¿Continuará el alza en las bolsas gracias a los recortes de tipos?

La economía global atraviesa un enorme punto de inflexión. Tras años de subidas de tipos para combatir la inflación, los bancos centrales han dado un giro de 180 grados a su política monetaria. Por eso ahora la gran incógnita es: ¿permitirán estos cambios que las bolsas continúen batiendo nuevos máximos históricos? En este vídeo de ‘Si lo hubiera sabido’, se analizan las posibles implicaciones de este cambio de rumbo

El otoño ha confirmado las expectativas económicas que ya se dibujaron al arrancar el segundo semestre del año. De hecho, JP Morgan, uno de esos termómetros de referencia para medir la fiebre, la euforia y las dolencias de los mercados, evaluó en agosto en un 35% la probabilidad de una recesión en Estados Unidos y el mundo antes del final de 2024. Y, a un año vista, la probabilidad de ese crack no solo se mantiene sin cambios. Podría alcanzar el 45%.

Tras 365 días de crecimiento inesperado, la economía estadounidense muestra hoy signos de desaceleración. El informe de empleo del mes de julio fue realmente flojo, con la tasa de desempleo en aumento por cuarto mes consecutivo. La palabra “recesión” ocupa un lugar fijo en los informativos, tan protagonista como las noticias sobre los tornados en estos días de meteorología convulsa.

Para paliar el frenazo, los principales bancos centrales del planeta han comenzado a cambiar su política monetaria. Tras un periodo de intensas subidas de tipos de interés a partir del año 2022 para controlar la inflación, han decidido bajar el ritmo. Según muchos analistas, este cambio de dirección, después de ese rally bursátil de dos años, podría ser clave para lograr un “aterrizaje suave” de la economía de Estados Unidos y revitalizar el crecimiento en el caso de las de Europa y China.

Hasta ahora los bancos centrales han tenido éxito en su misión de atajar la inflación. Además de conseguirlo, se ha evitado la recesión y las bolsas han marcado nuevos máximos históricos. El índice Standard & Poor’s 500 (S&P 500), por ejemplo, ganó más del 30% entre el inicio de las subidas de Sistema de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos (conocido como FED), y su reciente cambio de política monetaria. El Eurostoxx 600, por su parte, se revalorizó en torno al 28% desde que el BCE comenzó a elevar los tipos de interés en la Zona Euro hasta que han comenzado los recortes.

Y por eso, hay una serie de preguntas sobre la mesa. ¿Qué puede pasar con los mercados? ¿Permitirá el recorte de tipos mantener la senda alcista en la renta variable? Lógicamente, solo el tiempo podrá dar respuesta a esta pregunta, pero sí es posible analizar qué ha ocurrido en el pasado en situaciones similares.

¿Gasolina para las bolsas?

Un ejemplo reciente y fácilmente memorable, como todo lo que pasó durante y después de la pandemia de covid-19, en el arranque de los años 20: el impulso económico se ha ido desvaneciendo, y por eso ahora los bancos centrales, una vez superada la crisis de la inflación, han decidido volver a estimular la economía con recortes de tipos.

Lógicamente, a medida que los tipos descienden, se espera que la financiación se vuelva más accesible para familias y empresas, lo que a su vez podría traducirse en un aumento tanto de la inversión como del consumo. Lo que, por supuesto, sería bueno para los resultados empresariales.

Y eso no es todo. La reducción de tipos también incentiva la migración de capital desde la renta fija hacia la renta variable, lo que podría dar un nuevo impulso a las bolsas mediante la expansión de múltiplos.

Resumiendo, aparentemente el recorte de tipos puede ser gasolina para la renta variable. Pero, ¿es esto realmente así? ¿Qué dice la evidencia empírica? Pues, básicamente, deja una lección absolutamente clave: Los recortes de tipos son una bendición para la renta variable cuando la economía evita entrar en recesión. Es decir, los tipos se suelen recortar cuando la actividad económica se desacelera. Si el problema es profundo, la historia dice que sus efectos no son suficientes para compensar los malos resultados empresariales. Sin embargo, si se evita la recesión, el comportamiento de la renta variable suele ser excelente.

Y, por eso la cuestión definitiva es: ¿En qué momento exacto nos encontramos actualmente? Se responde al enigma en este último vídeo de Si lo hubiera sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos. De momento, la economía norteamericana parece más fuerte de lo previsto hace unos meses, lo que podría ser la antesala de muy buenas noticias.

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