Ortega Cano pasa dos días en el hospital por un resfriado mal curado

El diestro acudió el lunes al Ramón y Cajal por miedo a sufrir una neumonía

José Ortega Cano abandonó ayer el hospital Ramón y Cajal, donde ha tenido que pasar dos noches esta semana. El matador de toros acudió el lunes al centro madrileño por miedo a que un resfriado mal curado desembocara en una neumonía.

Según ha explicado el propio torero, llevaba un mes tratándose de un fuerte resfriado y, al no mejorar, decidió ir por su propio pie al centro sanitario.

La revista ¡Hola! publicó en su página web la noticia del ingreso en Urgencias del torero el 8 de enero; tras pasar todo el día en esa dependencia, a las nueve de la noche fue trasladado a la Unidad de Vigilancia Intensiva. Durante toda la jornada, Ortega Cano fue recibiendo las visitas de sus familiares que a la salida del hospital comentaron que el torero había decidido ir a la clínica por sentir fatiga y que continuaba ingresado para que se le efectuasen unas pruebas.

El diestro abandonó el hospital ayer por la tarde en aparente buen estado de salud y según sus palabras "estupendo para torear". Es probable que regrese de nuevo a Sevilla donde se encuentran sus hijos, José Fernando y Gloria Camila.

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