Educación denunciará a los padres del San Roque por no escolarizar a sus hijos
En el segundo día de altercados, padres gitanos y payos se enzarzan en una disputa por este colegio, al que acudían hasta este curso los hijos de los primeros.- "No queremos enfrentamientos, queremos justicia", dice una madre
Lejos de buscar una solución dialogada al conflicto de los colegios cambiados de Villaverde, la Consejería de Educación de Madrid ha anunciado esta tarde que pondrá el caso en manos de la Fiscalía de Menores. Hoy, por segundo día consecutivo, un grupo de padres gitanos se ha negado a llevar a sus hijos al colegio público San Roque, hasta ahora llamado Cristóbal Colón. Sostienen que el colegio que les correponde es el nuevo Cristóbal Colón, conocido como San Roque hasta que la Comunidad de Madrid decidió permutar a los niños, los profesores y los nombres de los colegios. Si persisten en su actitud, Educación amenaza con acusarlos de no escolarizar a sus hijos. Esta mañana, se han producido escenas de tensión a las puertas del Cristóbal Colón, donde un centenar de padres gitanos -el doble que ayer- ha protestado en las puertas del centro y se ha enzarzado en una disputa con los padres de los niños payos que ahora ocupan el colegio de sus hijos.
Ayer, día de comienzo del curso escolar, la policía tuvo que desalojar "pacíficamente" del patio del San Roque a varias decenas de familias que se negaban a aceptar el cambio de la sede de este centro a partir del presente curso, por considerar que las nuevas instalaciones, que antes utilizaba el colegio Cristóbal Colón, están en malas condiciones. En un comunicado, la Consejería ha manifestado hoy que son una treintena de padres los que se niegan a que sus hijos acudan al nuevo centro, situado a 300 metros del suyo, y ha subrayado que "incumplen la obligación de escolarizar a sus hijos".
Los padres alegan que sí quieren escolarizarlos, pero en su colegio de siempre. "Hemos llegado con las criaturas a las nueve de la mañana y nos han dado con las puertas en las narices", ha explicado a este periódico Liria de la Cruz, portavoz de la asociación de padres y madres del antiguo San Roque. Según el relato de esta madre, había una importante presencia policial que les ha cerrado el paso y, aunque han forcejeado, no han podido pasar. Además del rifirrafe con los agentes, se han producido enfrentamientos entre padres de una y otra etnia. Según De la Cruz, "un padre payo se ha enfadado mucho porque estábamos asustando a sus hijos, pero es que los nuestros se han quedado en la calle", añade.
Más movilizaciones
"No queremos enfrentamientos, queremos justicia, queremos lo mejor para nuestro hijos como cualquier padre", sostiene esta madre, que se queja de que la dirección del centro les prometió una solución "y dejar a los niños fuera no lo es". Por eso, anuncian nuevas movilizaciones los próximos días. En concreto, los padres piensan presentarse mañana en el colegio pero más tarde, a las diez de la mañana, y luego van a protestar antes las puertas de la Asamblea de Madrid.
El origen del conflicto se encuentra en la decisión del Gobierno de Madrid de permutar dos colegios. Uno, el de San Roque, con mejores instalaciones y más amplias, pocos alumnos y un 42% de ellos de etnia gitana. Otro 45% son niños extranjeros de 20 nacionalidad distintas. En este centro sólo estaban ocupadas 210 de sus 600 plazas. A menos de 300 metros, se encuentra el Cristóbal Colón, donde las peticiones de escolarización excedían en más de 130 las 300 plazas de que dispone. En este colegio había un 5% de alumnado gitano y un 25% inmigrante. Debido a la saturación, el centro no tiene biblioteca ni sala de informática, ya que su espacio ha sido ocupado por aulas. Desde hace años, los padres de estos niños, todos payos, reclaman una solución, por ejemplo que se construyera un nuevo colegio.
La Comunidad de Madrid, que asegura no tener suelo en la zona, decidió a finales del curso pasado cambiar de uno a otro colegio el alumnado, los profesores y hasta los nombres de los colegios. De esta manera, los niños del San Roque seguirían yendo a clase al San Roque, con la salvedad de que es otro colegio, más pequeño, más viejo y con peores instalaciones. Los padres de los gitanos quieren que sus hijos sigan en el colegio de siempre y proponen que niños gitanos y payos convivan en las mismas instalaciones -todo suman 640 niños-. Como los padres payos se niegan a esta solución, los gitanos les acusan de racistas. Sin embargo, los padres payos alegan que sus razones nada tienen que ver con la etnia, sino con el nivel educativo de estos alumnos, que es muy bajo a causa del absentismo. Por su parte, la Administración regional asegura que la permuta de edificios fue aprobada por los equipos directivos y los claustros de profesores de ambos centros y que cuenta con el apoyo del 90% de los padres.
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