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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

El PP y el PSOE se unen para evitar que Ibarretxe "rompa las reglas de juego"

El Pacto Antiterrorista acuerda una proposición de ley para dar más protección a los ediles

Los integrantes del Pacto Antiterrorista —Gobierno, PP y PSOE— se comprometieron ayer a responder al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en su tentativa de "romper las reglas del juego" en la política vasca. Así lo manifestaron al finalizar la reunión plenaria, que duró cuatro horas, el portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, y el secretario general del PP, Javier Arenas.

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El plenario del Pacto Antiterrorista reunió a una representación del más alto nivel del Gobierno y del PSOE. Por parte del Gobierno y del PP acudieron el vicepresidente primero, Mariano Rajoy; el ministro del Interior, Ángel Acebes; el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas; el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; el secretario de Estado de Organización Territorial, Gabriel Elorriaga; y los portavoces del PP en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento vasco, Luis de Grandes, Esteban González Pons y Jaime Mayor Oreja, respectivamente.

La delegación del PSOE estuvo encabezada por su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero. Le acompañaron el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera; los miembros de la Ejecutiva socialista, Carme Chacón y Álvaro Cuesta; el diputado y ex ministro de la Presidencia Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López.

La reunión se inició con un amplio informe del ministro del Interior, Ángel Acebes, sobre la situación de la lucha contra ETA, en el que destacó los importantes avances en la desarticulación de comandos terroristas. También abordó con detalle las nuevas medidas de protección a los concejales así como la ofensiva institucional que el Pacto Antiterrorista protagonizará en las instituciones europeas. La reunión acordó enviar una delegación a Bruselas y Estrasburgo para explicar la Ley de Partidos y el proceso de ilegalización de Batasuna. El pacto aprobó un paquete de medidas de protección de los concejales, que reforma seis leyes.

La reunión se centró en la situación creada en el País Vasco tras la propuesta soberanista del lehendakari Ibarretxe y sus consecuencias tanto en la política vasca como en la lucha antiterrorista. Caldera resumió así la posición del PSOE: "Ibarretxe confunde las prioridades de la política vasca, que son la libertad y la libre convivencia". Y fijó tres objetivos para el Pacto Antiterrorista, por este orden: la derrota de ETA; la defensa de la libertad y la defensa del Estatuto de Autonomía vasco. Arenas, que reflejó la posición del Gobierno, compartió el fondo de la propuesta del PSOE pero fue más contundente. Según él, la primera tarea del Pacto será acabar con el terrorismo, y la segunda "dar respuesta política a la ruptura de las reglas del juego", propiciada por la política soberanista del lehendakari Ibarretxe.

Con este acuerdo de mínimos, el Pacto Antiterrorista zanjó el debate entre el Gobierno y el PSOE sobre la actitud a adoptar en la política vasca. Entre la posición del PP de responder con una declaración conjunta sobre la política de Ibarretxe y la del PSOE, en favor de la autonomía de actuación de los partidos nacionales en esta cuestión, las delegaciones del Gobierno y del PSOE llegaron a una solución intermedia: se responderá conjunta y puntualmente a los pasos que Ibarretxe dé en una dirección rupturista.

También confirmaron las posiciones adelantadas por José María Aznar y Zapatero, de no adoptar medidas excepcionales como la suspensión de la autonomía vasca.

No obstante, populares y socialistas expresaron en la reunión opiniones dispares respecto a la conveniencia de participar o no en la ronda de consultas que realizará Ibarretxe con los partidos, incluida Batasuna, acerca de su propuesta para que Euskadi adquiera el estatus de nación libremente asociada. Las mismas divergencias se produjeron sobre la asistencia o no a la mesa de seguridad vasca, que preside el consejero de Interior, Javier Balza.

Aceptar el diálogo

Sobre la ronda de consultas de Ibarretxe, la delegación socialista defendió la conveniencia de aceptar una reunión con el lehendakari, por una doble razón: aunque con una deriva soberanista, Ibarretxe preside un Gobierno democrático; y además, es necesario que el lehendakari conozca las posiciones de los constitucionalistas. La delegación socialista sostuvo que la batalla contra el rupturismo de Ibarretxe no debe hacerse desde el aislamiento, sino desde la participación en todos los foros sociales y en las rondas de consultas que él promueva. El Gobierno y el PP, por el contrario, defendieron la inasistencia a esa ronda como parte de una estrategia de confrontación con el rupturismo de Ibarretxe. El Gobierno cree las actitudes contundentes ayudan a a que la sociedad perciba la "gravedad" del reto del lehendakari.

Patxi López, en nombre del Partido Socialista de Euskadi, defendió la coordinación entre la Ertzaintza y la Guardia Civil en las tareas de protección de los concejales vascos y exigió a Acebes más eficacia en ese terreno.

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