_
_
_
_

Discurso de Alfredo Pérez Rubalcaba en el debate parlamentario de aprobación del Estatut

Señoras y señores diputados, siento que no esté el señor Rajoy -igual llega a lo largo de mi intervención-. Quisiera dirigirme específicamente a él porque él lo ha hecho conmigo: él ha subido a la tribuna y lo primero que ha hecho ha sido utilizar un argumento ad hominem, que es, señorías, como todos saben, lo que uno utiliza cuando no tiene argumentos y de muy mal gusto.

Señor Rajoy, yo no le voy a decir nada de sus discursos, de si los hace usted de una forma o de otra, yo sí le voy a decir lo que son para mí: para mí son previsibles. Yo generalmente acierto, siempre sé lo que va a decir usted, me basta leer por la mañana un medio de comunicación, oír una emisora de radio y ya sé lo que va a decir. Es usted previsible, y le voy a decir más, es lo peor, porque quien es previsible no tiene autonomía política y eso, créame, sí que es un problema. Le voy a decir una segunda cosa: yo soy químico y sé bien que en química uno puede mezclar el agua caliente y el agua fría y sale agua templada, en política la cosa es un poco más difícil y si uno se templa un día y se destempla al día siguiente, no sale mediotemplado, sale desconcierto. Ese ha sido su problema hoy aquí.

Más información
Maragall resalta el "paso de gigante" que supone el nuevo Estatut pese a que ERC no votará a favor

Usted ha empleado un término muy duro que es el de vileza. Le voy a decir: vileza es decir que este Estatuto es un traje para ETA -lo han dicho ustedes-, vileza es ustedes, un representante muy importante que se sienta ahí detrás de usted, vileza es decir que este Estatuto tritura a las regiones pobres -lo ha dicho usted-, vileza es decir que este Estatuto es el finiquito de la cohesión social -lo ha dicho usted-, vileza es decir que este Estatuto es el plan Ibarretxe sin pistolas, vileza es decir que empobrece a todos los españoles, eso es vileza; vileza es poner en la radio andaluza una cuña donde se malmete a los andaluces contra el catalán con argumentos demagógicos, eso es vileza. Le digo más, es catalanofobia porque se hace y se dicen esas cosas para excitar al resto de España contra Cataluña, y esto se llama catalanofobia, señor Rajoy. Sí, decir que este Estatuto empobrece a los demás es catalanofobia, y usted lo sabe tan bien como yo.

Tres comentarios muy breves a tres cosas que ha dicho en relación con mi intervención. Me ha sacado el artículo primero del Estatuto de la Comunidad Valenciana. Yo le he argumentado sobre el artículo 2.4 del Estatuto de la Comunidad de Cataluña que estamos discutiendo hoy en relación con un artículo, el segundo, del Estatuto de la Comunidad Valenciana; se lo he argumentado para decirle que usted no puede utilizar el argumento de que hay un acto de soberanía en este Estatuto porque haya una referencia al pueblo catalán en el Estatuto de Cataluña cuando hay esa misma referencia en el Estatuto valenciano al pueblo de Valencia y usted no dice nada. O lo uno o lo otro: o son dos actos de soberanía, y uno lo ha votado usted, o no estamos ante un acto de soberanía como sostiene el Grupo Socialista. Eso es lo que le he dicho, que usted no puede utilizar un argumento en Valencia y otro en Cataluña, que no lo puede hacer porque eso es, como poco, incongruente.

Por tanto, que todo su edificio teórico, ese que se basa en la Nación y el 2.4 se cae como un edificio de naipes porque no tiene ningún valor teórico cuando ustedes dicen una cosa en un sitio y otra cosa en otro. Como no puede usted seguir diciendo aquí que el Estatuto reconoce a Cataluña como una nación, porque no es cierto y usted lo sabe. Lo que no quiere decir, y no tome mis palabras por donde yo no las he pronunciado, que no le demos ningún valor, usted sube aquí y dice que no tiene ningún valor, claro que lo tiene, tiene un valor político que yo no he negado. Es más, es, como he justificado, el preámbulo, he dicho que respeta la decisión del Parlamento de Cataluña, tiene el valor de respetar lo que el Parlamento de Cataluña por amplia mayoría ha decidido que es Cataluña. Ese es el valor, el respeto, que en política es un valor muy apreciable, aunque algunos de ustedes hoy han dado aquí una lección de que no lo tienen, porque no han dejado de insultar a algunos de los parlamentarios catalanes que han salido.

