El 'chat' que evitó un suicidio

Una conversación a través de un chat en Internet fue el punto de partida de una historia con final feliz. El pasado 2 de marzo, un vecino de Linares contactó a través de una página web con una mujer de Valencia que le comunicó su intención de quitarse la vida cortándose las venas. Al instante, el hombre dio el aviso a la Comisaría de Policía de la localidad jienense. El subinspector de servicio en esa oficina tomó el encargo y, tras averiguar su número de teléfono, procedió a contactar con ella. Tras una larga conversación logró evitar el suicidio.

La Cadena SER, que informa de los sucedido, añade que la Comisaría de Linares ha confirmado hoy la conversación teléfonica a través de un comunicado.

Según la nota, el funcionario de Policía conversó telefónicamente con esta mujer que, entre llantos y mostrando un profundo estado depresivo, confirmó que se había cortado las venas y pidió que la dejasen morir en paz.

La mujer se negó a facilitar su domicilio a fin de ser auxiliada, pese a la insistencia de la solicitud del policía en que se lo diera, dado que al disponer solamente de un número de teléfono móvil era imposible conseguir su ubicación y asistencia por servicios médicos y policiales de Valencia.

Una larga conversación por móvil

En una larga e intensa conversación telefónica, intentó por todos los medios disuadir de su propósito a esta mujer, cuya voz cada vez se percibía más débil y apagada denotando su profundo abatimiento y la certeza de su resolución mientras explicaba sus argumentos para suicidarse.

Según la Policía, el subinspector de Linares tras casi una hora de contacto telefónico pudo conocer por fin el domicilio de esta mujer, de la que sólo conocía su nombre, datos que fueron trasladados a los servicios de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, mientras continuaba dando ánimos y razonamientos a la mujer desde Linares a través del teléfono.

En un momento determinado, explicó la Policía, llegó a percibirse el timbre insistente de la puerta de entrada al domicilio de la mujer, que se negaba a abrirla alegando que "quería morir en paz" y tuvo que ser convencida por el subinspector de Linares de la conveniencia de permitir el acceso a los efectivos de policiales que iban a ayudarla.

Tras otro rato de conversación telefónica, la mujer consintió en abrir la puerta una vez que el policía de Linares se había comprometido a ir a visitarla posteriormente, como así ocurrió. Cuando la Policía de Valencia penetró en el domicilio pudo comprobar que esta mujer se había cortado las venas en un brazo, siendo trasladada rápidamente a un establecimiento hospitalario, donde fue atendida para la recuperación de sus heridas.