspector Ollé.
A los detenidos se les imputan los delitos de asociación ilícita, amenazas, inmigración clandestina, falsedad documental, estafas y blanqueo de capitales. De los once detenidos, que tienen entre 32 y 45 años, seis ya han ingresado en prisión y tres de éstos son mujeres que acumulan alguna de ellas más de un centenar de antecedentes por hurto, mientras cinco han quedado en libertad con cargos.
La investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Badalona (Barcelona), se ha realizado en dos fases, ha explicado el inspector Ollé, y tiene su origen en el año 2009 cuando se detectó que en Cataluña existía una organización criminal que controlaba a un grupo importante de personas dedicadas a cometer hurtos, con un modus operandi similar al que se utilizaba en otras ciudades europeas.
La estructura de la organización, un clan de etnia gitana de origen bosnio, implicaba un tráfico y un movimiento continuado de personas entre diferentes países de la Unión Europea, lo que ha dificultado a los investiadores la ubicación de los miembros de la red y de sus víctimas, precisan las mismas fuentes.
Este grupo se había especializado en traer a menores de incluso nueve o diez años desde Bosnia hasta Barcelona, donde les enseñaban técnicas y estrategias para robar, como los métodos del tapón -colocar a la víctima entre los presuntos ladrones-, hacerse pasar por sordomudos que piden dinero y robar al descuido.
Los Mossos d'Esquadra han realizado registros en varios domicilios de Barcelona, Badalona, Castelldefels y Sant Boi de Llobregat, todos en la provincia barcelonesa, donde se localizaron a un total de 24 menores de edad, la mayoría chicas, que están bajo la custodia de la Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat.
En el tramo final de la investigación, los mossos han conseguido probar que algunos de los detenidos participaron en la sustracción de cuatro menores que estaban ingresados en un centro de tutela de Marsella (Francia), a los que se consiguió detener antes de llegar a Barcelona, y que se encontraban en ese centro después de haber sido detenidos por robar en el metro de París.
Aparte de cometer robos, el grupo desarticulado se dedicaba también al blanqueo de capitales y a sustraer vehículos de gama alta en diversos países de Europa y que revendían, después de conseguir nuevas placas de matrícula y documentación.
Las personas detenidas son consideradas por la policía catalana los responsables de esta organización, en la que también colaboraban algunos ciudadanos españoles en tareas secundarias de apoyo a la banda.
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