Le voy a decir algo más sobre el PIB. Hay un documento de su partido que presentó el señor Piqué después de haberse reunido con usted y dijo explícitamente que lo presentaba porque usted le había dado el visto bueno donde se reclamaba el PIB en inversiones para Cataluña, no para siete años, para toda la vida, lo dio usted el visto bueno, lo dijo el señor Piqué, no tengo por qué no creerlo. Por tanto, vamos a ver si utilizamos los mismos argumentos en un sitio o en otro, porque si no resulta que al final no somos creíbles y acabamos concluyendo que está usted exagerando, está usted dramatizando, porque a usted le interesa, y lo que le digo es que en materia como esta que hoy tratamos, que es el Estatuto de Cataluña, es cuando menos peligroso para eso que a usted le preocupa tanto, que es la unidad de España.

Le voy a decir dos cosas más. He dicho en mi discurso que usted exageraba hasta la mentira y voy a decir que es así, y le pediría, si va a haber réplica, que me diga usted si hay Poder Judicial propio en Cataluña, si o no, usted ha dicho que sí, yo digo que no; si hay una política exterior propia, yo le digo que no; si hay una presencia directa en la Unión Europea, yo le digo que no; si hay una bilateralidad confederal, yo le digo que no, que no es verdad, que son argumentos que usted está utilizando, que no son ciertos y que tienen todos la misma lógica: dramatizar, exacerbar. Esa es la lógica de su estrategia.

Como le reto a usted a subir a esta tribuna y decirme en qué artículo se rompe la unidad de mercado en el Estatuto de Cataluña, o en qué artículo se establecen derechos fundamentales distintos para los catalanes en el Estatuto de Cataluña. Usted ha dicho una cosa muy grave, que esto es una bomba de relojería. ¿Sabe lo único que es una bomba de relojería? Su discurso, que es un discurso que niega la pluralidad de España. Eso sí que es una bomba de relojería.

Voy acabando y le voy a decir dos cosas más sobre el tema de los derechos. No sé si no me logro hacer entender o usted no quiere entenderme, lo que le digo es que hemos votado en el Estatuto de la Comunidad de Valencia, y nosotros estamos muy de acuerdo, y yo ponderé eso aquí en esta tribuna, un título de derechos que se parece mucho al título de derechos que vamos a votar en el Estatuto de Cataluña y que usted pide una y otra vez que se retire. Hemos votado derechos semejantes en protección de menores; en igualdad entre hombres y mujeres; en acceso y promoción a la cultura; en acceso a una vivienda digna; en protección del medio ambiente; en buena Administración; derechos semejantes en uno y otro Estatuto, y mi pregunta una vez más es: ¿Por qué en Valencia sí y en Cataluña no? ¿Por qué los valencianos sí tienen derechos de segunda generación y los catalanes no? Ese es mi argumento. ¿Sabe por qué? Porque están ustedes practicando una suerte genuina y muy negativa de catalanofobia.

