El Bizkaia BB se clasifica para la Eurocopa
El equipo de Vidorreta elimina al Donetsk tras un final agónico
Si el sufrimiento hace más intensa la felicidad, el Bizkaia BB se dio ayer un festín. A veces indigesto, interesante al principio y agónico al final, resuelto con una falta antideportiva del Donetsk que aclaró a falta de seis segundos el panorama del equipo bilbaíno para superar, definitivamente, la barrera de los ocho puntos de desventaja que traía de Ucrania. La goma es lo que define al equipo de Vidorreta, capaz de aventajar a su rival por 15 puntos y dejarse ir como una noria en acciones descontroladas, en nervios imprevisibles. Esta sin hacer el Bizkaia BB y lo volvió a demostrar ayer, a pesar de una magnífica victoria que le adentra en la Eurocopa, de la que fue finalista el año pasado, y le aleja de la Eurochallenge, un incordio sin interés alguno.
Sufrió el equipo de Vidorreta lo indecible y por momentos dudó de sí mismo
El riesgo que corrió fue alto, altísimo, en la segunda mitad del partido. Ausente en el rebote, desconcentrado y por momentos sin ningún jugador que quisiera la pelota para arriesgar, para asumir la responsabilidad, le permitió al equipo ucraniano crecer y crecer más de lo esperado. Los americanos Perry, Tucker y Owens fueron horadando la defensa del Bizkaia hasta anotar con tanta facilidad que por momentos pareció que la remontada no tuviera fin. En ello influía la escasísima aportación de Moiso (ahí tiene trabajo de sobra Vidorreta para motivar al jugador más caro de la plantilla) y los despistes de Markota. Y, obviamente, influía la inteligencia de Tucker para romper la defensa con apenas un par de fintas, con apenas un par de gestos.
Después de comenzar con cierto interés, aunque con las mismas dudas que le atenazan en la Liga ACB, y de firmar un segundo cuarto más que interesante que anunciaba una resolución rápida del partido y de la eliminatoria, el Bizkaia se cayó con todo el equipo, en esos habituales desplomes que parecen borrarles del partido y que agigantan al rival hasta hacerle creer en sí mismo.
Sufrió el BBB lo indecible y por momentos dudó de sí mismo, especialmente varias pérdidas de balón consecutivas en el último cuarto que, además, coincidían con un porcentaje de acierto del Donetsk espectacular. Tampoco cerraba el rebote el equipo de Vidorreta. Y en esto aparecieron el de siempre y el de ahora, Salgado y Mumbrú para resolver una situación que se asomaba a la gran decepción de un equipo que sueña con una parte de la gloria. Ayer dio el primer paso, pero aún prevalecen los tropezones.
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