Consternación y hastío entre los vecinos

Hoy, mientras la propietaria de la casa situada frente al lugar no daba crédito a lo sucedido a la familia Castillo, con la que mantenía "un trato cordial", según su declaración, otro testigo narraba la escalofriante espera de la ambulancia de las dos hijas esta madrugada: "No había consuelo para ellas -afirmaba- ya que mientras la pequeña apenas balbuceaba entre llantos, la mayor preguntaba insistentemente por su padre, y repetía que su madre estaba viva".

La calle Arquitectura, estrecha y de un sólo sentido, se encuentra integrada en una zona urbana del municipio de Pozuelo, caracterizado por la proliferación de chalés individuales, cuyos propietarios valoran en más de 100 millones de pesetas. La mayoría de las viviendas están protegidas por sistemas de seguridad privados, con alarmas que se desconectan por la noche y rejas en las ventanas de las plantas inferiores que han resultado insuficientes para frenar a los asesinos del abogado Arturo Castillo.

La sensación entre los vecinos era de estupor, y la mayoría reclamaba al Ayuntamiento más vigilancia nocturna, ya que en algunos casos no existe iluminación suficiente, y ellos mismos tienen que financiar la colocación de farolas. Este problema se extiende por la mayor parte de las urbanizaciones de la zona norte de Madrid, que se convierten en presa fácil para bandas de delincuencia organizada.