Le voy a decir algo más. No sé por qué les escandaliza esto de los derechos. Sobre esto se ha montado una polémica, incluso hay algunas encuestas que preguntan: ¿Cree usted que los catalanes tienen que tener más derechos que el resto de los españoles? Y sorprendentemente solo el 80 por ciento dicen que no, es sorprendente. Se ha montado una polémica que niega la propia realidad del Estado autonómico. Voy a ver si me explico. Ya existen muchos de estos derechos: existen rentas mínimas de inserción, por ejemplo, en Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, País Vasco; existe el testamento vital, que a usted le preocupa tanto, que es la interpretación cabal del artículo al que usted se refiere como eutanasia, que no lo es, señor Rajoy, existe en Andalucía y en Galicia; existen derechos de la mujer reconocidos como tales específicos en algunas comunidades autónomas que no niegan los derechos fundamentales, concretamente en Navarra, Cantabria, Galicia, Castilla y León, Valencia; existen derechos específicos de protección de menores. Estos derechos existen, lo que estamos haciendo ahora es consagrarlos a nivel estatutario y generalizarlos. ¿Sabe qué le digo? Que los socialistas estamos enormemente satisfechos de hacerlo así. Creemos que es muy positivo que la emulación entre las comunidades autónomas conduzca finalmente a un producto, que es que los españoles tienen más derechos sociales, y eso no ataca la igualdad de derechos fundamentales que establece nuestra Constitución. Por tanto, dejen ustedes de decir cosas aquí que han votado en otro Estatuto y dejen de decir sobre todo cosas que no son ciertas en relación con la desigualdad de derechos de unos respecto de otros.

Voy terminando ya. Se lo dije el día de la Comisión y se lo vuelvo a repetir: yo creo que el problema de su discurso, aparte de todo lo que acaba diciendo, es que es un discurso de aliento muy corto, que usted lo va a tener que cambiar, porque no va a impedir que el señor Arenas vote los derechos en el Estatuto de Andalucía, de hecho ya los ha votado; usted no podrá impedir que el señor Matas nos traiga un Estatuto de Baleares donde trate de incluir, como está haciendo, un sistema de financiación semejante al que en este momento vamos a votar; usted no podrá negarle al señor Núñez Feijoo que consagre las conferencias sectoriales en el Estatuto de Galicia que están discutiendo, ni a sus responsables de Aragón que consagren según qué artículos que seguramente van a venir y a los que usted se ha referido en esta tribuna como artículos negativos. Usted no va a poder parar el tren y a usted el tren o rectifica o le va a pasar por encima. Usted no va a poder parar a sus responsables autonómicos y o lo hace usted o, créame, lo harán sin usted. Eso se lo aseguro. Tiene usted un discurso de aliento muy corto, muy corto.

Ahora sí que acabo. Se lo dije también: el problema de su discurso es que es un discurso que le coloca a usted en una posición política ciertamente peculiar, porque es verdad que cuando usted renuncia, como renuncia realmente, a una presencia significativa política en Euskadi, después de lo que hicieron en la última legislatura, cuando usted hace los discursos que ha hecho hoy sobre el Estatut de Cataluña y lo que han puesto en marcha estos cuatro meses, repito, en contra de Cataluña, usted está renunciando a formar parte significativa de dos comunidades autónomas que son uno de los problemas esenciales -entre comillas- hoy, cada vez mejor resueltos -y hoy en ese sentido estamos votando aquí un Estatuto histórico-, que es el problema de integración de estas dos comunidades autónomas. En el fondo, está usted renunciando a eso que a usted le gusta tanto, que es ser un partido que integra y que defiende la unidad de España. Nosotros no; nosotros no estamos renunciando. Es más, queremos que vengan donde estamos nosotros. Nosotros seguimos en una posición central, defendiendo la unidad de España, la unidad constitucional, la unidad que acepta el pluralismo. Nosotros creemos que ustedes acabarán ahí. En tanto vienen, lo que no vamos a hacer es parar. No vamos a parar, vamos a seguir impulsando el desarrollo autonómico, como lo hemos hecho siempre. Por eso vamos a votar sí con convicción a este Estatuto, porque creemos que es bueno para España, porque va a estabilizar su sistema político y creemos que es bueno para Cataluña y para sus ciudadanos, porque da más derechos, más autonomía, más autogobierno y una mejor identidad. Por eso, señor Rajoy, vamos a votar sí con convicción. Y le digo más: les esperamos, porque vendrán también. Muchas gracias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_