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Gallardón descarta dejar la Alcaldía por un eventual Gobierno de Rajoy

El salto del alcalde de Madrid a la política nacional, portada en dos semanarios

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, asegura ahora que no se imagina la posibilidad de dejar la Alcaldía antes de concluir su actual mandato "por absolutamente nada", ni siquiera para formar parte de un eventual Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Estas declaraciones se producen después de la polvareda que levantó su ofrecimiento a Rajoy nada más ser reelegido.

En una entrevista que publica hoy La Razón, Ruiz-Gallardón subraya asimismo que "la mejor" vía para ayudar a Rajoy a llegar a la presidencia del Gobierno es formar parte de su candidatura en las próximas elecciones generales. "No hay una forma más grande de comprometer tu apoyo con un proyecto político que participar en la misma candidatura de la persona que quieres que sea el presidente del Gobierno de España", argumenta el alcalde.

"No hay nada más satisfactorio"

Ruiz-Gallardón afirma que completará "sin ninguna duda" su mandato de cuatro años al frente de la alcaldía y, sobre si rechazaría una oferta de Rajoy para formar parte de un Gobierno presidido por él tras las próximas elecciones generales, asegura: "No me imagino abandonando la Alcaldía de Madrid por absolutamente nada". "En política no hay nada más satisfactorio que ser alcalde de tu ciudad, sobre todo porque es donde viven tus hijos y la generación de tus hijos; y cuando digo nada, ni siquiera la Presidencia del Gobierno de España, que tiene muchas más responsabilidades, pero que no puede producir la satisfacción de la cercanía política de ser alcalde de tu ciudad", insiste el alcalde.

En esta entrevista, Ruiz-Gallardón señala que el proyecto de Rajoy "está bien armado, bien construido y acompañado de personas que pueden convertir las ideas en una realidad de acción de gobierno", antes de añadir: "Simplemente tenemos que seguir por el camino que nos ha llevado a las elecciones municipales". Para ello, no cree necesario que el PP modifique su equipo dirigente ya que, a su juicio, lo que necesita el PP es que se le conozca mejor, "especialmente los votantes de izquierda".

Esta entrevista coincide en los quioscos con El Siglo y Cambio 16, que dedican su foto de apertura a Ruiz-Gallardón y a sus planes de salto a la política nacional. "Crecerse ante Aguirre, tener escaño junto a Rajoy y ligarse a Génova", esos son los pasos que tiene previsto dar Ruiz-Gallardón para fortalecer su posición en la política nacional con un destino: ser el sucesor de Rajoy si no gana las elecciones, según El Siglo. La revista titula su información "Alberto tiene un plan", y en páginas interiores señala que éste "tiene ganas y un indiscutible tirón electoral. Vive su mejor momento político y está dispuesto a aprovecharlo" posicionándose en el Congreso y en su partido para "ayudar al candidato de Génova a ganar las elecciones".

El sucesor

"Pero a nadie se le escapa que, de no lograr su propósito el líder del PP, el político madrileño está dispuesto a llegar más allá. De producirse una catarsis en el partido, Gallardón, uno de los pocos dirigentes que ha reconocido públicamente sus aspiraciones a la Presidencia de la formación", podría ser el sucesor. Antes debería superar algunos obstáculos, por ejemplo su enfrentamiento con Esperanza Aguirre, su sustituta al frente de la Comunidad de Madrid, con la que mantiene una relación conflictiva a

la que el reportaje de El Siglo dedica un despiece titulado "Gallardón y Aguirre, una pareja mal avenida".

Al mismo asunto dedica su portada esta semana Cambio 16, que titula "De Madrid a La Moncloa". Este semanario coincide también con el anteriormente citado en señalar que el enfrentamiento entre Aguirre y Gallardón es clave en los planes de éste para alcanzar la candidatura popular a la presidencia del Gobierno si Rajoy no tiene éxito. "Aguirre y Gallardón se enfrentan por suceder a Rajoy", recuerda Cambio 16 en páginas interiores. La revista añade además que "el alcalde de Madrid se postula para ir de número dos al Congreso y abrirse paso. La presidenta, molesta, acepta que sea portavoz, pero no diputado. Aznar, desde las sombras, se encargará del reparto de premios y castigos".

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