Las arrugas del remo

En edad sobrepasan la cuarentena, las canas pueblan muchas de las cabezas y algunas camisetas no pueden esconder las barrigas. El equipo de veteranos de remo de Getxo agrupa a más de una quincena de miembros que, por afición, se siguen dejando la piel en los bancos de las traineras las tardes de los lunes y jueves, cuando entrenan, y también en la liga ABE, en la que compiten seis formaciones de veteranos de diversos puntos de Euskadi y el País Vasco francés.

A partir de las 19.30 horas, el equipo va dejándose caer por el Club de Remo de Getxo. Hasta que consiguen reunirse puede pasar fácilmente una hora. Mientras tanto, los hay que limpian el vestuario (el pasado jueves le tocó al grupo de veteranos) y otros que prefieren esperar bromeando con los compañeros. Una vez que salen al agua una motora acompaña a la trainera. Desde la embarcación, los que esperan a un segundo turno para ponerse a prueba cronometran el ritmo de palada del equipo y corrigen los fallos de los remeros. Tomás Agiriano parece desesperarse. No para de repetir que "hay que unificar la remada". Él, que además entrena a niños pequeños, está convencido de que la principal carencia del equipo es la descoordinación a la hora de remar y, que, por ligera que sea, debe corregirse.

Con gestos, e intentando hacerse oír entre el ruido del agua y el del motor, Tomás explica a qué altura debe terminar la remada, cómo mover las muñecas o la importancia de no forzar la espalda. También le indica a Txerra, el patrón, cualquier obstáculo que pueda aparecer por la ría o en qué está fallando la trainera. Prácticamente, desde abril y hasta octubre, el equipo de veteranos, (algunos cuentan con el honor de haber conseguido con Kaiku una Bandera de La Concha como Periko), sale al agua. En un entrenamiento alcanzan un ritmo de 22 paladas por minuto, mientras que en competición pueden llegar a las 32 frente a las 38 que se alcanzan en la categoría senior, aclara Tomás. De momento, en la Liga ABE, con una sola regata disputada el pasado 24 de abril, en Hendaya, ocupan el tercer puesto de la clasificación, sólo por detrás de Deusto-Lutxana, líder, y Arkote.

La puesta a tono se prolonga a lo largo de todo el año con entrenamiento en gimnasio y en las piscinas del Club de Remo, donde simulan las condiciones del mar. Aunque en el equipo tenga un entrenador oficial, Zubi, lo cierto es que cada uno se organiza por su cuenta a la hora de entrenar en tierra. "Somos conscientes de que es un deporte de equipo y que todos nos debemos esforzar", detalla Tomás una vez finalizado el entrenamiento. Y es que como minutos antes gritaba desde la motora: "hay que hacerlo y si no se puede, hay que hacerlo".