Zapatero asiste al funeral por los cinco guardias civiles muertos tras ser arrollados por un camión

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asistido esta tarde al funeral celebrado en la basílica de Colmenar Viejo (Madrid) por los cinco guardias civiles fallecidos la pasada madrugada al ser atropellados por un camión en un control de la carretera de Burgos (A-1). Zapatero, que les ha impuesto la Cruz de Plata al Mérito Militar a título póstumo, ha trasladado las condolencias del Ejecutivo a sus familiares y al instituto armado. Mientras tanto, la Guardia Civil investiga si el ciudadano rumano, que conducía el camión y que admitió haberse quedado dormido al volante, está habilitado para conducir este tipo de vehículos en España.

Entre las autoridades presentes se encontraban el ministro del Interior, José Antonio Alonso; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y los alcaldes de Madrid y Colmenar Viejo, Alberto Ruiz-Gallardón y José María de Federico, respectivamente. También han asistido el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche; el director general de la Policía, Víctor García Hidalgo; el delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, y el coronel jefe de la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil, José Navarro. Todos han esperado a las puertas de la basílica de Colmenar Viejo, junto al arzobispo castrense, Francisco Pérez González, la llegada de los féretros de los guardias civiles, cubiertos con la bandera de España y con el tricornio del uniforme de gala del instituto armado.

A hombros de compañeros de la Guardia Civil, los féretros, que han sido recibidos con los acordes del himno nacional, han sido trasladados hasta los pies del altar de la basílica mientras se escuchaba el himno fúnebre militar La muerte no es el final. A lo largo del funeral, miembros de la Cruz Roja han tenido que atender por desvanecimientos a algunos de los familiares. Al término del funeral, los restos mortales han sido trasladados hasta el lugar elegido por los familiares para enterrarlos. Previamente, en el tanatorio de esta localidad madrileña, Zapatero ha dado el pésame a los familiares de los fallecidos y ha entregado a título póstumo a cada uno de los cinco guardias civiles la medalla al mérito civil.

Otros dos heridos de gravedad

Además de los cinco guardias civiles muertos, otros dos resultaron heridos de gravedad al ser atropellados por un camión en el kilómetro 74 de la carretera de Burgos (A-1), sentido Madrid, a la altura de Buitrago de Lozoya. El suceso ocurió a las 3.08 horas cuando el camión, que transportaba barras de hierrro, arrolló un control formado por cuatro vehículos. El puesto, instalado en el marco de la lucha antiterrorista, estaba integrado por un total de 11 agentes. Cuatro de ellos resultaron ilesos porque se habían alejado del control para inspeccionar un coche aparcado en las inmediaciones que levantó sus sospechas.

En el momento del trágico siniestro, los guardias se disponían a levantar el dispositivo de vigilancia para trasladarlo a otro lugar. Los cinco fallecidos tenían edades comprendidas entre los 24 y los 55 años, tres estaban casados -uno de ellos tenía cuatro hijos y otro uno- y dos solteros. Todos ellos, al igual que los dos heridos, estaban encuadrados en varios puestos de la Guardia Civil de Colmenar Viejo. Al lugar del accidente acudieron tres UVI del SUMMA, que trasladaron a los dos heridos de gravedad a los hospitales de la capital Ramón y Cajal y La Paz, y una ambulancia del servicio madrileño de salud (SERMA), además de varias dotaciones de la Guardia Civil. El conductor del camión, de origen rumano, resultó contusionado leve y se encuentra detenido.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno citadas por la agencia Efe, el transportista dio negativo en el control de alcoholemia y, su primera declaración ante los agentes, admitió que se quedó dormido. La Guardia Civil está investigando si el ciudadano rumano está habilitado para conducir este tipo de vehículos en España, según han indicado fuentes de la investigación. En concreto, los agentes encargados de la investigación del accidente están intentado determinar si el ciudadano rumano poseía un permiso de circulación de vehículos español o si tenía el de Rumanía y había superado la prueba teórica que permite el canje del carné por el español tras la entrada en vigor en octubre de la reforma del reglamento de conductores.